El alcalde de Madrid entrega las llaves de 139 viviendas sostenibles y visita al bulevar bioclimático del Ensanche de Vallecas.

Estructuras de acero revestidas de vegetación que recrean, en un diseño urbano, entornos mediterráneos: es el bulevar bioclimático de la avenida de la Naturaleza. Con la misma filosofía, un edificio de alta eficiencia energética que alberga 139 viviendas sostenibles y permite, gracias al aprovechamiento solar, cubrir el 75% de las necesidades de agua caliente sanitaria. Son dos proyectos impulsados por la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), ubicados en el Ensanche de Vallecas, que demuestran, en palabras del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, que en Madrid es posible desarrollar una arquitectura bioclimática capaz de ahorrar energía y disminuir la emisión de contaminantes.



Ruiz-Gallardón ha visitado ambas iniciativas, que forman parte de sendos proyectos de la Unión Europea. En el Ensanche de Vallecas, ha dicho, tanto las viviendas como el espacio público, responden a un nuevo e innovador concepto de ciudad sostenible, un compromiso del actual Gobierno de la Ciudad de Madrid.


Bulevar bioclimático


La primera parada del recorrido ha sido en el bulevar bioclimático, un proyecto de la EMVS incluido en un programa de la Unión Europea para recrear en las ciudades entornos mediterráneos, y que se caracteriza por introducir en el diseño urbano elementos de naturaleza. Para ello, explicó el alcalde, se recurre a estructuras de acero revestidas de vegetación, denominadas árboles de aire o pabellones. Este nuevo espacio de encuentro tiene más de medio kilómetro de longitud y una superficie total de 27.500 metros cuadrados.


Su construcción se ha divido en dos fases: durante la primera, en la que se han invertido cerca de un millón de euros (financiada en parte por la Unión Europea) se construyeron los primeros 100 metros, en los que se encuentra el pabellón climático; la segunda, cuyo presupuesto ha superado los 2,5 millones de euros, íntegramente aportados por el Ayuntamiento, suma 450 metros y acoge los pabellones lúdico y mediático.


Cada uno de los árboles está construido en un 90% con material reciclado. Son reutilizables y reciclables, y cumplen tanto una función social como medioambiental. Además, su diseño permite rebajar las altas temperaturas hasta en 12 grados centígrados, generar energía y reducir la contaminación. Así, el ‘árbol de aire’, situado más al Norte, crea un ámbito acondicionado por aire y agua atomizada que facilita el descanso y el ocio en unas condiciones medioambientales óptimas.


El ‘árbol lúdico’ está en el centro del bulevar y tiene un área infantil que incluye una zona de arenero y columpios, que cuelgan de la propia estructura. El ‘árbol mediático’, en el extremo Sur, cuenta con una pared para proyectar contenidos audiovisuales, en los que se informará de las condiciones meteorológicas. El suelo de todos los árboles se ha hecho con caucho reciclado.


Gracias a la instalación de 246 metros cuadrados de paneles solares, los árboles, apuntó Ruiz-Gallardón, no sólo se autoabastecen, sino que parte de los 36.690 kilowatios de energía renovables que producen anualmente pueden ser distribuidos a través de la red eléctrica.


Estos pabellones, más allá de no generar huella ecológica, contribuyen a regenerar y depurar hasta 11 toneladas anuales de gases contaminantes. “Sus características convierten a este bulevar de la avenida de la Naturaleza en una auténtica revolución” puesto que son espacios de encuentro para los ciudadanos que hacen de Madrid una ciudad “más sostenible y equilibrada”.


Viviendas energéticas


La misma filosofía del bulevar bioclimático se ha aplicado al edificio de alta eficiencia energética -Proyecto SunRise-, en el que se han invertido cerca de 11,6 millones de euros, y que acoge 139 viviendas, dos locales comerciales y 141 plazas de garaje. Impulsado también por la EMVS, que participa en un programa de investigación y desarrollo tecnológico de la Unión Europea, la iniciativa demuestra que en Madrid es posible desarrollar una arquitectura bioclimática, capaz de disminuir tanto el consumo de energía como las emisiones contaminantes en torno al 50%.


Los bloques del inmueble configuran una manzana cuyas fachadas favorecen el aprovechamiento solar, según el alcalde. Se han instalado eficientes aislantes térmicos, sistemas de calefacción y agua caliente por energía solar, o grifería y cisternas preparadas para reducir el consumo de agua. Todo ello permite que la energía solar cubra, por lo menos, el 75% de las necesidades de agua caliente sanitaria, y que la energía excedente pueda aprovecharse para el sistema de calefacción.


Son viviendas en régimen de venta -cuya superficie útil oscila entre los 50,3 y los 86,6 metros cuadrados-, cuyo precio va desde los 87.254 euros del piso de una habitación, a los 135.463 del de cuatro dormitorios. El perfil del adjudicatario, detalló el alcalde, se corresponde con el de un joven menor de 35 años, que hasta ahora residía en piso de alquiler o en el domicilio paterno, y cuyos ingresos son inferiores a 3,5 veces el salario mínimo. “Ellos, al igual que otros muchos ciudadanos, son los beneficiarios del intenso compromiso en materia de vivienda que el Gobierno de la Ciudad contrajo hace cuatro años”.


El urbanismo de desarrollo que el Ayuntamiento está impulsando fuera de la almendra central de la ciudad, concluyó Ruiz-Gallardón, ha actuado ya (entre la iniciativa pública y la privada) sobre 29.516 viviendas entregadas, en ejecución o en proyecto de las 35.000 de protección previstas para 2008, es decir, un 84,3% del compromiso adquirido hasta esa fecha. De esas 35.000, 14.500 corresponden, en régimen de venta, a la iniciativa pública directa. Se han entregado, están en ejecución o proyectados 11.005 pisos, y en mayo próximo esta cantidad se habrá elevado hasta los 12.000.

 
 
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