El Ayuntamiento de Madrid va a iniciar un debate público entre expertos para diseñar la Gran Vía del siglo XXI. Ahora que cumple cien años, el Gobierno de la Ciudad considera que además de evocar lo que fue y lo que significó para el Madrid del siglo pasado es también una oportunidad para pensar en su futuro y en sus posibilidades para incrementar el protagonismo como eje comercial, lúdico y cultural. El objetivo es recabar ideas, que no son vinculantes, para fortalecer este emblemático eje e impulsar en él una actividad adaptada a las necesidades actuales. El plazo para presentar propuestas se cerrará el 30 de junio.
La estrategia sería combinar y compatibilizar focos de ocio, comercio y cultura con nuevas actividades, dotaciones y sedes institucionales vinculadas al conocimiento y la innovación. Y también reducir el tráfico rodado, potenciar el transporte público, mejorar la movilidad peatonal, solucionar los problemas de la carga y descarga, y ordenar las paradas de taxis y de autobuses colectivos discrecionales.
La inauguración de la Gran Vía el 4 de abril de hace cien años constituyó una iniciativa de efectos profundamente transformadores, aportado a la ciudad modernidad y vanguardia al concentrar, como ninguna otra calle en este periodo, la esencia y el dinamismo del comercio, la arquitectura, el ocio, la cultura, y la diversidad de Madrid.
Tres tramos
La Ciudad de Madrid propone reforzar la personalidad de cada tramo de la Gran Vía. En el primero, que discurre desde la calle de Alcalá hasta la Red de San Luis, se fortalecerían los usos relacionados con el conocimiento y la investigación, aprovechando la presencia de numerosas instituciones ya consolidadas, como el Instituto Cervantes, el Círculo de Bellas Artes, el Casino del Ejército y la Armada, o el antiguo Círculo de la Unión Mercantil e Industrial.
El segundo tramo, comprendido entre la Red de San Luis y la plaza del Callao, se especializaría en la innovación, apoyándose en la existencia de edificios que albergan actividades relacionadas con la tecnología, la comunicación y las nuevas formas de ocio, como Telefónica o el antiguo Palacio de la Música.
Y en el tercer tramo, entre la plaza del Callao y la Plaza de España, se fomentarían los usos relacionados con el espectáculo, la hostelería y la restauración.
Los dos nodos de articulación de esta estructura de tramos serían la Red de San Luis y la plaza del Callao. El primer se configura como punto de articulación con el eje comercial Fuencarral-Montera-Sol. El segundo, como lugar de acontecimientos mediáticos y culturales, de manera que sea un importante foro cívico y de encuentro en la ciudad.
Comité de evaluación
Para valorar la calidad e idoneidad de las propuestas, en el comité de evaluación de las ideas estarán representados los sectores que desarrollan su actividad empresarial en este ámbito; los profesionales de la arquitectura; las áreas de Gobierno municipal competentes en materia urbanística, económica y artística, el presidente de la Junta del distrito Centro, y un representante de cada uno de los Grupos Municipales.