Los edificios con fachadas acristaladas ahorrarán energía mediante una nueva tecnología basada en agua en circulación.

Los edificios con fachadas acristaladas podrán ahorrar en gasto energético y mejorar su eficiencia con una tecnología desarrollada en la Universidad Politécnica de Madrid. Inteliglass, spin-off de esta Universidad, diseña ventanas para estabilizar la temperatura en el interior de los edificios.

La belleza de las fachadas acristaladas así como la sensación de amplitud e iluminación que proporcionan, hace que su uso sea cada vez más frecuente en la arquitectura moderna.

No obstante, su utilización presenta serios inconvenientes especialmente en países como el nuestro y en épocas como el verano, cuando la ausencia de muros hace que el interior de los edificios se caliente en exceso, lo que obliga a utilizar grandes instalaciones de aire acondicionado para su refrigeración.

Para resolver estos problemas, un grupo de profesores investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid ha desarrollado una tecnología consistente en un acristalamiento con una cámara de agua en circulación. En el caso de que el cerramiento sea opaco al infrarrojo y al espectro visible, la capa de agua transporta toda la energía que viene del sol. “Así se evita el excesivo gasto en aire acondicionado en verano y se mejora la sensación de confort en invierno”, asegura uno de sus promotores, el investigador Juan Antonio Hernández.

Una piel activa e inteligente para los edificios

“Queremos que los edificios no se conciban como contenedores estáticos de usos o personas, sino como elementos activos desde el punto de vista energético”, y a través de “una piel activa e inteligente –explica Hernández – el edificio se adapta y reacciona ante el medio externo en el que se ubica”.

Para explotar la patente desarrollada por ellos mismos, los investigadores con la ayuda del área de Creación de Empresas de la Universidad, han creado la empresa Intelliglass, spin-off de la UPM.

La empresa nace con la pretensión de avanzar en la implantación de nuevos elementos constructivos relacionados con la envolvente interior y exterior de los edificios, y también con el desarrollo de nuevos sistemas capaces de regular la entrada de luz natural, según las necesidades de cada momento y lugar.

“El objetivo de Intelliglass es relacionar el ámbito de la investigación y la tecnología con el de los productos domésticos y cotidianos”, indica Juan Antonio Hernández. Confían en que, en el futuro, las líneas de investigación en el ámbito del comportamiento de los fluidos “permitirán a la empresa cubrir todo tipo de cerramientos, desde fachadas acristaladas y ventanas, hasta tabiques interiores y falsos techos”.

Intelliglass acaba de nacer pero ya ha sido premiada como una de las mejores ideas presentadas en la IV Competición de Creación de Empresas UPM.

 
 
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