El Gobierno de Andorra ha comenzado a trabajar en el desarrollo de su futura ley de economía circular. El Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Sostenibilidad de Andorra ha participado esta semana en la primera jornada de economía circular organizada entre el Gobierno de Andorra y la CEA (Confederació Empresarial Andorrana). Este encuentro tiene como objetivo aportar ideas para implementar el modelo de economía circular en Andorra y hallar oportunidades para el sector privado.
Durante el encuentro la ministra ha resaltado que la economía circular es parte de la solución global que debe permitir avanzar hacia la implementación de la Agenda 2030 y conseguir los objetivos de desarrollo sostenible. El Ministerio trabaja para desarrollar un proyecto de ley de economía circular. El futuro documento, según indicaba la ministra, deberá incorporar las reflexiones y expectativas de los ciudadanos y del sector empresarial con la idea de recoger las herramientas suficientes para que el nuevo modelo económico represente una oportunidad para las empresas del país. Además también explicó que el proyecto de ley estará consensuado tanto con el sector privado como con los ciudadanos. Para ello se hará un proceso participativo que se llevará a cabo conjuntamente con la secretaria de Estat de Participació Ciutadana i Igualtat.
Edificación y materiales de construcción
Desde la CEA señalan la importancia de que el marco normativo y legal para fomentar la transición hacia una economía circular esté bien diseñado desde el punto de vista de los incentivos y beneficios empresariales, ya que, bajo su punto de vista, la economía circular une sostenibilidad y lógica empresarial, y las empresas apostarán por un nuevo modelo con el que obtengan beneficios.
La CEA ha explicado también, a través de su comunicado, que el capítulo de la energía en esta futura ley jugará un papel muy importante en la reducción del consumo, como puede ser la construcción de nuevos edificios o la rehabilitación de los ya existentes con criterios de consumo casi nulo.
Andorra ya aprovecha parte de los residuos del sector de la construcción para transformarlos en subproductos que se reutilizan en el sector de los trabajos públicos. Pero toda futura construcción debería tener un pasaporte de materiales que permita medir el valor que tienen los materiales una vez hayan dejado de ser útiles y se quieran reintroducir en el mercado o ciclo productivo, señala la CEA. Este sería uno de los ámbitos donde puede nacer un nuevo sector industrial que a día de hoy no existe, así como nuevas perspectivas para los proveedores de materiales del sector de la construcción.