¿Un Futuro Sostenible?

La empresa Valora Consultores, con la colaboración de la Fundación OPTI, entidad bajo el protectorado del Ministerio de Industria, experta en la realización de estudios de prospectiva, han llevado a cabo un estudio de prospectiva sobre “El comportamiento social ante el desarrollo sostenible”. En el trabajo se reflexiona sobre cual será el posible comportamiento de la ciudadanía en su vida cotidiana en los próximos años ante el reto de preservar los recursos naturales para las generaciones venideras.

El objetivo principal de este estudio radicaba en detectar e identificar los riesgos y problemas a los que se enfrentan no sólo los consumidores, sino también el tejido empresarial, ante la demanda cada vez mayor de recursos.

En el informe se establecen tres escenarios distintos. En ellos se refleja el tipo de respuesta que la sociedad española podría dar, desde ahora y en la próxima década, respecto a la sostenibilidad, teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos tecnológicos, económicos, humanos, institucionales y naturales que podrían prevalecer en cada uno de los escenarios.

Escenario A: “Planeta Azul” (hacia el 2025)

Gracias a la favorable actitud de los agentes sociales, económicos y políticos, junto con la abundancia de recursos tecnológicos y económicos, este escenario ofrece un panorama claramente propicio para dar respuesta a las exigencias impuestas por el paradigma de desarrollo sostenible y para afrontar con posibilidades de éxito ciertos retos críticos para la sociedad española como son la gestión de los efectos derivados del cambio climático, la ordenación del territorio o la mejora de la eficiencia energética.

* El planeta azul escenifica un modelo de sociedad ambientalmente consciente en la que prevalece el principio de la moderación y la restricción del consumo. Su alto nivel educativo y cultural explica la fuerte movilización ciudadana a favor de un desarrollo más sostenible bajo el lema: “O nos salvamos todos o nadie se salva”.

* Prevalece un modelo de desarrollo económico basado en el crecimiento, pero sin violentar el medio ambiente.

* Se potencia el reciclaje, siendo la empresa que vende un nuevo producto la encargada de recuperar y reciclar el antiguo.

* Los consumidores están muy informados y realizan un consumo selectivo, ético y ecológico. Huyen del bombardeo publicitario y su lealtad hacia las marcas es muy volátil.

* Con el fin de no agrandar la huella ecológica por los costes energéticos y de transporte, el consumo se orienta hacia productos alimenticios frescos producidos en los territorios próximos y dentro de sus estaciones naturales.

* La fuerte movilización social hacia los temas ambientales ha calado fuertemente en el ámbito empresarial: la Responsabilidad Social Corporativa es ampliamente aplicada por las empresas españolas, aportándoles beneficios tangibles.

* Los criterios de sostenibilidad se han adoptado en todos los sectores productivos, incluso en las Pymes, mediante la implantación de sistemas de gestión ambiental.

* Imperan los modelos de gobierno muy participativos y transparentes. El Gobierno Español cuenta con una estrategia nacional e intersectorial, coherente con la Unión Europea, para hacer frente al cambio climático.

* Ante los excesos inmobiliarios cometidos a finales del siglo XX, se han dictado moratorias urbanísticas que han frenado el desarrollo urbano y turístico del litoral español. Se observa una mayor protección del suelo virgen y los planes urbanísticos contemplan importantes reservas de suelo libre, con el fin de preservar sus funciones paisajísticas y de conexión ecológica.

* Han descendido los niveles de consumo per cápita en recursos energéticos e hídricos.

* Se observa un abandono paulatino de los centros comerciales periurbanos a favor de las áreas comerciales más integradas en los tejidos urbanos.

* Se promueve un modelo de ciudad compacta, compleja y eficiente. Cuenta con abundantes espacios públicos que facilitan las relaciones humanas y proporciona servicios básicos, fácilmente accesibles a las viviendas, con el objetivo de minimizar los desplazamientos en transporte motorizado.

* Clara apuesta por el ferrocarril de alta velocidad frente a las carreteras de alta capacidad y mayor uso del transporte colectivo, lo que permite recuperar la calle como espacio público para la movilidad no motorizada y la relación social. Muchas ciudades cuentan con extensas áreas dedicadas para uso exclusivo de bicicletas.

* Los nuevos conceptos sobre propiedad compartida (vehículos, segundas residencias, etc.) han ganado muchos adeptos al reducir el consumo de recursos y mejorar los índices de sostenibilidad.

* Extensa utilización de la arquitectura bioclimática. Gracias a las innovaciones tecnológicas en este campo los nuevos edificios satisfacen entre el 60 y el 70% de sus necesidades energéticas mediante la aportación solar. Además, las emisiones residenciales de CO2 han disminuido un 40%.

* Existen estrictas normativas europeas sobre el control de emisiones en sectores fuertemente contaminantes, como son el transporte y las industrias de procesos que han supuesto una pesada carga en sus cuentas de resultados, pero la acción concertada entre empresarios y gobierno ha facilitado la transición hacia tecnologías menos contaminantes.

Escenario B: Desarrollo Depredador (hacia el 2025)

El segundo escenario se desarrolla en un contexto en el que los recursos son abundantes para lograr un desarrollo más sostenible, pero los agentes sociales, económicos y políticos, y los ciudadanos en general, se muestran poco alineados con los criterios de sostenibilidad.

* El consumo domina la escena económica española y la población encuentra en los centros comerciales todo tipo de soluciones a sus demandas. La calidad de vida para gran parte de los ciudadanos está ligada a su capacidad de consumo y a los signos externos que esto conlleva.

* La sociedad española se rige mayoritariamente por valores pecuniarios y consumistas y vive inmersa en una cultura de cambio e inmediatez que impulsa el crecimiento del consumo, sin reparar en los graves impactos ambientales que produce este comportamiento.

* Los consumidores están poco formados en materia ambiental, no discriminan los productos según criterios de sostenibilidad y, evidentemente, no están dispuestos a pagar por ello.

* Guerra feroz entre distribuidores y mercados locales para ofertar productos a bajo precio, lo que repercute en una pérdida de calidad de los productos y en el olvido de los consumidores de la producción local con denominación de origen y de las fórmulas de consumo responsable.

* En materia de alimentación ha aumentado el consumo de productos exóticos procedentes de países lejanos y de productos frescos cultivados por medios artificiales fuera de su estación natural. Esta demanda multiplica la huella ecológica al requerir transportes de largo recorrido y cultivos con elevados consumos energéticos.

* La responsabilidad social corporativa vive horas bajas, no ha desaparecido, pero es un simple reclamo de marketing para maquillar las actividades depredadoras de las empresas.

* Sigue creciendo la actividad urbana y turística en las zonas costeras e insulares, al tiempo que muchas urbanizaciones en el litoral mediterráneo han tenido que ser abandonadas por la escasez de agua para mantener sus onerosos equipamientos deportivos y recreativos.

* Proliferan proyectos inmobiliarios caracterizados por una clara falta de criterios de sostenibilidad: estaciones artificiales de esquí en zonas calidas y playas artificiales en climas fríos.

* El transporte por carretera sigue dominando tanto para el transporte de pasajeros como de mercancías. El ferrocarril se ha desplegado por todo el país aunque de forma poco respetuosa con el medio natural. En las ciudades prevalece el trasporte puerta a puerta frente al transporte público y el uso de la bicicleta es muy marginal ante la ausencia de carriles exclusivos.

* El consumo de recursos energéticos en los procesos productivos y sectores como el transporte y la vivienda es muy elevado y la creciente demanda energética se cubre a través de la energía nuclear y el carbón.

Escenario C: Vuelta a Empezar (hacia el 2025)

Este tercer supuesto de futuro plantea un escenario dominado por la tensión y la frustración social, debido a que los agentes públicos y privados están perfectamente concienciados sobre las necesidades de un desarrollo sostenible, pero sus expectativas se han visto truncadas por la falta de respuestas en los ámbitos tecnológico y económico.

* La sociedad española sufre un profundo desencanto con el orden socieconómico establecido desde finales del siglo XX, que ha provocado una crisis de consecuencias imprevisibles. Se produce un profundo cambio en los valores sociales y se rechaza el consumismo a favor de la religiosidad o del compromiso personal con el resto de la sociedad.

* El crecimiento económico de España es nulo o muy pequeño. Las tasas de desempleo superan los dos dígitos y el acceso al mercado laboral es muy difícil, al tiempo que ha aumentado la precariedad laboral.

* Esta difícil situación, unida a la alta concienciación social en temas ambientales provoca una transformación drástica de los estilos de vida. Entre los dominantes está el principio de ganar y consumir menos con el objetivo de trabajar menos o de forma más flexible. La gente parece dispuesta a cambiar sus comportamientos cotidianos con el fin de superar la crisis socioeconómica que se vive en ese momento.

* La fuerte recesión económica que vive el país ha frenado, incluso ha descendido levemente, el consumo de energía primaria. El encarecimiento de los combustibles fósiles junto con la baja producción hidroeléctrica a causa de la persistente sequía, ha obligado al gobierno a volcarse en el desarrollo de la energía nuclear y las energías renovables. Esta apuesta por la energía nuclear produce un profundo rechazo social, que se refleja en frecuentes y polémicos debates entre las fuerzas vivas.

* Los consumidores adoptan forzosamente comportamientos de consumo y de ocio más responsables. Se reduce drásticamente el gasto familiar en ocio y en bienes de lujo para preservar el consumo de productos básicos.

* El precio se convierte en factor determinante en la adquisición de productos y pierden relevancia otros factores como la innovación, la marca, la imagen o los envases. El ciclo de vida de los productos se alarga y se potencia su reutilización y reciclaje.

* El empresariado se ha visto forzado a la incorporación de tecnologías que proporcionen ahorros energéticos para optimizar los procesos productivos, lo que supone la transformación forzosa de la ética empresarial respecto a los temas ambientales. Las actuaciones irregulares de muchos empresarios en este campo provoca la desconfianza de la sociedad hacia el sector privado.

* Vuelta a un medio rural bien equipado, con el propósito de disfrutar más de la naturaleza y de un ritmo de vida más sosegado. Tanto en el medio rural como el urbano, los estilos de vida están marcados por el espíritu de la autosuficiencia. Los ciudadanos han aprendido a ser más eficientes con el consumo de recursos no renovables y a valorar al máximo los conceptos de reutilización y reciclaje.

* Predominan los medios de transporte colectivo y no motorizados. Se apuesta por el ferrocarril y el transporte marítimo como los más sostenibles para el traslado de personas y mercancías, en detrimento de las carreteras de alta capacidad y del transporte aéreo.

* En las ciudades, el automóvil privado se ha convertido en un artículo de lujo y en su lugar se propicia el uso de transportes colectivos y vehículos individuales no motorizados. La crisis energética ha impulsado a abrir un gran número de carriles para bicicletas, con gran aceptación por parte de los ciudadanos.

* En este escenario existe una fuerte demanda social para transformar profundamente el proceso edificatorio y orientarlo hacia modelos y proyectos más sostenibles. Las Administraciones Públicas obligan a la construcción de cualquier tipo de edificio nuevo según criterios bioclimáticos.

* Las Administraciones Locales son perfectamente conscientes de la importancia de abordar un desarrollo sostenible y responsable, pero se ven condicionadas por otras prioridades críticas: el aumento de las necesidades sociales y la reducción de costes.

CONCLUSIONES

Una vez analizados e identificados los riesgos y problemas a los que la empresa y el consumidor ha de hacer frente, el estudio concluye que: cualquiera que sea el escenario que nos depare el futuro, el logro del paradigma de la sostenibilidad en nuestro país pasa por el cumplimiento de una serie de condiciones que nos permitan afrontar con mayor certidumbre los retos venideros.

En primer lugar, hay que diseñar escenarios climáticos más precisos para conocer mejor el posible impacto climático en aquellas actividades socioeconómicas clave para España.

En segundo lugar, deben evaluarse con realismo y rigurosidad las capacidades efectivas de la tecnología para solventar los futuros problemas energéticos y ambientales.

En tercer lugar, hay que elaborar planes de ordenación territorial de carácter integral e intersectorial que apuesten decididamente por la sostenibilidad.

En cuarto lugar, la Administración Pública, ya sea europea, nacional, regional o local debe sentirse comprometida y responsable con las normas que debe poner en marcha en su nivel competencial respecto a la consecución del desarrollo sostenible.

En último lugar, la concienciación social y la inteligencia colectiva respecto a la sostenibilidad debe aumentar con el fin de transformar los comportamientos socioculturales y de consumo hacia otros más sostenibles.

En definitiva, en España nos enfrentamos, en gran medida, a un reto de índole cultural en el que van a primar la información y la educación ciudadana como principales herramientas para abordarlo. Enfrentarnos a este desafío va a suponer importantes modificaciones tanto en nuestros hábitos de vida y comportamientos sociales como en los sistemas de gobierno y en los modelos empresariales. Ante estos cambios se abren nuevas oportunidades económicas, sociales y ambientales.

En este sentido, del estudio, se extrae la necesidad de desarrollar soluciones que permitan a las empresas abordar los retos que le van a exigir la sociedad y la administración. Estos retos pasan por reimaginar las estrategias de las empresas y por desarrollar nuevos productos de sostenibilidad. Para ello, innovación y sostenibilidad son los elementos claves en las que se han de basar los nuevos modelos de negocio.

 
 
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