La Comisión Europea ha comenzado las obras de construcción de la nueva sede del Centro Común de Investigación (JRC) en Sevilla. El proyecto pretende compensar totalmente las emisiones y su huella de carbono, incluso las de su construcción, principalmente mediante la generación de energía solar que superará sus propias necesidades operativas, convirtiéndolo en el primer edificio de esta escala de las instituciones europeas con emisiones netas positivas. El edificio aplicará por completo los principios de la Nueva Bauhaus Europea y se prevé que la construcción dure dos años.

La ceremonia inaugural, que ha tenido lugar el pasado 30 de junio, ha contado con la participación de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; la comisaria de Startups, Investigación e Innovación, Ekaterina Zaharieva; y la comisaria de Medio Ambiente, Resiliencia Hídrica y Economía Circular Competitiva, Jessika Roswall. También ha participado Bjarke Ingels, fundador de BIG Architects; José Luis Sanz, alcalde de Sevilla; Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía; y María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno de España.
Ejemplo de sostenibilidad e innovación
El sitio del JRC se inauguró en Sevilla en 1994 y alberga a más de 400 empleados internacionales, que proporcionan información técnica y datos en apoyo de políticas europeas clave como la economía digital, la inteligencia artificial, la innovación y la sostenibilidad.
Aplicando los principios de la Nueva Bauhaus Europea, el nuevo edificio será un ejemplo de sostenibilidad e innovación. El proyecto, inspirado en el estilo tradicional sevillano, contempla una cubierta en forma de cúpula hecha con paneles solares, que dará sombra a una plaza, a un jardín y al propio edificio. Los paneles, ligeros y cuadrados, estarán soportados por altas columnas que crearán un espacio al aire libre abierto al público.
En el interior del edificio se ubicará una zona de reuniones y espacios sociales en la planta baja, mientras que las oficinas y unidades de investigación se distribuirán en las plantas superiores. La configuración propuesta está pensada para ser flexible y adaptable a futuras necesidades. Además, el diseño prioriza el uso de materiales de origen local como la piedra caliza, la madera o la cerámica.
El proyecto, que se construirá en la Isla de la Cartuja, es fruto de la colaboración entre la Comisión Europea, el Ayuntamiento de Sevilla, la Junta de Andalucía y el Gobierno español para consolidar la presencia del JRC en la ciudad.