La Unión Internacional de Propietarios (UIPI) ha publicado un nuevo informe, basado en una amplia encuesta europea, que revela que, aunque la mayoría de los propietarios apoyan mejorar la eficiencia energética de sus viviendas, enfrentan importantes barreras como limitaciones financieras, falta de apoyo técnico y desconfianza hacia las medidas obligatorias, lo que dificulta la ejecución de las rehabilitaciones.

El informe, titulado ‘Perspectivas y experiencias de los propietarios europeos de inmuebles sobre la rehabilitación de edificios’, se basa en las opiniones de más de 5.500 propietarios y arrendadores de 32 países, recopiladas en una encuesta realizada entre julio y diciembre de 2024. Elaborado en colaboración con asociaciones nacionales y proyectos financiados por la Unión Europea, el documento ofrece una visión detallada de las motivaciones y retos que enfrentan los propietarios privados para mejorar sus viviendas.
Motivaciones y obstáculos en la rehabilitación
Según los datos presentados en el informe de la UIPI, un 78% de los encuestados reconoce los beneficios de aumentar la eficiencia energética, y un 84% ha llevado a cabo, está realizando o planea realizar rehabilitaciones en la próxima década. Las razones principales para estas reformas son la conservación del inmueble, la mejora del confort y la reducción de costes operativos. Sin embargo, solo un 13% ha realizado rehabilitaciones profundas que cumplan con altos estándares energéticos.
El factor económico emerge como la principal limitación: más de un tercio de los participantes asegura no contar con los fondos o apoyos necesarios para afrontar estas reformas, y muchos cuestionan la rentabilidad de la inversión. Además, más de un tercio de quienes rehabilitaron lo hicieron sin ayudas públicas, mientras que quienes sí las recibieron, se beneficiaron principalmente de deducciones fiscales o subvenciones directas.
Asesoramiento técnico y políticas comunitarias
El asesoramiento técnico también resulta insuficiente, según el informe de la UIPI. Apenas el 55% de los propietarios consultó a profesionales, recurriendo mayoritariamente a arquitectos, y solo el 11% conoce los centros de servicios integrados (ventanillas únicas) promovidos por la Directiva europea sobre el rendimiento energético de los edificios. Sin embargo, quienes los utilizan valoran positivamente su ayuda.
Respecto a las políticas comunitarias, casi el 60% se muestra contrario a la obligatoriedad de las Normas Mínimas de Eficiencia Energética (MEPS), citando costes elevados, falta de flexibilidad y vulneración de derechos de propiedad. Por otra parte, la mitad de los que cuentan con un Certificado de Eficiencia Energética duda de su fiabilidad, y el conocimiento sobre los Pasaportes de Renovación de Edificios es muy bajo, aunque existe disposición a adoptarlos si se ofrecen subvenciones.