HCIB incorpora un servicio de termografía infrarroja dentro de su negocio.

HCIB pone en marcha una nueva línea de negocio con la que ofrecer nuevos servicios a sus clientes y, al mismo tiempo, disponer de una herramienta de soporte para sus propias actividades: la termografía, un sistema muy eficaz para comprobar, medir y garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones de sus calderas de biomasa KWB.

La termografía es una técnica, desarrollada en las últimas décadas, que permite medir temperaturas de una manera eficaz, mediante la captación de la radiación infrarroja que emiten todos los cuerpos.

Es una herramienta muy útil en el caso de la Eficiencia Energética, ya que permite realizar diagnósticos muy detallados. Su empleo en auditorías energéticas de edificios, instalaciones, etc., es cada vez más frecuente. Permite al técnico detectar y evaluar las pérdidas de energía y las anomalías de funcionamiento de los sistemas productores de ésta con gran facilidad y le sirve de soporte para redactar los informes y transmitir la situación de manera muy visual, gracias a las imágenes realizadas con la cámara termográfica.

La termografía se define como una técnica que permite medir temperaturas a distancia y sin necesidad de contacto físico con el objeto a estudiar, mediante la captación de la radiación infrarroja del espectro electromagnético. Utilizando cámaras termográficas se puede convertir la energía radiada en información sobre temperatura.

La importancia de la termografía viene determinada en gran medida porque una pequeña variación en la temperatura puede estar producida por una pequeña avería, que de no ser solventada puede desembocar en un problema de mayor magnitud. Además de ello, puede ser la causa de pérdidas energéticas, con el consecuente incremento del gasto económico.

HCIB cuenta con técnicos cualificados para realizar estudios termográficos sobre todo tipo de edificios e instalaciones, y detectar así posibles anomalías. El análisis termográfico realizado permite a los técnicos de HCIB elaborar los informes y evaluaciones de resultados pertinentes para asesorar sobre las medidas adecuadas para resolver las posibles pérdidas de energía, humedades, filtraciones, falta de aislamientos u otro tipo de incidencias que hayan sido detectadas.

Los análisis termográficos en la edificación, son unos de los más complejos, ya que en la edificación intervienen diferentes factores y áreas de conocimiento a tener en cuenta al hacer las valoraciones como las propiedades de los materiales (aislantes o no, los acabados, etc.), la electricidad, calefacción o aire acondicionado. Con los datos obtenidos con la cámara termográfica, el técnico o profesional especializado contará con una información muy útil que, combinada con su conocimiento, le permitirá realizar informes, extraer conclusiones y ofrecer soluciones para resolver las anomalías existentes. La cámara aporta sólo un 10% de la información del estudio. Será el profesional quién interprete y valore los datos obtenidos para una correcta aplicación correctora a las anomalías detectadas.

 
 
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