El emblemático puente de Santa Bárbara, un viaducto medieval que conecta el casco urbano de Enciso (La Rioja) con aldeas cercanas y enclaves de interés turístico, ya está completamente rehabilitado. El material para llevar a cabo la rehabilitación se ha obtenido a partir de un cemento bajo en emisiones, el Vertua Supremo de Cemex, cuyo proceso de fabricación tiene una huella de carbono reducida.
La obra, gestionada por la Consejería de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación del Gobierno de La Rioja, ejecutada por OCISA de la mano de Áridos Autol con cemento suministrado por Cemex, ha tenido como objetivo reforzar la bóveda del puente para frenar el deterioro causado por las filtraciones de agua y el paso del tiempo, preservando su apariencia histórica.
Cemento bajo en emisiones
Los trabajos realizados han incluido el corte y retirada de la capa de rodadura del hormigón armado en su calzada y el ensillado total del puente para retirar su relleno interior y así sustituirlo por otro de hormigón en masa. Para fabricar este hormigón se ha empleado cemento Vertua Supremo de Cemex, una gama de materiales sostenibles fabricados con una reducción de CO2 de más del 55% en su proceso de fabricación. Este ha permitido alcanzar un fraguado más lento, óptimo para restaurar antigüedades. Además, gracias a un pavimento de hormigón estampado, se ha conseguido un acabado final estético y funcional.
“En Cemex nos sentimos orgullosos de haber contribuido en la rehabilitación del puente de Santa Bárbara. Este proyecto no solo pone en valor una infraestructura emblemática, sino que también demuestra cómo la innovación en materiales de construcción puede adaptarse a las exigencias del patrimonio histórico, asegurando un resultado excepcional tanto en resistencia como en estética”, comenta Iñaki Carmona, asesor comercial de Cemex.
Además de su valor patrimonial, esta infraestructura tiene una relevancia estratégica al comunicar Enciso con aldeas como El Villar de Enciso, Poyales o Navalsaz, así como áreas turísticas (como el parque de aventura El Barranco Perdido) y yacimientos paleontológicos. El refuerzo estructural permitirá mantener su capacidad de uso actual, asegurando el paso de vehículos con una sobrecarga máxima de 12 toneladas.