Estación Central de Stuttgart

El diseño de la nueva Estación Central de Stuttgart (Alemania), obra coganadora del global Holcim Awards Oro 2006, que premia a los mejores proyectos de construcción sostenible a nivel mundial, es un proyecto digno de elogio que reclama el espacio urbano perdido y estimula el orgullo social con un nuevo centro urbano que despliega sensibilidad estética y maestría de los materiales.



El Arquitecto autor del proyecto, Christoph Ingenhoven, de Ingenhoven und Partner Architeckten, Dusseldorf (Alemania), consigue con el edificio unir dos distritos urbanos antes escindidos, la antigua y la nueva ciudad, promoviendo así la cohesión y proporcionando nuevas oportunidades para actividades de ocio y para la interacción entre todos los grupos de edad.



La Estación Central, es el punto central del Proyecto Stuttgart 21, propuesta del equipo de Ingenhoven que ya ganó un concurso internacional en 1997. Con esta intervención urbanística se conseguirá dotar a la ciudad de unas 100 hectáreas para uso público, mediante el soterramiento de las vías existentes y la creación de una estación subterránea que permitirá la creación de un gran parque adyacente a la estación que conecte el centro de la ciudad con el río Neckar.



El Proyecto urbano-arquitectónico Stuttgart 21 cuyo objetivo principal es la modernización sustancial de la estación de tren más importante de la ciudad, consigue a través de su diseño ahorrar energía, proporcionar espacios verdes públicos y a la vez conectar las líneas de alta velocidad de los trenes modernos de Europa, con el transporte colectivo y con las autopistas de alto estándar. Esta refinada y eficiente combinación de tecnología y gestión de recursos aporta un valioso trasvase de conocimiento a través de las disciplinas de la arquitectura, la planificación, el diseño del paisaje y la ingeniería civil, urbana y medioambiental.



Se ha tenido especial cuidado en potenciar el edificio histórico de la estación diseñado por Paul Bonatz en el siglo XIX haciendo funcionar su torre como un mirador y convirtiéndola en hito urbano, a la vez se incrementa el aprovechamiento del parque Schlossgarten como pulmón verde de Stuttgart creando al mismo tiempo un espacio subterráneo contínuo, bello y lleno de luz para la estación. Y todo ello brindando a los usuarios una nueva forma de permanecer en una estación subterránea con aire limpio sin ventilación mecánica y libre de CO2.



El proyecto da una espacial importancia a la continuidad espacial del tejido urbano consiguiendo mediante este gran plano continuo la unión con los centros comerciales aledaños e inspirando un nuevo sentido de los valores colectivos en cuanto al potencial del lugar sin caer en gestos extravagantes o nostálgicos.



La entrada de la estación subterránea, con un gran hall cubierto por un caparazón de hormigón de alta resistencia, deja pasar la luz natural a través de numerosas claraboyas con forma de ojos cuyo objetivo es la captación de la energía exterior que es trasladada al interior de la construcción soterrada. Además de cumplir el objetivo de iluminar y climatizar, el diseño de la estructura permite conformar el espacio público de la superficie.



Esta cubierta de hormigón es el elemento clave del proyecto y fue desarrollada por el equipo de Ingenhoven en colaboración con Frei Otto y una serie de ingenieros de estructuras. La estación tiene una longitud de 420 m, un ancho de 80 m y una altura de 12 m. La cubierta es lo más esbelta posible, con un espesor de sólo 35 cm, trabajando siempre a comprensión, lo que hace que la necesidad de acero como soporte sea mínima. De esta forma se consigue otro de los objetivos del proyecto que es la reducción de la cantidad de material a utilizar.



La forma de la cubierta es abovedada, la cubierta está dividida en 28 módulos sostenidos por una serie de cálices, con un túnel en la base y una claraboya en la parte superior, ubicados entre las cuatro plataformas y las paredes exteriores. La ventilación de la estación se consigue a través de los túneles, en combinación con las claraboyas cuya apertura o cierre se produce en función de las necesidades de climatización y la climatología.


 


El ahorro de energía se logra gracias a la utilización inteligente de las fuentes naturales distribuyendo los ojos de luz sobre las plataformas de manera que se garantice la iluminación en el hall durante 14 horas al día, dado que la estación, concebida como un espacio de encuentro público, estará abierta las 24 horas.


Algunos datos de la obra


Según palabras del arquitecto Christoph Ingenhoven, «durante el mes de marzo del 2007 se prevé alcanzar un acuerdo para la fincnaciación del proyecto, que ha generado un gran debate entre las administraciones, y cuyo coste se situará entre los 4.000-5.000 millones de euros. En la segunda mitad del año próximo se comenzará el pliego de condiciones de la obra, que comenzará  a finales del 2008 o principios del 2009. La Estación de Stuttgart estará terminada para el año 2013-2014».


Conclusión


El proyecto Stuttgart 21 alemán tiene en cuenta aspectos ecológicos, el ahorro de recursos de todo tipo y su filosofía es netamente sostenible. Demuestra que lo nuevo y lo tradicional se pueden unir proporcionando una mayor calidad de vida.



La emblemática presencia esta estación contribuirá sin duda a un uso más concertado del transporte público y su simbolismo actuará como catalizador del diálogo sobre el futuro de la sostenibilidad municipal entre los ciudadanos, generando con suerte una concienciación más extensa de la necesidad de la acción conjunta en la conservación de los recursos.

 
 
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