El pasado mes de julio se presentó en la localidad de Gavarda (Valencia) la casa piloto del concepto Biovivienda. La empresa Biovivienda surge de la iniciativa de un grupo de empresarios granadinos, procedentes del municipio de Villanueva de las Torres y afincados en Valencia, que inspirados en las tradicionales “casas cueva” han querido conjugar tradición y modernidad intentando además contribuir a la redución del impacto ambiental de la edificación.
Una de las características fundamentales de la Biovivienda es el empleo de una estructura modular de alta resistencia especialmente diseñada para ser levantada en el menor tiempo posible y que posteriormente es recubierta con uno de mayores aislantes térmicos y acústicos existentes, la tierra.
Según los promotores de la idea, un recubrimiento de unos 3 metros, logra mantener temperaturas muy equilibradas, que oscilan alrededor de la temperatura media anual del aire de la zona. Cuanto más espesor tengan las paredes y el techo, la temperatura oscila aún menos. Esto significa que no es necesario un aislamiento térmico extra, ni tampoco hacer uso de la calefacción ni el aire acondicionado, excepto en casos extremos. Otra ventaja de estas viviendas es que el aumento vertical de la temperatura del aire es mínimo desde el suelo al techo, a diferencia de los espacios acondicionados convencionalmente.
El calor en una Biovivienda se produce vía radiación de los muros y techos, contribuyendo de esta forma a una sensación acogedora. En cuanto a la humedad relativa, se encuentra entre entre 50 y 75%, más elevada que en las casas convencionales, lo que resulta más sano y no genera la necesidad de acondicionar el aire.
Como se puede apreciar, la Biovivienda se integra en el paisaje y desde cierta distancia ni siquiera se percibe su presencia en el entorno, ya que su cubierta dispone de vegetación y césped. Solamente se visualizan las características chimeneas blancas.
Los servicios e infraestructura de las bioviviendas, son los habituales en cualquier vivienda moderna, acometida de agua, desagüe y electricidad. Cocina, baños, teléfono, Internet, televisión, garaje… Además existe un sistema de recogida de aguas pluviales de para utilizarlas en el riego de las plantas.
La ventilación pasiva aprovecha las diferencias entre las temperaturas dentro y fuera de las bioviviendas. Todas las ellas disponen de ventiladores regulables en combinación con temporizadores. En cuanto a la iluminación, cada espacio tiene un hueco al exterior por donde entra luz y aire, además de disponer de luminiductos con regulador que pueden transferir luz a través de la cubierta.
El sistema de construcción de Biovivienda es además resistente a agentes climáticos adversos, terremotos, fuegos y temperaturas extremas, generando un microclima interno estable que puede contribuir al ahorro energético.
La cubierta y tres cuartas partes de la estructura de la vivienda se encuentran cubiertos de tierra, por lo que no precisa prácticamente mantenimiento y se convierte en un construcción efectiva frente a robos. De todas formas, las bioviviendas van provistas de un sistema de seguridad contra robos, puertas blindadas, ventanas con rejas, sensores de movimiento, barrera de humo, etc.
Aunque no se nos han aportado datos concretos sobre el precio final de una biovienda, los promotores afirman que ésta será accesible por su economía, lo que la convertirá en un producto competitivo en el mercado inmobiliario actual.