El proyecto europeo «Intervenciones integradas para la adopción de sistemas innovadores de gestión de residuos biodegradables», I.DO.BIO, tiene como objetivo mejorar los sistemas de gestión de residuos biodegradables, y está liderado por el Ayuntamiento de Quart de Poblet (Valencia). I.DO.BIO trata de solucionar las diferencias en la implantación de sistemas de gestión de residuos entre los estados miembros de la UE. Su principal objetivo es desarrollar una metodología que permita diagnosticar la brecha existente en los diferentes sistemas de gestión de residuos biológicos de cada país.
Actualmente, la principal problemática que plantean los residuos biológicos, y otros residuos biodegradables, es la generación de metano que se produce durante su descomposición en los vertederos. En 1995, alcanzaba el 3% del total de los gases de efecto invernadero en la Unión Europea, lo que llevó a la UE a implementar la «Directiva sobre vertidos», que obliga a los estados miembros a reducir la cantidad de residuos biodegradables municipales. Así, los países de la UE iniciaron la implantación de sistemas de gestión de los residuos biodegradables, sin embargo, a día de hoy, muestran notables diferencias de unos estados a otros, con países en los que ya se han desarrollado sistemas avanzados, mientras que en otros solo se han llevado a cabo prácticas innovadoras de manera fragmentada.
Objetivos del proyecto I.DO.BIO
La iniciativa I.DO.BIO pretende, mediante la participación de universidades, empresas, gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil, crear una plataforma experimental virtual para la educación e innovación multidisciplinar, lo que facilitará y mejorará la transferencia de investigaciones y resultados en este campo, así como la difusión de buenas prácticas.
Quart de Poblet trabajará con instituciones de otros cuatro países europeos: la Hellenic Development City Network DEPAN y la Democritus University of Thrace de Grecia, la Universidad Nacional de Irlanda en Galway, la Universidad de Turku de Finlandia, la organización belga Finnova y la Asociación Búlgara de Reciclaje. Gracias a la creación de esta red de trabajo, se fomentará la implementación de diferentes alternativas para mejorar el desempeño ambiental de los sistemas actuales de gestión.
Además, la iniciativa pretende organizar una competición entre las startups del sector de los países socios, con una fase a nivel nacional de la que saldrán las empresas emergentes que participarán en la final en el Parlamento Europeo en Bruselas. Se desarrollarán también cursos de formación profesional multidisciplinarios dirigidos a empleados del sector empresarial biodegradable, estudiantes universitarios y miembros de las administraciones públicas y de la sociedad civil.