El Ayuntamiento de Valladolid ha presentado el primer informe de indicadores para el impulso y control de la rehabilitación energética en los edificios de la ciudad. Desde el consistorio se han definido una serie de puntos comunes con el resto de los países europeos del proyecto Build Upon 2 y se han establecido mecanismos de seguimiento mediante el programa Rehaviva.
El proceso se ha diseñado para identificar, localizar y tratar las informaciones de las actuaciones de rehabilitación con implicaciones energéticas en el periodo 2019, 2020 y 2021 en el municipio de Valladolid, tanto privadas como públicas.
Entre las diversas actuaciones municipales dirigidas a mejorar el comportamiento energético de la edificación de la ciudad se ha contado con las desarrolladas en los últimos años como ciudad piloto en el programa Build Upon 2 y también las que han servido de banco de pruebas para el programa Rehaviva, una herramienta concebida para la recogida, tratamiento y análisis masivo de datos de la actividad de rehabilitación de edificios en el conjunto de la ciudad.
En agosto de 2021, el Ayuntamiento de Valladolid encargó al Instituto de la Construcción de Castilla y León (ICCL) la instalación y puesta en funcionamiento del citado programa Rehaviva, con los siguientes fines: identificar las áreas, servicios, sociedades municipales, agencias y fundaciones que intervienen en la gestión administrativa de las actuaciones de rehabilitación; analizar los procedimientos de gestión que actualmente se desarrollan en el Ayuntamiento de Valladolid; recoger y cargar los datos disponibles utilizando la plataforma Rehaviva; geolocalizar las actuaciones en la cartografía de la ciudad; y elaborar un informe de resultados.
Conclusiones del estudio
Los datos recogen 814 actuaciones de rehabilitación en los tres últimos años; de ellos 731 expedientes son de actuaciones no municipales, residenciales en su mayoría, promovidas por los propios ciudadanos.
Así, el informe señala que la tasa de rehabilitación de este periodo analizado es del 2,15% sobre actuaciones privadas y arroja resultados como que se ha dado un ahorro acumulado de casi 5.000 toneladas de CO2 o que se ha reducido 14,5 millones de Kw/h.
Por su parte, el estudio señala que en el sector terciario la tasa de rehabilitación energética desciende al 1,76% y en el residencial es aun más bajo, con el 0,72%. Por eso, los indicadores están todavía por debajo de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 del 3%; y de los objetivos del municipio (Net Zero Carbón Buildings Commitment) del 2,78%.
Además, en el informe se refleja que en las actuaciones llevadas a cabo en los últimos tres años se constata una reducción de emisiones de CO2 anual media del 0,27% en el sector terciario y 0,64% en el residencial. Con estos datos, se llegaría a 2030 con una reducción de emisiones de 3,24% para el terciario y del 7,68% para el residencial, muy por debajo de los objetivos europeos.
En cuanto al consumo de energía final, se recuerda que el objetivo europeo para 2030 es reducir un 14% el consumo de energía de los edificios. Teniendo en cuenta el descenso de habitantes y la crisis económica provocada por el COVID-19, la reducción del consumo de energía final en porcentaje medio anual se sitúa en el 1,13% en el sector terciario y el 0,47% en el residencial. Con estos datos en el periodo 2019 a 2030 se alcanzaría una reducción del 13,56% en el sector terciario y del 5,6% en el residencial.
En cuanto a los datos económicos, se destaca el ahorro que se genera sobre todo con las rehabilitaciones en el sector residencial, ya que en estos tres años se ha observado que con una inversión total de 11,2 millones de euros se ha logrado un ahorro de 2,1 millones; mientras que en el caso del sector terciario se consigue un ahorro ligeramente superior, 2,6 millones de euros, pero con una inversión de más del doble: 26,4 millones de euros.