Además el sistema de IBS permite utilizar todo tipo de aceites y grasas (aceites vegetales, de frituras, aceites de industrias alimenticias) con altos niveles de acidez, y de baja o muy baja calidad.
El proceso de producción de este biodiesel se inicia con una reacción de los aceites con metanol y el único subproducto que genera en todo el proceso es la glicerina. Esta se separa por centrifugación o decantación. Luego el biodiesel y la glicerina son destilados al vacío para recuperar todo el metanol sobrante, y finalmente, el biodiesel pasa por un filtrado químico y físico, dejándolo apto para consumo.
Por su parte, el tamaño más reducido de sus plantas transformadoras requiere una menor inversión y la posibilidad de ubicarse cerca de los grupos que puedan necesitarlo. Dichas ubicaciones están pensadas para colectivos como flotas de transporte, cooperativas agrícolas, comunidades de vecinos, etc. Al mismo tiempo es posible su ubicación en lugares desfavorecidos, gracias a su flexibilidad.
En este sentido, los responsables de IBS destacan la capacidad de dinamización económica que pueden tener estas plantas en zonas agrícolas, ya que permitiría destinar la producción agraria de aceites a la generación y comercialización de biocombustibles.
Actualmente en España funcionan 3 plantas de producción de bioetanol con una producción de 415.000 Tm/año, así como 10 plantas de biodiesel que producen 322.000 Tm/año. Por su parte la planta de IBS permite producciones de 20 toneladas /mes, como mínimo, por lo que es posible la ubicación de estas plantas en los propios lugares de consumo o de producción del residuo.
Según Mauro Knudsen, responsable de este desarrollo, “la tecnología que hemos desarrollado permite realizar producciones pequeñas, pero de alta rentabilidad, aprovechando aceites de muy mala calidad que las grandes plataformas no pueden procesar”.
Por su parte, Onildo Mersing, presidente de IBS, insiste en que “el sistema funciona tanto con aceites nuevos como usados. Mersing ha destacado que “este sistema no utiliza agua. En resumen, no utiliza ningún tipo de reactivo o catalizador, ni ningún otro tipo de complemento, como vapor, agua, etc., sólo energía eléctrica, y el sistema tiene la capacidad de poder adecuarse para generar su propio consumo de energía. Desde el punto de vista medio ambiental no genera efluentes de ningún tipo, y se puede instalar en pequeñas superficies de terreno”. Onildo Mersing ha señalado la importancia de estas plantas de tratamiento para el desarrollo económico de regiones agrarias.
Mercado de los biocarburantes
El desarrollo de los biocarburantes puede significar nuevos nichos de mercados para el comercio de productos agrícolas y derivados a escala mundial. El producto de mayor presencia en todo el mundo es el bioetanol con Brasil y Estados Unidos como los mayores productores. La producción mundial de biodiesel como biocarburante ascendió en 2003 a 1,6 mtons, principalmente concentrada en la Unión Europea.
El biodiesel es un carburante producido a partir de las grasas vegetales de aceites y grasas animales. Actualmente las materias primas más utilizadas son el aceite de colza, el de girasol, de soja y los aceites de frituras. Las propiedades del biodiesel son parecidas a las del gasóleo de automoción, que desde 1998 hasta 2004, el consumo de este combustible ha aumentado notablemente. Además presenta un punto de inflamación superior al gasóleo fósil. Gracias a estas características el biodiesel puede sustituir totalmente al gasóleo o ser mezclado en distintas proporciones con él para su uso en motores.