El pasado 17 de mayo, la compañía Ursa celebró el Día Mundial del Reciclaje con un nuevo hito en su estrategia de sostenibilidad y economía circular. Durante el año 2024, Ursa ha reincorporado en sus procesos productivos un total de 41.366 toneladas de materiales reciclados, reafirmando su apuesta por una industria más eficiente, respetuosa con el entorno y comprometida con la sostenibilidad del sector de la construcción.

El pasado año, la compañía reutilizó 35.133 toneladas de vidrio reciclado en la fabricación de su lana mineral. Esta cifra supone un incremento del 16,5% respecto al volumen de vidrio reciclado empleado en 2023, y consolida una tendencia de crecimiento sostenido en los últimos cinco años.
En cuanto a la fabricación de poliestireno extruido (XPS), Ursa ha reutilizado un total de 6.233 toneladas de material reciclado, combinando residuos propios y externos, en su mayoría de la industria alimentaria. Esta cifra representa una mejora del 3,9% respecto al ejercicio anterior y del 59,3% en los últimos 6 años.
Reducción de materias primas vírgenes y minimización de residuos
El reciclaje de materiales como el vidrio y el XPS permite reducir el uso de materias primas vírgenes, minimizar el volumen de residuos enviados a vertedero y disminuir las emisiones asociadas a la producción industrial. Este amplio porcentaje de material reciclado en la composición de sus materiales es muy positivamente valorado por certificaciones ambientales como LEED, BREEAM o GBCe-VERDE.
Asimismo, Ursa cuenta con el Distintivo de Garantía de Calidad Ambiental que certifica que en sus materiales hay un mínimo del 60% de material reciclado, aunque como demuestran los datos hechos públicos por la compañía, en la práctica este porcentaje es mayor.
“Con un crecimiento del uso de materiales reciclados de cerca del 60% en los últimos seis años, podemos afirmar que nuestro compromiso es claro: reducir residuos, optimizar recursos y fabricar productos que no solo mejoren la eficiencia energética de los edificios, sino que también dejen una menor huella ambiental desde el origen”, explica Miquel Tena, director de fábrica de Ursa.