El Ayuntamiento de Almería ha adjudicado el contrato para la redacción del proyecto que definirá las obras de rehabilitación sostenible en el Pabellón de El Toyo (Almería), mediante el cual se instalará una cubierta vegetal. Entre otros beneficios, esta cubierta vegetal disminuirá el efecto isla de calor al reducir las superficies artificiales que retienen y multiplican el calor.
Estas obras de rehabilitación, adjudicadas a la empresa Solutio Gestión Integral de Proyectos S.L., están vinculadas al Plan de Sostenibilidad Turística del Destino Turístico de Almería ‘Cabo de Gata, Paraíso del Turismo Activo’, con un importe de adjudicación del contrato de 9.908,83 euros (IVA incluido) y un plazo para la redacción del proyecto de dos meses.
La cubierta estará compuesta por módulos vegetales precultivados de especies seleccionadas de acuerdo a las características climáticas de la zona, siendo así la primera instalación municipal que contará con una cubierta de estas características, tras la experiencia piloto que se está realizando en el edificio municipal Alma.
Beneficios medioambientales del proyecto
La disposición de una cubierta vegetal como la proyectada para este edificio conlleva beneficios frente al cambio climático. Entre otros, una mayor eficiencia energética al lograr una transmitancia de la cubierta más baja y una mejora de la durabilidad de la cubierta al proteger los elementos de impermeabilización de la cubierta.
Además, se conseguirá una mejora en la gestión del agua de lluvia al reducir el agua de escorrentía que generan las cubiertas convencionales (retención de agua), y una reducción del efecto isla de calor al reducir las superficies artificiales que retienen y multiplican el calor (pavimentos, materiales sintéticos, edificaciones, etc.).
En este sentido, también mejora la biodiversidad y la presencia de especies en la zona dando lugar a la presencia de insectos, pájaros y otra fauna propia de la zona, y una mejora de la salud, ya que un m2 de cubierta vegetal genera el oxígeno requerido por una persona al año, filtra 10 m3 de aire al año y es capaz de retener hasta 130 gramos de polvo.
Como parte de la estrategia de adaptación al cambio climático de la infraestructura, la cubierta vegetal, además de favorecer el comportamiento climático del edificio y de proveer de mejor calidad del aire en el entorno, favorecerá la gestión de las aguas pluviales en la zona, mejorando la eficiencia hidrológica de la cubierta, y reduciendo los volúmenes de escorrentía.
Por último, se espera que la cubierta promueva la reducción de la contaminación de la escorrentía generada en esta superficie gracias a un sistema natural de filtrado, además de proporcionar servicios ecosistémicos como beneficios estéticos, valor agregado ecológico y una mejora del rendimiento térmico del edificio.