El Laboratorio Federal Suizo de Ciencia y Tecnología de los Materiales (Empa) ha desarrollado nuevos absorbentes acústicos ultrafinos a base de espumas minerales reciclables, como yeso y cemento. Estos paneles son hasta un 75% más finos que los aislantes tradicionales, pero mantienen la misma eficacia en la reducción del ruido urbano. Además, son resistentes al fuego y a la intemperie, lo que los hace óptimos para su uso en exteriores.

Los absorbentes acústicos tradicionales suelen estar hechos de materiales voluminosos como lana de roca o espuma de melamina. Para amortiguar eficazmente incluso las frecuencias sonoras bajas, se requieren capas gruesas de materiales aislantes, lo que consume espacio, limita el diseño y, a menudo, no es factible en áreas exteriores.
Por ello, en colaboración con la empresa de Cavis, los investigadores de Empa han desarrollado absorbentes acústicos que son aproximadamente cuatro veces más finos que los materiales convencionales. Además, estas espumas pueden ajustarse a rangos de frecuencia específicos y son fáciles de cortar e instalar.
Reducción del nivel de ruido
El diseño patentado de estos absorbentes se basa en una estructura porosa variable que obliga a las partículas de aire a recorrer un camino más largo para entrar y salir del material. A pesar de su delgadez, esto crea la impresión de un absorbente mucho más grueso para las ondas sonoras. Los investigadores de Empa utilizan varias capas porosas para el nuevo tipo de absorbente acústico, variando el grosor de las capas individuales y el tamaño de los poros, y también proporcionándoles pequeños agujeros. Aunque las espumas, que tienen un contenido de poros superior al 90%, se pueden producir a partir de yeso o cemento utilizando procesos establecidos, en la actualidad la perforación se realiza manualmente.
Los absorbentes acústicos fueron probados en una entrada de vehículos en Zúrich (Suiza), donde se instalaron 72 paneles de espuma mineral de poro fino con un grosor total de aproximadamente 5,5 centímetros. Los resultados mostraron una reducción del nivel de ruido de hasta 4 decibelios, especialmente notable para los vehículos que pasaban cerca de la entrada. En comparación con la lana de roca convencional, los nuevos absorbentes demostraron ser más efectivos en frecuencias bajas y ligeramente menos eficientes en frecuencias más altas, pero aun así redujeron la transmisión del sonido en el área de absorción máxima.
En el futuro, los absorbentes acústicos minerales podrán instalarse en entradas de vehículos, bajo balcones o en fachadas de calles ruidosas. Como con todos los absorbentes de poros abiertos, el requisito previo es la protección contra la intemperie y la suciedad, por ejemplo, con una capa superior perforada. Los elementos también pueden integrarse fácilmente en huecos de escalera o grandes espacios interiores como oficinas, comedores o pabellones deportivos, incluso desde una perspectiva de diseño, ya que la espuma mineral porosa está hecha del mismo material que las superficies de las paredes.