Procesos y productos cerámicos sostenibles a través del Proyecto Terra

El proyecto TERRA, financiado por el IVACE a través de los Fondos europeos FEDER, se lleva a cabo por parte del área de Sostenibilidad del ITC como un impulso estratégico para el sector cerámico en un momento en que necesita apoyo para realizar una importante adaptación tecnológica, legislativa, económica y medioambiental.

También aborda aspectos de seguridad y salud laboral así como de eficiencia energética, valorando el uso, por ejemplo, de biomasa como combustible en el proceso de cocción cerámico.

El Área de Sostenibilidad del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) planteó este proyecto clave que abarca varios frentes en una etapa esencial para los sectores industriales y en especial para el sector cerámico, por varias razones; entre ellas, el complicado momento económico que afecta a la industria cerámica, que debe hacer frente a una fuerte competencia internacional; las adaptaciones tecnológicas, que son complejas y novedosas, como por ejemplo, las nuevas tecnologías de decoración digital o inkjet y las nanotecnologías y la reducción en todo lo posible de los impactos industriales en el entorno, para aumentar la competitividad en el ámbito del Green Business.

En este sentido, el ITC ha desarrollado, a través del proyecto TERRA financiado por IVACE y los fondos europeos FEDER, varias líneas de investigación paralelas, con la característica común de estar encaminadas a desarrollar procesos y productos más saludables, sostenibles y eco-eficientes. Por ello, desde diferentes grupos de trabajo, se han abordado todos estos retos decisivos que se le plantean al sector.

En materia de medioambiente, se ha continuado con la línea de estudios de caracterización y reducción de emisiones atmosféricas ya iniciados en proyectos anteriores, haciendo especial énfasis en el estudio de las fracciones granulométricas más finas del material particulado (PM10 y PM2.5) para que las empresas paulatinamente se adapten a los nuevos requisitos ambientales, impuestos por la cada vez más exigentes directivas europeas en la protección de la contaminación atmosférica. Además en el proyecto, con una clara vocación de reducción global de los impactos de los procesos de fabricación, se han establecido objetivos en materia de calidad de aguas, en este sentido se ha trabajado en el desarrollo de aplicaciones muy específicas, utilizando técnicas avanzadas de filtración con membranas, que permiten dar solución a problemas que serían difícilmente abordables con técnicas convencionales tanto en aguas de proceso como en aguas residuales.

Por otra parte, dado el creciente interés por el uso de materiales nanoestructurados y su posible impacto sobre la salud, el proyecto ha abordado el estudio de estos materiales desde el ámbito de la seguridad y la salud laboral. En este sentido, se ha estudiando una posible problemática de salud laboral derivada de la exposición a nanopartículas. La idea ha sido determinar el nivel de concentración de nanopartículas en ambientes laborales reales y simulados, utilizando un contador de nanopartículas CPC. El diseño y montaje de un equipo de generación de emisiones difusas de materiales pulverulentos ha permitido el estudio sistemático de la concentración de nanopartículas en las emisiones generadas con diferentes materiales y condiciones, tanto al manipular materiales pulverulentos convencionales como materiales nanoparticulados. Estos estudios tienen la finalidad de diseñar los métodos de trabajo más adecuados para reducir los posibles riesgos laborales, y permitir disfrutar, minimizando riesgos, las grandes ventajas y oportunidades que ofrecen los materiales nanoestructurados para el desarrollo de la industria cerámica.

En el ámbito de la energía, TERRA se ha centrado en aumentar la eficiencia energética de la etapa de cocción de baldosas cerámicas, etapa responsable del 60% del consumo de gas natural en las instalaciones industriales y de más del 70% de las emisiones directas de dióxido de carbono. Aquí los esfuerzos se han orientado a optimizar los sistemas de combustión, con un control exhaustivo de los parámetros de operación en los quemadores de los hornos, así como maximizar el aprovechamiento del calor residual del proceso de cocción. Finalmente, en esta línea de energía se ha dedicado una parte del trabajo al estudio de la viabilidad del uso de la biomasa en los procesos cerámicos, un recurso muy interesante por ser de origen renovable, y para el cumplimiento de los objetivos derivados del Protocolo de Kyoto, pero que en estas aplicaciones presenta serias dificultades tecnológicas.

 
 
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