Reutilizan los materiales del edificio original para la construcción del nuevo Pabellón de Filología de la Universidad de Zaragoza

La nueva Facultad de Filología y Letras de la Universidad de Zaragoza será un edificio de referencia en Aragón en materia de sostenibilidad y eficiencia energética. El pasado jueves 14 de febrero comenzó la demolición del Pabellón de Filología, que dará lugar a los trabajos necesarios para acometer la reforma y ampliación de esta facultad. Los materiales como madera, metal y papel han sido recogidos y reciclados antes del derribo, y está previsto reutilizar materiales ya existentes del edificio original como las tejas, puertas, piedras y tierras, en el nuevo edificio.

El proyecto incluye la construcción, en lugar del pabellón, de un moderno edificio departamental, la rehabilitación del conjunto histórico y la urbanización del entorno de la Facultad. Su ejecución costará 19 millones de euros.

El pasado mes de noviembre comenzó la recogida, clasificación y retirada de los distintos materiales del interior del edificio para su reciclaje. Ya se han retirado más de 40 t de papel y se esperan extraer otras 40 t más. También se separarán más de 600 t de metal y unos 3.200 m3 de madera. Este trabajo lo ha realizado la UTE Facultad de Filosofía, que está formada por las empresas FCC Construcción S.A, FCC infraestructuras energéticas S.A.U, constructora pirenaica COPISA y EASA-Estructuras Aragón.

Esta misma semana también ha comenzado la recogida del vidrio de las ventanas y del aluminio de las mismas. La clasificación de los distintos elementos ha sido tan exhaustivo para minimizar el impacto ambiental que hasta se separan los fluorescentes de las lámparas diferenciando su gestión a través de las correspondientes empresas autorizadas.

El proyecto de ejecución ha definido medidas específicas de reutilización de materiales existentes en el edificio original que se han integrado en la propia obra. Por ejemplo se van a emplear 1.700 m2 de teja, 53 puertas originales del pabellón de Geografía, 232 m2 de piedra de Calatorao, 50 m2 de pavimento de teselas y casi 5.000 m3 de tierras. Además de restaurar y colocar de nuevo el Mural de Grávalos de reconocido valor cultural.

Antes del comienzo de las obras la universidad reubicó y reutilizó gran parte del mobiliario en distintas dependencias del propio campus. Además, mediante la colaboración con la Fundación Dónalo, hasta 616 enseres que no pudieron ser reubicados se donaron a 13 ONGs, asociaciones y ayuntamientos de toda España.

También se ha procedido a la tala y trasplante de las especies vegetales afectadas por las obras, dando cumplimiento al proyecto aprobado por el Ayuntamiento de Zaragoza.

El Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza han procurado en todo momento que el proyecto cuente con las máximas garantías tanto en el diseño, como ejecución y el mantenimiento futuro.