Comunicación presentada al II Congreso Edificios Energía Casi Nula:
Autora
- Elisabet Cuenca, CEO, OpenDomo
Resumen
Existen muchas plataformas cloud de monitorización pero pocas que incluyan el control. Se ha comprobado que la monitorización requiere un seguimiento constante si se quieren obtener resultados satisfactorios. No obstante este seguimiento a veces no es posible, o es excesivamente caro con discutible amortización de la inversión. La monitorización junto con el control permite obtener resultados de ahorro energéticos más rápidos y plazos de amortización inferiores a un año. Para ello, es necesario implantar soluciones económicas que no requieran de grandes instalaciones, sino que controlen toda la instalación desde el cuadro eléctrico y que eviten descuidos, potencias mal contratadas o consumos excesivos en diversos momentos del día.
Todos conocemos estudios sobre los ahorros potenciales que aporta la monitorización de las instalaciones, estimándolos entre el 10% y 25% de la energía consumida. Mención especial a la palabra “potenciales” puesto que tener potencial para ahorrar no implica directamente el ahorro.
Tras analizar muchos clientes, hemos detectado que las principales ineficiencias vienen motivadas por un mal uso de la instalación por parte del personal. En la mayoría de casos nos encontramos picos por arranques simultáneos, descuidos diversos y manipulación de las temperaturas de consigna de las máquinas de clima.
Para detectar estas fugas de energía y aplicar medidas de eficiencia energética, hay que empezar midiendo. Teniendo datos se puede tomar decisiones. Por lo tanto, una vez monitorizada la instalación deberemos servirnos de otros recursos para poder encontrar e implementar las soluciones que nos permitirán conseguir ahorros potenciales detectados, y convertirlos en ahorros reales.
Una vez implantadas las medidas se constatarán los ahorros a través de la monitorización, pudiendo así calcular con datos reales sobre la instalación, el retorno de la inversión. En algunos casos, además se aprovechará para implementar la ISO 500001 de mejora continua.
Entre las medidas o actuaciones para la obtención de los ahorros potenciales se encuentran medidas simples, como podría ser un cambio de tarifa eléctrica o de proveedor de esta energía, o medidas más complejas, como la sustitución de los distintos consumidores de la instalación por otros más eficientes como podría ser la sustitución de las luminarias fluorescentes por nuevos equipos con tecnología LED o la mejora de los aislamientos para evitar fugas térmicas.
Otras de las medidas simples, pero muy costosas, es la formación a los usuarios de estas instalaciones para que sean más eficientes y respetuosas con el uso de los recursos, todos sabemos que estos usuarios, normalmente, no son los que pagan las facturas y, por ello, es necesario un proceso de concienciación meticuloso.
Uno de los problemas que nos encontramos en todas estas medidas es que son soluciones estáticas que no se adaptan a los cambios futuros. Por ejemplo, si cambiamos la iluminación LED de una empresa y cambia su actividad u horario, es probable que esa misma iluminación ya no nos resulte totalmente eficiente. Por ejemplo una oficina que pasa a ser un archivo, ya no necesita tanta iluminación puesto que sus usos han cambiado.
Otro ejemplo lo encontramos en los relojes para que se enciendan las luces de la calle cuando se pone el sol, es una gran medida de ahorro, pero necesitamos ser pro activos y comprender que la luz del sol desaparece a distintas horas cada día del año, que otros días hay nubes, que hay días festivos y especiales en los que nos interesa tener la iluminación exterior, reclamo de nuestro negocio, encendida sin importar el coste, etc.
De la misma manera nos ocurre que formamos al personal de una cadena de ropa para que sean muy meticuloso y eficiente en el uso de los distintos sistemas de climatización y alumbrado y realmente conseguimos un ahorro elevado, pero son tipos de negocios con una alta rotación del personal, así que nos obligamos a volver a formar al nuevo personal, y así continuamente teniendo unos gastos implícitos en el proceso de ahorro y gestión eficiente que nos penalizan las cuentas de resultados.
Frente a estos problemas existen varias soluciones, como los sistemas SCADA o los BMS. El problema de estas soluciones es que son complejas de manejar, que requieren un tiempo de aprendizaje y que tienen un elevado coste de implantación y mantenimiento. Además nos obligan a trabajar a dos manos, es decir, por un lado, controlar los costes y ahorros con la plataforma de monitorización energética, y por otro, a gestionar de la forma más eficiente la plataforma de control (SCADA o BMS).
Nosotros consideramos que la apuesta de futuro es una plataforma de monitorización y control, adaptable, gestionable con facilidad, amigable y a medida de los distintos requerimientos de los clientes, para poder reaccionar con la mayor velocidad posible a los cambios, errores, ineficiencias, fallos en el sistema, etc. Una plataforma que de manera remota nos permita, una vez detectada la ineficiencia en el sistema, actuar sobre la instalación de forma programada y remota, nos conseguirá ahorros en formación y una mayor comodidad para los usuarios de las instalaciones que no deberán apartar su atención de su trabajo para manejar las instalaciones.
Pensemos en el caso reciente de un cliente del sector Retail. Mediante la monitorización se ha detectado que los potenciales de ahorro son enormes porque el uso de la instalación por parte de los empleados no es eficiente. Por ejemplo, los empleados no se preocupan por activar solamente los alumbrados de reposición antes de abrir y siempre activan toda la iluminación de entrada. De la misma forma, puesto que hay empleados más receptivos a la temperatura que otros, se detectaron hasta 16 cambios en la temperatura de consigna de un local en menos de 1h. Todas estas ineficiencias reducen los ahorros finales, además de reducir la vida útil de los distintos dispositivos. Por otro lado, se detectaban descuidos de apagados por las noches y algunos fines de semana. También tenían un importante dispendio económico 2 veces al año, cuando mandaban al equipo de mantenimiento a poner en hora los relojes de las carteleras y escaparates exteriores. El cliente sabe que sus empleados están para vender y que difícilmente mantendrán de forma continua una actitud de gestión eficiente de la instalación y por tanto, para conseguir los ahorros energéticos potenciales necesita añadir la automatización y control. Pero, por otro lado, es consciente que la implantación de un sistema domótico, SCADA o BMS, no le es rentable ni se puede permitir el coste de implantación en estos momentos.
Por suerte, ahora, existen algunas plataformas de gestión energética (ya no simples plataformas de monitorización energética) que pueden regular las temperaturas de consigna, los horarios de encendido y apagado del alumbrado, cambiar de manera masiva los horarios de apertura y cierre de escaparates y alumbrados exteriores.
Estas soluciones deben ser sencillas y poco intrusivas en este tipo de instalaciones para evitar grandes costes de instalación y por eso actúan directamente contra los interruptores de protección de cabecera y se manejan distintas cargas con un único controlador IP conectado a internet.
Estas soluciones tampoco suponen comprar un software propietario ni un servidor dedicado para tal efecto, porque sería un gasto de difícil recuperación. Para evitar estos gastos de implantación y también con el fin de tener una herramienta constantemente actualizada, se recomienda que la solución esté alojada en un cloud de internet, permitiendo una escalabilidad total y con una gran capacidad de mejora. El cliente debe poder elegir las opciones que necesita para su tipo específico de instalaciones y aplica simplemente lo que usará.
Por ejemplo, se debe poder establecer distintos usuarios con unos permisos concretos, impidiendo al personal de tienda modificar los horarios de consigna, o permitiendo al personal de administración acceder a la información de facturación pero no a los aspectos técnicos de las instalaciones.
También deber permitir enviar a la misma herramienta de lectura de consumo eléctrico, por ejemplo, información a los dispositivos de control para desactivar consumidores concretos en caso de estar cerca de la potencia máxima contratada y evitar penalizaciones por superar el maxímetro, así como establecer valores máximos y mínimos que, una vez superados, provoquen una reacción de todo el sistema para minimizar el fallo y la ineficiencia.
Por último, la solución debe poder permitir tener alarmas que se envíen al teléfono móvil y actuar sobre la propia instalación a distancia, permitiendo no sólo ser más eficientes energéticamente, sino que, además, se reduzcan los costes derivados de estas ineficiencias y nos permita avisar al equipo de mantenimiento de forma adecuada, informándole de la naturaleza de la avería.
De la unión de un sistema BMS y una plataforma de monitorización energética se están obteniendo ROIs de entre 6 meses a 1 año, sin contar la funcionalidad extra que se ofrece a los usuarios de las instalaciones.
En uno de los últimos proyectos en los que ha participado activamente Open Domo, se han detectado grandes ineficiencias en el uso de los equipos, es curioso como los empleados estaban formados para encender y apagar el local, tenían etiquetas de colores encima de los magneto-térmicos para, así, encender o desactivar los distintos aparatos mediante un código de colores:
- El rojo estaban los que nunca se deben apagar: Alarmas, cámaras, sistema contraincendios, motores de las persianas, etc.
- En amarillo tenían marcada la línea de alumbrado de reposición, los ordenadores, y las cortinas de aire.
- En verde estaba todo el resto, alumbrado de venta, proyectores, pantallas, televisores, escaparates interiores, etc.
Monitorizando, se descubrió que, a pesar de tener el cartel en verde, y por lo tanto debiendo ser desconectada, la línea de alimentación de las pantallas interiores de la tienda (dos pantallas de LED de 3 metros de largo por dos de ancho y un consumo de 2000W cada una) permanecía encendida todo el día, como si de un sistema esencial se tratara. Al detectar el error se procedió inmediatamente a mandar a un responsable energético y un responsable de mantenimiento para ver qué problema tenía el procedimiento y saber porque los empleados, no desconectaban ese circuito a la hora de cierre del local como era de esperar.
Se descubrió que, debido al calor del cuadro, algunas etiquetas de colores estaban despegadas, así que, los empleados, al no ver la etiqueta indicada, no desconectaban los circuitos puesto que no entienden las complejidades de los sistemas eléctricos y no saben dónde tocan.
Tampoco se percataron de que las etiquetas estaban despegadas, simplemente seguían con la rutina que tenían marcada.
Al ver este problema tan simple, una pegatina despegada, pero que provocaba consumos indeseados de 4KW a la hora durante 14 horas al día y que a fin de año eso implicaba un exceso de consumo de 20.500KW/h cada año, unos 2.500€ aproximadamente recurrieron a un sistema que les ha costado 1.100€ pero que maneja todas esas cargas de forma automatizada, programada y con funcionalidades cloud extendidas como las comentadas anteriormente.
Como pueden ver, el ROI en este caso ha sido de menos de 6 meses, con lo cual se puede concluir que la inversión está más que justificada.
Conclusión
Todas estas ventajas en cuánto al control de la instalación hacen que las plataformas de monitorización deban evolucionar de forma radical y dejar de usarse exclusivamente para obtener potenciales si no para obtener ahorros directos y justificar su utilización de forma verdadera.