Investigadores del USDA Forest Product Laboratory y de la Indiana University of Pennsylvania han evaluado el impacto de la certificación FSC sobre la cubierta forestal teniendo en cuenta diferentes contextos económicos y climáticos, utilizando modelos de datos de panel dinámicos y el método generalizado de momentos (GMM). El estudio destaca que la certificación FSC favorece tanto el mantenimiento como el incremento de la masa forestal, ofreciendo una sólida alternativa frente a la deforestación en diversas regiones del mundo.

La investigación, titulada ‘Sustainable forest management through certification and wood products trade: Analyzing the role of the FSC across diverse economic and climatic contexts’, ha sido desarrollada por Inoussa Boubacar y Yaya Sissoko. Publicada en la revista científica Journal of Cleaner Production, analiza datos de 70 países entre los años 2000 y 2021, un periodo en el que la superficie forestal global disminuyó de 4.146 a 4.045 millones de hectáreas.
En esas dos últimas décadas, se han perdido 100 millones de hectáreas de superficie forestal en todo el mundo a causa de la expansión agrícola, la tala ilegal, la minería y el avance del cambio climático. Este contexto refuerza la necesidad de soluciones efectivas que promuevan la conservación de los bosques a largo plazo.
Efectos positivos en todas las zonas climáticas
Entre los principales hallazgos del estudio, se concluye que el impacto de la certificación FSC es particularmente significativo en países de ingresos medianos bajos, donde las presiones sobre los recursos naturales, la debilidad institucional y las necesidades de desarrollo sostenible son especialmente intensas. Sin embargo, los efectos positivos también se evidencian en países con diferentes niveles de ingresos, lo que demuestra que el sistema FSC es aplicable y beneficioso en una amplia variedad de contextos.
El análisis también revela que la certificación FSC produce resultados positivos en todas las zonas climáticas, incluyendo regiones tropicales, templadas y mixtas, aunque con diferencias en la magnitud del impacto. Este aspecto refuerza la importancia de adaptar las estrategias de certificación a las condiciones ecológicas y socioeconómicas específicas de cada región para maximizar su eficacia.
Además de los datos empíricos, el estudio se apoya en investigaciones previas para realizar una comparación entre el FSC y otros marcos de certificación forestal. Las conclusiones destacan que el sistema FSC, gracias a sus exigentes criterios ambientales, sociales y económicos, ofrece garantías más sólidas de sostenibilidad. Esto lo convierte en una herramienta valiosa para gobiernos, empresas y organizaciones que buscan mejorar la gestión de los recursos forestales y frenar la pérdida de biodiversidad.
En un contexto global marcado por la crisis climática y el deterioro acelerado de los ecosistemas, este nuevo respaldo científico fortalece la posición del FSC como una solución práctica, eficaz y basada en evidencia para la conservación de los bosques. Su adopción a mayor escala podría representar un paso decisivo en la lucha contra la deforestación y en la promoción de modelos de desarrollo sostenibles y responsables.