Edificio Bioclimático FBAL

El arquitecto italiano Luca Lancini ha diseñado la nueva sede de la empresa de ingeniería FBAL Consultores, ubicada en el parque Científico y Tecnológico de Leganés, en la Comunidad de Madrid. Se trata de un edificio sostenible y bioclimático que según el arquitecto “representa, por medio de una metáfora estética y geométrica, los conflictos entre la arquitectura sostenible y el urbanismo insostenible”.

Presentamos a continuación el proceso que ha dado como resultado el singular diseño del Edificio FBAL. Desde el punto de vista morfológico, representa el resultado del dialogo surgido de la necesidad de compaginar los requerimientos de la arquitectura bioclimática con la normativa urbanística. Mientras que desde el punto de vista conceptual simboliza la integración del pasado (la tradición) y el futuro (la innovación), en un conjunto que logra su armonía gracias al contraste de los materiales, de las texturas y de las soluciones técnicas.

Arquitectura bioclimática y urbanismo

Uno de los principales factores que influyen sobre el proyecto bioclimático de la construcción es la orientación y el entorno. Ambos aspectos, en un entorno urbano dependen de la normativa urbanística: la orientación de las calles principales, altura máxima de los edificios, las distancias entre lindes, etc., cuyos criterios influyen de forma decisiva sobre el diseño del edificio.

Desafortunadamente, los criterios bioclimáticos no son los que determinan las reglamentaciones urbanísticas, lo que dificulta poder diseñar de forma bioclimática los edificios.

Un ejemplo podría ser orientar las calles principales de una urbanización en dirección este/oeste, distribuyendo parcelas de forma rectangular alargada en dirección este/oeste. Estos aspectos obligan a diseñar edificios cuya fachada principal, aunque correctamente orientada (hacia el sur o el norte), tiene una dimensión demasiado reducida para poder utilizar correctamente las energías del entorno.

El edificio FBAL

El edificio bioclimático de oficinas de FBAL Consultores representa morfológicamente la dificultad de diálogo que existe entre la arquitectura bioclimática y la normativa urbanística. Este falta de diálogo se concretiza por medio de la compenetración volumétrica entre dos edificios conceptualmente y temporalmente distintos:

  1. Un edificio (1, verde), que representa el bioclimatismo histórico del arquitectura tradicional que se proyecta según el clima
  2. un segundo edificio (2, rojo), que representa la arquitectura actual que traslada a la tecnología la responsabilidad de la climatización y confort de los espacios interiores.

Este diálogo interrumpido empieza por el edificio tradicional (1) que para orientar correctamente su fachada hacia el sur necesita estar rotado de unos grados con respecto a la parcela (A). Dicha rotación determina que no deje de cumplir con las distancias mínimas normativas hasta los lindes laterales.

Para poder cumplir con estas distancias urbanísticas, que en este caso eran de 6 metros, todo el edificio se traslada hacia arriba (B) y a continuación, para mantener estas mismas distancias desde los lindes superiores también, el corte normativo amputa una parte (C) en forma triangular (2), que se vuelve a colocar en el lado inferior del edificio para lograr la misma edificabilidad y los mismos metros cuadrados construidos (D) que el edificio original (A).

Según Luca Lancini, la fachada oeste, revestida de lamas de colores representa metafóricamente esta adecuación a la normativa urbanística: “Después del corte urbanístico, el edificio sigue dialogando con su agresivo presente normativo protegiendo el lado herido (oeste) por medio de un jersey de lamas de aluminio de colores, que aprovecha la alegría de los diseños de Paul Smith para superar pacíficamente el dolor del conflicto pero seguir recordando lo sucedido (memoria histórica).”

El resultado es un edificio compuesto por 5 fachadas distintas, 3 pertenecientes al edificio tradicional y 2 pertenecientes al edifico moderno.

Cada edificio utiliza un lenguaje formal y unos materiales distintos.

El edificio antiguo (verde) acaba teniendo sólo tres fachadas “originales” en ladrillo cara vista (1-sur, 3-norte y 5-este en planta baja y bajo cubierta) y una fachada “herida”, la orientada hacia el oeste (2), que queda protegida por las lamas de aluminio multicolor según el diseño del Paul Smith. Su cubierta está compuesta por 5 cubiertas inclinadas y su fachada principal (1), es asimétrica porque le falta la parte que fue amputada (la pilastra vertical del lado izquierdo).

Su funcionamiento bioclimático está garantizado por la protección total de la radiación solar del lado oeste gracias al uso de lamas de aluminio muy tupidas y a la instalación de conductos de luz realizados en madera para exterior, que evitan por su inclinación, la entrada directa del molesto sol de la tarde en las oficinas.

La fachada sur (1) está diseñada para aprovechar la radiación solar durante los meses fríos y proteger el interior del calor durante los meses cálidos gracias a los voladizos de los balcones.

Lo poco que queda de la fachada norte tiene un conjunto de ventanas cuadradas de madera natural, parte de las cuales (las esquineras hacia el lado oeste) también quedan cortadas por la amputación sufrida.

La fachada este original queda sólo en la planta baja y en la planta bajo cubierta, porque en las demás plantas queda oculta detrás del edificio moderno (rojo). El edificio actual, que nace del traslado de las ares recortadas (rojo), tiene sólo dos fachadas la este (5) y parte de la norte (4).

La fachada este (5) presente en tres pisos (primero, segundo y tercero) está totalmente protegida por lamas de aluminio vertical que funcionan como un disipador de calor, protegiendo la superficie de la fachada de los rayos solares directos y ocultando por completo las ventanas corridas de aluminio desde la vista de la calle principal.

La fachada norte (4), a diferencia de la que pertenece al edificio tradicional (3), tiene ventanas corridas horizontales de aluminio y un acabado superficial con un material porcelánico actual de color refractario blanco. Representando esta parte del edificio la modernidad, su cubierta es plana, creando un contraste visual acentuado entre los dos edificios, sobre todo si miramos la relación entre la planta baja y las paredes exteriores de las cubiertas inclinadas y la pared en aluminio plateado de los pisos (primero, segundo y tercero).

Respecto al interior, el patio de distribución interior se ha situado en el centro del edificio, permitiendo a todas las oficinas disfrutar de luz natural en todo el perímetro de las mismas. El almacenaje de papel y documentos de todas las oficinas se ha previsto en unos armarios perimetrales que rodean completamente las mismas aumentando la inercia térmica del conjunto

El pasado día 28 de marzo se presentó el Edificio FBAL en rueda prensa por Alejandro Halffter, viceconsejero de Vivienda y Suelo de la Comunidad de Madrid, Jesús Gómez, alcalde de Leganés, Fernando Balcabao, director general de FBAL Consultores, y promotor del proyecto, y el arquitecto Luca Lancini, que recibirá el próximo mes de junio, en la Sede de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York, el premio WTA de Sostenibilidad 2012, de manos de la organización sin ánimo de lucro Woman Together.

 
 
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