La Junta de Andalucía ha lanzado dos nuevas líneas de ayudas destinadas a reforzar la acción climática en los municipios andaluces. El conjunto de las convocatorias alcanza casi 6 millones de euros y tiene como finalidad apoyar a las entidades locales en la gestión de los efectos del cambio climático, un fenómeno que ya está generando impactos en la salud, el bienestar y la economía de la población.

Andalucía es una de las regiones europeas más vulnerables al calentamiento global, según los Escenarios Locales de Cambio Climático, que anticipan incrementos de temperatura de entre 2 y 4,5 grados a mediados de siglo, con picos de hasta 5,5 grados en los escenarios más desfavorables.
Estas proyecciones se traducen en fenómenos como el calor extremo, la falta de agua o episodios meteorológicos adversos que condicionan la vida diaria, especialmente en áreas urbanas donde la densidad edificatoria y la escasez de vegetación intensifican las denominadas islas de calor.
Contenido de las ayudas y objetivos de actuación
La primera convocatoria está dotada con 5 millones de euros y financiada con fondos FEDER. Sus bases, publicadas en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía el 12 de noviembre, permiten respaldar actuaciones como la creación de zonas verdes, cubiertas y muros vegetales, intervenciones en centros educativos, sistemas de recogida de aguas pluviales, restauración de humedales y ríos, y la habilitación de espacios de sombra y confort climático en zonas vulnerables.
Todas estas actuaciones persiguen la reducción de emisiones, la mejora de la biodiversidad y el incremento del confort urbano, en línea con el Objetivo Político 2 del FEDER y con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13, relativo a la acción por el clima.
La segunda línea de ayudas, dotada con 775.000 euros y dirigida a municipios de más de 50.000 habitantes, se enmarca en el Plan de Impulso al Medio Ambiente para Eventos Adversos. Financia el 100% de los costes subvencionables, con importes de entre 15.000 y 60.000 euros por entidad.
Su finalidad es impulsar proyectos piloto de sensibilización, educación climática y capacitación para colectivos especialmente expuestos a riesgos derivados de las olas de calor, cada vez más intensas y frecuentes. Estas iniciativas buscan mejorar la preparación ciudadana y reforzar la capacidad municipal de respuesta ante episodios extremos.
Ambas convocatorias representan un avance significativo dentro de la estrategia climática autonómica, al proporcionar a los ayuntamientos herramientas técnicas y económicas que facilitan actuaciones anticipadas frente a los impactos del calentamiento global y fortalecen la resiliencia local.