La Vivienda Autosuficiente

Dentro de la línea de trabajo, “Maneras y procedimientos de desarrollar un urbanismo relacionados con el medio ambiente, aplicando criterios de sostenibilidad medioambiental, social y económica”, de la actividad que desarrolla el Institut d’arquitectura avançada de Catalunya se enmarca el Concurso Vivienda Autosuficiente:“1st advanced architecture contest”.

A continuación presentamos las reflexiones del IaaC expuestas en el Prólogo del Libro “1st advanced architecture contest” por el Arquitecto Vicente Guallart, que nos introducen el concepto de “Vivienda Autosuficiente.

¿Qué es la vivienda autosuficiente?

Si a principio del siglo XX se propuso que la vivienda era una “maquina de habitar” como referencia un nuevo modo de entender la construcción de los espacios habitables propios de una nueva era, en el siglo XXI nos enfrentamos al reto de la construcción de una vivienda sostenible, y en su límite, autosuficiente.

La vivienda entendida como un organismo vivo, que interactúa con su entorno, que toma recursos de él, emite y gestiona información y en su funcionamiento global es autosuficiente. Como un árbol en un campo. La vivienda, como producto inmobiliario no es el objetivo de la arquitectura avanzada. Lo es la creación de las condiciones de la habitabilidad de un individuo, que resuelve sus necesidades vitales, a diferentes escalas y en diferentes tiempos. El proyecto de habitabilidad humana se resuelve en un entorno local, a la escala del barrio, del edificio o de los propios límites individuales de una vivienda. Una vivienda autosuficiente estará conectada a este sistema local, y sabrá responder a las condiciones sociales, culturales, técnicas y económicas de su entorno. Y, al mismo tiempo, sabrá gestionar su pertenencia a una red de información a escala global, a organismos similares a él, con los que comparte recursos e información e interactúa de forma remota.

En la práctica diaria, en los países occidentales, observamos asombrados como el precio de la vivienda en las ciudades aumenta, sin que aumente de forma objetiva su valor. La vivienda pierde en gran medida su valor social para convertirse en un puro objetivo económico, en el que el valor del suelo sobre el que se asienta fija su valor de mercado. Ante esta situación cabría exigir a las propias viviendas adecuar sus cualidades específicas a su precio de mercado. Cabría exigir el diseño y la construcción de edificios que generen el 100% de la energía que consumen, que reciclen la totalidad de su agua a través de varios procesos, que reciclen los residuos que generan localmente y que, en el límite, son capaces de generar una nueva materialidad con ellos. Si en el siglo XX la alta disponibilidad y consumo de energía fueron paradigmas de desarrollo a nivel internacional, en el siglo XXI el paradigma es el ahorro y la utilización inteligente de los recursos disponibles, de forma local y entrelazada.

Y, por ello, la Arquitectura tiene una nueva responsabilidad: la de ser capaz de responder a nuevas necesidades. Los barrios, los edificios o las viviendas deberían ser capaces de asumir nuevas funciones como captadores, acumuladores o transformadores de sinergias, más allá de la creación de una piel que aísla del clima cambiante del entorno. A la Arquitectura hay que exigirle más. Los arquitectos deben ser capaces de diseñar organismos habitables que desarrollen funciones e integren procesos propios del mundo natural, que antes se realizaban de forma remota en otros lugares del territorio. La subcontratación de la creación de energía en un lugar remoto parece propio de una época pasada, como era la dependencia de la computación remota para el proceso de datos.

Y por ello existe el reto de pensar cómo deben ser los edificios o las viviendas en esta nueva situación. Cómo somos capaces de evolucionar el diseño y la construcción de los edificios, de forma integral más allá de superponer soluciones tecnológicas de catálogos a edificios de catálogo. Más allá de consideraciones puramente formales sobre las que en la actualidad parece centrada la arquitectura. La investigación en el desarrollo de materiales debe permitir una actualización de la materialidad de los edificios, para mejorar los sistemas constructivos que durante siglos han llevado al desarrollo de una arquitectura muy basada en la transformación de los materiales encontrados de forma local. Ahora es el momento de la interacción entre disciplinas y tecnologías con el fin de producir soluciones que integren diferentes ámbitos de investigación.

¿Por qué la necesidad del hábitat autosuficiente?

Francesc Fernández i Joval, Presidente del IaaC, expone algunas razones y reflexiones:

El concurso 1st advanced architecture contest

El Concurso Avanzado de Arquitectura es una nueva manera para promover el conocimiento, usando el Internet como espacio global y abierto para la investigación. El Institut d’arquitectura avançada de Catalunya ha lanzado a la comunidad arquitectónica internacional un tema de reflexión (la casa autosuficiente) que es aplicable desde el mundo entero hacia mundo entero. El resultado servirá de base para un trabajo de investigación que se desarrollará en mayor profundidad en el IaaC en Barcelona durante los años 2006 y 2007. De esta manera proponen el inicio de un proceso que estimulará el progreso social, técnico y cultural, así como promoverá el avance de la arquitectura.

El primer concurso de arquitectura avanzada, celebrado de mayo a octubre de 2005, fue planteado como una estrategia para estimular la investigación en nuevas maneras de entender el hecho de habitar, donde diversos arquitectos y estudiantes de arquitectura manifestaron su visión desde ópticas locales, presentando muy diferentes actitudes e ideas respecto a lo que consideran autosuficiente.

El concurso de arquitectura utilizó Internet como espacio global de investigación. Para ello se lanzó una cuestión de reflexión a la comunidad arquitectónica internacional sobre la capacidad de la arquitectura para pasar de ser “la máquina de habitar” al “hábitat autosuficiente”. La consulta recibió más de 2.500 inscripciones de participantes de todo el mundo. En el estadio final, se presentaron 524 proyectos de 108 países diferentes, de los cuales resultaron ganadores 3 proyectos.

A partir de los resultados del concurso, el IaaC va a desarrollar trabajos de investigación orientados a producir un prototipo de una vivienda y un barrio autosuficiente. Por ello, el principal proyecto de investigación del IaaC en el curso 2006-2007 se desarrollará entorno al concepto de SELF-SUSFICIENT HABITAT. En él, se investigarán aspectos urbanos y territoriales de la construcción inteligente y sostenible del territorio, y se desarrollará un prototipo, a escala 1:1, de una vivienda autosuficiente.

Los Proyectos Ganadores

La evaluación de los distintos proyectos por parte del jurado internacional del I Concurso Avanzado de Arquitectura reveló una gran diversidad en las aproximaciones al concepto de la “Vivienda Autosuficiente” y un nivel de trabajo excelente. El jurado otorgó los siguientes premios:

1er premio en la categoría de Vivienda Colectiva: Daniel Ibáñez Moreno, Rodrigo Rubio Cuadrado, Alberto Álvarez Agea

El jurado evaluó la idea de negociar y auto ajustar distintos programas de sostenibilidad dentro del edificio, así como entre edificios diferentes, como una solución interesante e inventiva. El hecho de que la propuesta tomara en cuenta múltiples condicionantes tanto autoimpuestos como externos, también contribuyó a la sofisticación y complejidad del diseño final.

1er premio en la categoría de Vivienda Unifamiliar: Gaetan Kohler

La idea radical de explotar la especificidad local hizo que esta propuesta fuera interesante desde un punto de vista técnico. Además, esta propuesta fue una de las pocas que plantearon una agenda de autosuficiencia exhaustiva y bien articulada vinculada a la producción agrícola local. Los miembros del jurado respondieron positivamente a la forma en que el diseño final se relacionaba con el existente paisaje.

2º premio: Nicolas Buckley, Kenny Orellana, Carlos Arguedas

El interés de esta propuesta consistió en su enfoque realista hacia la sostenibilidad, aprovechando al máximo las soluciones lo-tech en un contexto donde las soluciones hi-tech resultan imposibles. Dos aspectos daban singularidad a esta propuesta: primero, los argumentos proyectuales estaban relacionados al contexto exterior, vinculando la propuesta a agendas económicas y sociales a gran escala; y segundo, proseguían una versión actualizada de las tácticas para la remediación de la vivienda propias del siglo XX.

3er premio: Yukio Minobe, Etsushi Yamada, Shinri Takano, Chiaki Noto, Shinichi Takahashi, Hiroyoshi Matsumoto.

El punto de interés principal de la propuesta era la reformulación del “tejado verde” bidimensional en una superficie tridimensional. Esta táctica no solamente multiplica efectos conocidos, pero también actúa como señuelo visual, atrayendo atención y transformando el perfil del skyline, un recordatorio sobresaliente dentro de la ciudad. El jurado también quiso reconocer cada uno de los proyectos y arquitectos, de todo el mundo, quienes hayan presentado aplicaciones diversas de autosuficiencia a escala global, y conceder a estos el título de “Delegados-Red’ del IaaC.

Conclusión

El concepto de Sostenibilidad lleva implícita la reflexión de todos y la búsqueda de nuevos caminos a seguir. Es necesaria la revisión de conceptos planteados en momentos con condiciones sociales diferentes a las que vivimos hoy y evidentemente resulta necesaria la búsqueda de un nuevo concepto de vivienda.

 
 
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