El proyecto Heracles, financiado por la Unión Europea, está diseñando un sistema para proteger el patrimonio cultural frente al cambio climático. Un equipo de investigadores financiado por la Unión Europea está probando un enfoque sistemático para definir los riesgos que representan los monumentos antiguos debido al cambio climático, y cómo predecirlos y prevenirlos.
En concreto, se están desarrollando métodos para identificar, probar y evaluar los riesgos a los que se podría enfrentar un monumento e incorporarlos en una plataforma online. Además de los riesgos, la plataforma también ofrecerá información sobre medidas preventivas y de recuperación cuando el daño ya haya ocurrido en el bien cultural.
Cuando se complete, previsiblemente en abril de 2019, Heracles será un recurso para una gran variedad de usuarios, profesionales relacionados con este ámbito.
Soluciones para casos específicos
El proyecto se centra principalmente en la zona del Mediterráneo. Para validar sus metodologías, el proyecto las aplica a tres emplazamientos concretos de patrimonio cultural: en Italia, la ciudad medieval amurallada de Gubbio; en Creta, el antiguo palacio minoico de Knossos; y la fortaleza griega de Koules, en la ciudad de Heraklion (Creta).
La fortaleza de Koules se encuentra a la entrada del antiguo puerto de Heraklion. Abierto al mar, está en riesgo por la existencia de tormentas más frecuentes, olas más fuertes y salinidad incrementada. La fortaleza es una parte vital de la infraestructura cultural de Heraklion, que depende en gran medida del turismo.
Los profesionales involucrados están investigando los daños causados para recomendar acciones preventivas y correctivas. La intención es que los procedimientos desarrollados en Koules se apliquen a los muchos castillos y fortalezas que bordean la costa mediterránea y están amenazados por el cambio climático.
Así, el proyecto Heracles pretende generar protocolos genéricos para identificar y evaluar los riesgos impulsados por las condiciones climatológicas.
El proyecto Heracles está financiado por la Unión Europea, con un presupuesto de más de 6,5 millones de euros. La UE concentra gran parte de sus actividades de investigación e innovación en el programa Horizonte 2020.