El Ayuntamiento de Rubí (Barcelona), a través de la empresa municipal Proursa, ha iniciado las obras de rehabilitación energética integral en dos bloques de viviendas de protección oficial ubicados en las calles Belchite y Pontevedra. El objetivo del proyecto es reducir la demanda energética de calefacción y refrigeración, disminuir el consumo de energía primaria no renovable y mejorar la calificación energética de los edificios, que pasarán de una categoría E a una B. Las obras tienen una duración prevista de unos 24 meses, por lo que se espera que finalicen en verano de 2026.

En total, se actuará sobre 61 viviendas —22 en la calle Belchite y 39 en la calle Pontevedra—, con una inversión conjunta de 1.978.762,58 euros. Esta actuación cuenta con financiación de los fondos europeos Next Generation, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Actuaciones para reducir el consumo energético
Entre las principales actuaciones previstas se encuentra la mejora del aislamiento de las cubiertas mediante la colocación de poliestireno extruido, así como la intervención en las fachadas, donde se instalará un sistema SATE o se aplicará insuflado de lana mineral en las cámaras. También se procederá a la sustitución de las ventanas por carpinterías de aluminio con rotura de puente térmico, vidrio bajo emisivo y gas argón, junto con la renovación de persianas por modelos con aislamiento térmico.
Además, se instalará un sistema de aerotermia para la producción de agua caliente sanitaria (ACS), lo que permitirá una reducción significativa del consumo eléctrico, superior al 70%. Como parte del compromiso con las energías renovables, se colocarán placas fotovoltaicas para autoconsumo con una potencia de 42 kW. En el ámbito de la accesibilidad, se instalarán ascensores de alta eficiencia energética (calificación A) en los edificios que actualmente no disponen de ellos, y se reformarán los vestíbulos para garantizar el acceso a nivel de calle.
El diseño también contempla mejoras en el confort climático pasivo. En la fachada este se sustituirán las lamas horizontales por lamas verticales para optimizar la protección solar, y en la fachada sur se instalarán toldos para reducir la radiación directa durante los meses cálidos. Como medidas complementarias, se implementará un sistema de control de acceso mediante llamada perdida en el aparcamiento.