Australia y España, unidas por la Construcción Sostenible en Madrid.

Australia aboga decididamente por la Construcción Sostenible y por eso, la Comisión Australiana de Comercio (Austrade), encargada de promocionar los productos, servicios y tecnologías de ese país a los mercados exteriores, ha organizado una jornada que bajo el título “Australia y España. Enlaces para construir un futuro sostenible”, tuvo lugar ayer 20 de mayo en Madrid. La jornada contó con la participación, como ponente, del arquitecto Iñigo Ortiz, del estudio Ortiz León Arquitectos.

La Construcción Sostenible en Australia

Australia destaca en la aplicación de prácticas de construcción sostenible, lo que le ha conferido una reputación internacional en este área. No en vano, es el país más urbanizado del mundo en porcentaje per cápita y sin duda, será el continente más afectado por los efectos del cambio climático. Por tanto, no es de extrañar que un 84% de los arquitectos y contratistas australianos estén sensibilizados con los criterios propios de la construcción sostenible.

Pese a los 18.000 kilómetros que separan a España de Australia, las condiciones climáticas de ambos países son muy similares (veranos cálidos, largos periodos de sequía y cortos periodos de fuertes lluvias). En Australia, los retos se centran en el incremento de la temperatura y de los niveles del mar y sus implicaciones adversas en la degradación de la utilidad de los terrenos. Otros retos significativos son el ahorro energético y la gestión de sus escasos recursos de agua.

Uno de los primeros pasos iniciados en Australia en este sector tuvo lugar durante los juegos olímpicos de Sidney en el 2000, que fueron consideradas las primeras olimpiadas “verdes”. Por primera vez se incorporó el uso de la energía solar y el uso de materiales de construcción totalmente reciclables, la reutilización del recurso hídrico y la rehabilitación de la zona pantanosa que rodea a Sidney en una zona habitable para el siglo XXI.

En Australia, los estándares de la construcción sostenible están designados por el Green Building Council of Australia, que otorga su calificación en estrellas, de seis a cuatro en función de la excelencia del proyecto.

Iñigo Ortiz, arquitecto

“El arquitecto tiene que recuperar el protagonismo que ahora suple la tecnología”, apuntó Ortiz.

No se puede decir más cosas en menos tiempo. Y es que a Íñigo Ortiz, arquitecto y fundador del estudio madrileño que comparte con Enrique León -Ortiz León Arquitectos-, le bastaron veinte minutos para exponer las claves de dónde nos encontramos y hacia dónde debemos dirigirnos en materia de construcción sostenible en España.

En su intervención como ponente invitado a la jornada “Australia-España, enlaces para construir un futuro sostenible”, Ortiz comenzó mostrando lo que a su juicio es uno de los mejores ejemplos del mundo de construcción sostenible, el Melbourne Council House 2, “un edificio que, como debe ser, se identifica con la arquitectura bioclimática desde fuera, nada más verlo”.

Proyectado por el arquitecto Michael Pearce y más conocido como CH2, es el primer edificio en Australia que cuenta con la distinción de seis estrellas que otorga la corporación Green Building Council of Australia y que el arquitecto español tuvo ocasión de visitar con ocasión de la conferencia mundial sobre construcción sostenible que se celebró en la ciudad de Melbourne, del 21 al 25 de septiembre de 2008.

“En 1985, había 38 millones de habitantes en España y en 2009, algo más de 46 millones. En ese mismo periodo de tiempo hemos pasado de tener 16 millones de viviendas a 26 millones, todas ellas construidas antes de la entrada en vigor del CTE. Por otro lado, en enero de este año se han visado 11.000 viviendas en España y se prevé que en 2009 se construyan menos de 100.000 viviendas, frente a las más de 600.000 viviendas del ejercicio anterior. Esto nos lleva a dos conclusiones: que la rehabilitación adquiere un protagonismo fundamental ligado a la sostenibilidad y que habrá que hacer mejor las futuras viviendas”.

De esta forma resumía Ortiz la evolución de la construcción en España en los últimos años y planteaba la necesidad imperiosa de que los equipos encargados de proyectar y construir edificios (arquitectos, ingenieros…) dediquen más tiempo para desarrollar edificios bioclimáticos.

Para Ortiz, existen tres vías de llegar a la sostenibilidad en arquitectura; la legal, que es la que se emplea en España y otros países europeos y que se basa en la aplicación de normativas como el CTE, el RITE, las directivas europeas, nacionales y regionales. “Esta vía permite, sin embargo, construir en base a la normativa edificios poco eficientes y cuya certificación energética no evalúa todos los consumos energéticos”.

Otra vía es la americana, a través del Green Building Council, que no involucra a los organismos oficiales, y otra es la que busca, a través de la arquitectura y la ingeniería, alcanzar el nivel máximo de sostenibilidad. “Esta última es la vía en la que nuestro estudio de arquitectura se basa”, dijo Ortiz, cuyo argumento apoyó con ejemplos de edificios proyectados por Enrique León Arquitectos, tales como la Torre Mapfre de Barcelona, construida hace 15 años, la sede social de Sanitas ó el edificio de oficinas Alvento (2005), único en España con certificación LEED Plata, entre otros.

Diseño permaarquitectónico

Por otro lado, Ortiz quiso hacer una aportación semántica al tan manido concepto de “sostenibilidad” en la arquitectura, proponiendo el concepto de diseño permaarquitectónico.

La permacultura trata de cómo diseñar asentamientos sostenibles. Es una filosofía y una manera de usar la tierra, que combina microclimas, plantas anuales y perennes, animales, suelos, uso del agua y necesidades humanas, para crear comunidades productivas y cohesionadas. “De este modo, se concibe al arquitecto como administrador y garante de los recursos de la tierra, debiendo conocer los sistemas naturales y energéticos del lugar sobre el que se erige el proyecto, para proponer una arquitectura coherente con el entorno y que permita al arquitecto recuperar el protagonismo que hasta ahora ha venido supliendo la tecnología. Creando, en definitiva, un estilo de arquitectura sostenible que debe cuidar la tierra, tomar decisiones a favor de la naturaleza, promover el confort, optimizar los recursos energéticos y reducir el mantenimiento”, señaló Ortíz.

Otro concepto que quiso destacar Ortiz en su intervención es el de “Trías Energética”, entendido éste como la reducción de la demanda energética, la gestión de esa demanda con la máxima eficiencia y la utilización de fuentes renovables o poco contaminantes para gestionarla. “Este concepto –señaló- debe tenerlo siempre en cuenta el arquitecto en sus proyectos”.

Confort interior

La última parte de la intervención de Ortiz se centró en el confort ambiental, toda vez que existe un incremento en la sensibilización por el ambiente interior de los edificios, pues tal y como señalan algunos estudios, los ambientes interiores pueden contener hasta cinco veces más contaminación que los exteriores.

El arquitecto abogó por el estudio de un confort no sólo sensorial (el que percibimos con los sentidos, como el calor o la humedad), sino también extrasensorial, que implica el control de la calidad del aire, la emisión de componentes orgánicos volátiles, el control de los rayos ultravioletas, etc.

 
 
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