El CIEA de Álava

El estudio español de arquitectura y urbanismo GOP ha sido el encargado de realizar el proyecto arquitectónico del nuevo Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CIEA) del Campus de Álava, que está llamado a convertirse en uno de los mayores exponentes de arquitectura bioclimática en España.

La propuesta presentada parte de un Anteproyecto realizado por el Servicio de Arquitectura y Obras de la Universidad del Pais Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV-EHU) y el proyecto de ejecución se ha desarrollado sobre el proyecto básico elaborado tras la adjudicación del concurso para la realización de los proyectos y la dirección de obras de ejecución para la construcción del edificio del Centro de Investigaciones y estudios avanzados del Campus de Álava.

El edificio se plantea como un servicio de la Universidad a diferentes proyectos de investigación, sin una definición precisa de las tareas a desarrollar, y por tanto ha de disponer de una gran flexibilidad, sobre todo en lo concerniente a las necesidades de instalaciones, y su adaptación a diferentes programas de investigación.

El nuevo CIEA, contemplado dentro del Plan de Desarrollo de los Campus de la Universidad del País Vasco (UPV), será una instalación “doblemente inteligente”, pues contará con las más avanzadas prestaciones para el ahorro de energía y acogerá, además, la actividad de los investigadores más cualificados en innovación tecnológica.

Las obras de construcción de este edificio, que dispondrá de 1.250 metros cuadrados de superficie, tienen un presupuesto de 6,8 millones de euros y se prevé finalicen en 2009.

Energía geotérmica complementada con fotovoltaica

Gracias a un acuerdo con el Ente Vasco de la Energía (EVE), el edificio contará con bombas geotérmicas a más de 100 metros de profundidad para el suministro energético del inmueble. Mediante una serie de perforaciones por todo el perímetro del centro, se aprovechará la energía natural procedente del subsuelo, que cubrirá el 70% de la demanda de calefacción y el 100% de refrigeración.

Con este sistema, el proyecto logrará un ahorro energético anual aproximado de 368.000 kilowatios/hora al año, lo que evitará verter a la atmósfera 132 toneladas métricas anuales de dióxido de carbono.

El resto de la energía se obtendrá mediante 432 placas fotovoltaicas instaladas en el tejado. Estos paneles cumplirán una doble función: la clásica, de generación de energía, y la de actuar como una doble cubierta que sombreará el edificio en los meses más calurosos del año.

La energía eléctrica producida por esta instalación se estima en 52.000 kilowatios a la hora en un año y, aunque se conectará a la red, se considerará autoconsumida por el propio edificio a efectos de ahorro energético.

Domótica al servicio del ahorro

Por otro lado, el centro estará dotado de un sistema domótico con la intención de reducir el consumo energético y conseguir, al mismo tiempo, un adecuado ambiente de trabajo. Los detectores de movimiento harán que las luces no estén encendidas más tiempo del necesario y reducirán de forma automática la demanda de calefacción cuando las estancias o el edificio queden vacías, aunque sea en un corto espacio de tiempo. El ahorro total previsto permitirá amortizar la instalación realizada en un periodo de 3-5 años.

Características arquitectónicas

El edificio se plantea como un espacio ofrecido por la Universidad para los proyectos de I+D, sin una definición precisa de las actividades que se desarrollarán en él. Por ello, en el proyecto de GOP prima la flexibilidad, sobre todo en lo concerniente a las necesidades de las instalaciones y su adaptación a los diferentes programas.

El CIEA contará con una imagen homogénea mediante la introducción de una doble fachada acristalada, en todo su perímetro, que ante la falta de definición de un usuario definido, y por tanto de una actividad concreta, obviara las posibles actuaciones, (oscurecimiento ventilaciones..), que se pudieran realizar en el plano de fachada.

Siguiendo estas directrices, el edificio se ofrece como un volumen claro y rotundo, mediante un aplacado de piezas de hormigón polímero, que presenta distintas singularidades según su orientación, significando en cualquier caso su representatividad.

La planta baja con actividades concretas genera, con rigor modular, una base de apoyo a las plantas superiores. El ritmo de huecos, con la disposición de dos niveles en algunos casos, refuerza, con contundencia estos aspectos, continuándose, sin solución de continuidad, en el alzado que ofrece la planta de garaje.

Sobre la fachada sur se introduce una gran galería formada por lamas de madera, fijas u orientables, que permiten en primer lugar un control de la radiación solar, y en segundo, al margen de ocultar posibles actuaciones en los huecos de fachada, genera una imagen unitaria y rotunda del edificio hacia la ciudad.

El alzado norte presenta una segunda piel, con un tratamiento de lamas fijas de madera, ya que no es necesario el control solar.

El programa del edificio

El programa del edificio gira en torno a un pasillo central al que dan los diferentes usos, que contemplan la creación de patinillos registrables de instalaciones, que recorren toda la altura del edificio, y que generan la flexibilidad necesaria para las diversas actividades de investigación.

En planta baja, al margen de un vestíbulo que como espacio de relación y control, cuenta con una superficie amplia y suficiente, se resuelven las necesidades de administración del Centro, y una mínima dotación docente asociada a la investigación de los diferentes programas que se desarrollen en éste.

Se introducen dos grandes laboratorios de investigación (cartografía y otro asociado al CSIC) así como la dotación, aprovechando el desnivel del terreno, de los servicios generales de cámaras frías, salas de cultivos, laboratorio radiactivo…, que han de ser necesariamente opacos.

Las plantas primera y segunda, de idéntica distribución, presentan un programa similar, siguiendo un esquema modular, y permitiendo el establecimiento de cualquier tipo de dotación al servicio de la investigación.

La cubierta presenta todo lo que el edificio significa. Bajo un entramado metálico, cubierto o no, se desarrollan todos los espacios necesarios para el desarrollo del programa, generando la flexibilidad demandada.

Los huecos de instalaciones rematan en una gran galería visitable, que permite la introducción de los diferentes equipos al servicio de la investigación, así como su fácil reposición, adaptación y mantenimiento.

También se introducen espacios necesarios, ya que han de estar muy ventilados, para el almacenamiento de residuos, así como de los elementos necesarios para la climatización del Centro.

Finalmente, la infraestructura cuenta con un bajo rasante, mediante la creación de un patio inglés resuelto con taludes hacia el resto de la parcela, donde se proyecta el garaje-aparcamiento, los locales de almacenaje y otros servicios generales del centro.

 
 
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