Un consorcio de empresas y centros tecnológicos vascos desarrolla el primer Centro de Transformación de Energía Inteligente.

La sede de Grupo ZIV en el Parque Tecnológico de Zamudio (Vizcaya) ha acogido la presentación del Proyecto CIAD (Centro Inteligente para la Automatización de la Distribución) que, desarrollado por un consorcio de siete empresas y tres Centros Tecnológicos del País Vasco, permitirá contar con el primer Centro de Transformación de energía Inteligente.

 

Con un periodo de ejecución contemplado para el bienio octubre 2008-diciembre 2010 y un presupuesto de ejecución de 4,47 millones de euros, el Proyecto de I+D se enmarca en el Programa ETORGAI de SPRI y el Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno Vasco. Han presidido la presentación del Proyecto, Cristina Oyón, Directora del Departamento de Innovación de SPRI; Norberto Santiago, Presidente de Grupo ZIV y Jon Arteta, Vicepresidente Ejecutivo de Grupo INCOESA.

El Proyecto CIAD está liderado por las empresas ZIV P+C e INCOESA Consultores. Participan, además, las compañías: Usyscom, ZIV Medida, INCOESA Trafodis, GUASCOR Ingeniería y ASIRIS, así como los Centros tecnológicos LABEIN, GAIKER y ZIV I+D. Trabajarán en el mismo 40 investigadores que invertirán más de 70.000 horas de trabajo.

Según apuntan los responsables del proyecto, en la actualidad la inmensa mayoría de los Centros de Distribución – más de 300.000 en la red española-, no disponen de automatización alguna y, por lo tanto, “constituyen un obstáculo insalvable para automatizar la red que conecta los Centros tanto, hacia las subestaciones de Media Tensión (MT), como hacia los clientes en Baja Tensión (BT). Este hecho, encarece y dificulta la explotación de las redes e incide negativamente en la calidad del suministro eléctrico”.

Beneficios para los ususarios

En este sentido, explican que, en la actualidad, cuando se produce una avería en un Centro de Transformación (normalmente subterráneo), “se queda sin luz un bloque de viviendas y la compañía eléctrica se percata porque le avisa alguien. El proyecto CIAD pretende que toda esa red –miles de kilómetros subterráneos de cableado eléctrico-, esté automatizada y, cuando se produzca una avería, se sepa dónde es y, desde el propio Centro o automatizadamente, se pueda restablecer el servicio”.

Los integrantes del consorcio subrayan asimismo que “hasta ahora se había hablado mucho de la automatización de la distribución pero no se había invertido en ello. Con este proyecto pretendemos trasladar a la red de Baja Tensión la automatización ya existente en las subestaciones de Alta Tensión. Lo hacemos en un momento, además, en el que cada vez van a existir más generadores de energía en los edificios y hogares, por lo que los centros irán creciendo y se irán complicando cada vez más. No hay que olvidar que, anteriormente, los usuarios éramos sólo consumidores, pero ahora hemos pasado a ser también generadores de energía”.

Entre otros beneficios, el nuevo Centro de Transformación Inteligente contribuirá a la mejora de la calidad del suministro de los usuarios finales; facilitará la explotación de la red de distribución; reducirá los costes de mantenimiento de los nuevos Centros y contribuirá a la reducción del consumo de energía.

“Esperamos que, gracias al proyecto, contemos con sistemas económicamente viables, que utilicen comunicaciones más económicas y su uso se pueda ir extendiendo paulatinamente”, concluyen los responsables de las entidades del Consorcio.

Objetivos y desarrollos tecnológicos

En cuanto a los objetivos y desarrollos tecnológicos principales, el Proyecto CIAD contempla:

 
 
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