Proyecto Lawin, edificios envueltos en una capa de líquido aislante

El Proyecto LAWIN (Large-Area Fluidic Windows) persigue mejorar las prestaciones de las ventanas con triple acristalamiento mediante un enfoque novedoso en el que se desarrollan ventanas de gran eficiencia que recolectan energía solar y permiten el intercambio de calor a través de una envolvente activa.

El núcleo de la tecnología consiste en un vidrio estructurado en el que se estampan canales microfluídicos por los que circula un líquido funcional. Gracias a ese líquido, se puede ajustar automáticamente la cantidad de luz incidente y recolectar calor del exterior, el cual se transfiere a una bomba de calor. El actual prototipo cuenta con soluciones acuosas, pero lo cierto es que podría utilizarse cualquier líquido que posea propiedades de elevado intercambio térmico y, preferiblemente, que cuente con más funciones como el policromatismo (es decir, cuyas propiedades de absorción óptica estén supeditadas a la magnitud de la irradiación incidente o bien puedan regularse por medios eléctricos).

Ventanas con balance energético neutro

Las ventanas microfluídicas de gran superficie de LAWIN y sus elementos para la fachada se fundamentan en cuatro tipos de material nuevo: un recubrimiento vítreo que es delgado, resistente y económico; un vidrio pasado por rodillos y microestructurado con calidad arquitectónica; un compuesto de dos vidrios que incluye canales microfluídicos; y líquido que almacena el calor, que puede ser transparente o cumplir una función activa y que se puede integrar en ventanas y fachadas.

El consorcio a cargo del proyecto pretende reducir a cero la energía incorporada y el CO2 en relación con las superficies de las ventanas en un plazo de uso de cuatro meses. El equipo de LAWIN aspira también a mejorar en un 20% el aislamiento térmico de las superficies de las ventanas y reducir en un 10% la cantidad de energía consumida en todo el ciclo de vida del edificio. Además, pretende disponer del prototipo final a escala semiindustrial antes de 2017, con vistas a ensayar la tecnología en condiciones reales. Pero primero los investigadores de LAWIN tendrán que salvar un obstáculo.

Para cumplir el objetivo de estampar microcanales de un milímetro de anchura sobre vidrio, y después laminar ese vidrio sobre otra plancha de vidrio con un grosor también próximo a un milímetro, se necesita un vidrio extremadamente delgado. El prototipo actual tiene unas dimensiones de entre 0,25 y 0,5 m2, pero el objetivo último es llegar a 2 m2. En 2017 este prototipo se instalará, a modo de ensayo, en varios inmuebles tanto del norte como del sur de Europa para observar la influencia de las condiciones climáticas. Estas ventanas podrían contribuir a reducir en al menos 123 000 toneladas al año el CO2 generado por el funcionamiento de sistemas de calefacción y sustituir en Europa al menos el 2 % de los dispositivos de climatización acoplados a ventanas.

 
 
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