El Colegio de Arquitectos de Madrid creará un Consejo Asesor como observatorio urbano para la puesta en marcha del ‘Madrid Think Tank’.

El decano José Antonio Granero anuncia en su toma de posesión que refundirá la institución colegial madrileña para prestar los servicios necesarios que la profesión y la sociedad demandan.

Un Proyecto de Refundación, que recoge entre otros aspectos, la creación de un Consejo Asesor como observatorio urbano; presentar propuestas para estructurar la sociedad civil; el compromiso de aportar investigación, desarrollo e innovación; oponerse a la degradación del mercado de servicios profesionales; recuperar el liderazgo y la capacidad de influencia de la arquitectura en la construcción de la ciudad; caminar hacia el concepto de ciudad-humana o ser parte activa en la necesidad de que Madrid forme parte de la red de grandes capitales europeas por su pujanza, son algunas de las iniciativas que anunció el nuevo decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), José Antonio Granero, en su toma de posesión.

José Antonio Granero comienza a presidir la entidad colegial con la premisa de que los arquitectos de Madrid han apostado por un proyecto renovador, abierto a toda la sociedad, que integra diferentes generaciones, sensibilidades y formas de ejercicio profesional para mirar hacia el futuro.

“Estamos dispuestos a liderar iniciativas y ayudar a estructurar la sociedad civil. Queremos colaborar en la definición de un proyecto común para Madrid y los arquitectos aportamos conocimiento, profesionalidad, responsabilidad, capacidad de esfuerzo y compromiso; somos investigación, desarrollo e innovación”, enfatizó Granero en su discurso, con el que abrió su mandato para los próximos cuatro años al frente del COAM.

Una de las primeras medidas que el nuevo decano piensa poner en marcha es la creación de un Consejo Asesor, como observatorio urbano. Se trata de un foro estratégico de opinión y propuestas que aglutinará a diferentes profesionales a fin de impulsar la actividad económica y la calidad de vida de los ciudadanos.

Granero recordó que “los arquitectos trabajamos para la sociedad y queremos abrirnos a ella, establecer nuevas pautas de relación, interactuar con otras disciplinas y ser catalizadores con las Administraciones y poderes públicos e integrarnos como agentes que intervienen en la construcción de la ciudad y de nuestro hábitat”.

En este sentido, Granero apuntó ante las autoridades presentes en el acto a la necesidad de recuperar el liderazgo en construcción de la ciudad, en su diseño global y específico, en su estructura y gestión, así como en el estudio e investigación sobre los nuevos modelos y formas de habitar.

“En este futuro que corresponde a Madrid, una vez realizadas las grandes inversiones en infraestructuras, llega el momento de priorizar y empujar la recuperación de la ciudad, tanto la rehabilitación del centro urbano como de los barrios degradados o mal planificados, que nos ofrecerá la oportunidad de recuperar la actividad económica e incrementar la calidad de vida urbana”, subrayó el decano de los arquitectos.

La nueva Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos parte del principio de que la construcción de la ciudad tiene dos vertientes esenciales, la social y la de mercado que obliga a establecer una relación equilibrada entre ambas que recupere el concepto de excelencia.

“Esta idea de excelencia –explicó José Antonio Granero- pasa por el concepto de ciudad-humana, compleja, de usos mixtos, que permita combinar servicios y calidad de vida gracias al respeto por el medioambiente y la recuperación del paisaje urbano, con una correcta movilidad y accesibilidad, equilibrada en sus esfuerzos y bien proporcionada, como es la buena arquitectura”.

Abordó, asimismo, la situación actual que atraviesa la profesión por la escasez de trabajo y la degradación del mercado de servicios profesionales que “bajo la excusa de la economía, fuerza a que todo se reduzca a precio y no se valore el alcance y la calidad de los servicios”.

“La apertura de nuevos campos profesionales es otra de las prioridades de nuestro proyecto, para lo que debemos desarrollar programas de formación integral y continuada de los arquitectos, dirigidos hacia los nuevos sectores de la tecnología aplicada, la gestión, la energía y los mercados financieros y de inversión”, indicó.

La vivienda en el punto de mira

José Antonio Granero puso el acento en las políticas de vivienda y, en especial, la protegida, que “debe revisar su normativa para dar solución a las nuevas demandas de modelo y de régimen económico”.

A juicio del decano, la inversión pública de vivienda debe enfocarse al alquiler, a través de la creación de un patrimonio que atienda las necesidades temporales, sin ser objeto de especulación, mientras que el régimen de venta debe resultar viable para los promotores y sus mercados objetivos, ya que ahora el régimen de cooperativas y gestoras de comunidades compartirán la promoción con nuevas formas de financiación.

 
 
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