Con el fin de reducir el exceso de CO2 en la atmósfera, el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) investiga con el proyecto Innopul el desarrollo de piezas estructurales 100% reciclables con un coste competitivo que facilite su rápida introducción al mercado. El desarrollo representa una alternativa más sostenible para el sector de la construcción y más económica, dada la mayor durabilidad de estos productos y el menor mantenimiento que requieren.

En esta iniciativa colaboran ocho empresas que cubren toda la cadena de valor de este proyecto, desde fabricantes de materiales plásticos y empresas transformadoras hasta empresas de construcción y servicios de arquitectura e ingeniería: Eslava, UBE, Xúquer Arquitectura e Ingeniería, Miraplas, Mocaplas, Urbana, Typsa y el Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia (CAATIE).
Perfiles con altas prestaciones mecánicas y reciclables
Los productos finales de este proyecto dotarán a las envolventes y superficies de edificios y estructuras de una resistencia duradera, además de su capacidad de reciclado y otras facilidades, como la posibilidad de transformarse en perfiles curvos o de unirse a otros materiales mediante soldadura, lo que ofrece la posibilidad de obtener estructuras hibridas metal-composites sin utilizar adhesivos.
De esta manera, Aimplas trabaja en una nueva línea de fabricación de perfiles con altas prestaciones mecánicas y reciclables mediante un proceso de producción automatizada, conocido como pultrusión termoplástica.
Proyecto Sosco2 para reducir las emisiones de CO2
El Instituto Tecnológico del Plástico trabaja también en el proyecto Sosco2 que aborda el reto de convertir el dióxido de carbono en un recurso a través de dos líneas estratégicas: el desarrollo de tecnologías de separación selectiva de CO2 basadas en membranas poliméricas con propiedades avanzadas y el posterior uso del dióxido capturado para obtener productos químicos de mayor valor añadido.
El sistema desarrollado en este proyecto, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), permitirá que las industrias cementeras, azulejeras, del sector del plástico o químico de la Comunidad Valenciana no solo reduzcan sus emisiones, sino que se beneficien de un compuesto aparentemente sin valor como el dióxido de carbono y lo transformen en productos de gran interés en el mercado como etileno, carbonatos cíclicos y policarbonatos.
Las tecnologías de valorización de carbono juegan así un papel clave para alcanzar una economía circular por lo que entidades del sector cerámico, cementero y químico como Laurentia Technologies, Torrecid, Quimacova, UBE o LafargeHolcim han mostrado su interés en el desarrollo de este tipo de tecnologías sostenibles y colaboran en este trabajo desde el inicio.
Estos proyectos cuentan con la financiación de la Consejería de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo de la Generalitat Valenciana a través de ayudas del Ivace con la cofinanciación de los fondos Feder de la Unión Europea, dentro del Programa Operativo Feder de la Comunidad Valenciana 2014-2020. Estas ayudas están dirigidas a centros tecnológicos de la Comunidad Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico realizados en cooperación con empresas para el ejercicio 2021.