El Ayuntamiento de Madrid destina 2,9 millones de euros a la planta de tratamiento del agua del Lago de la Casa de Campo.

El Lago de la Casa de Campo, con sus 80.000 metros cuadrados de superficie, 165.000 metros cúbicos de capacidad y una profundidad media de 2,85 metros es el mayor estanque de la Ciudad de Madrid. Para conservar sus aguas limpias y con una calidad adecuada, el Ayuntamiento de Madrid ha destinado 2,9 millones de euros a una planta de tratamiento.

La planta tiene una capacidad de tratamiento de mil metros cúbicos a la hora, repartida en dos líneas de 500 metros cúbicos hora, por lo que depura la totalidad de las aguas del Lago en un periodo de catorce días, que se podrían reducir a siete si un incidente lo hiciera necesario. El proceso comienza introduciendo el agua por gravedad a la planta de tratamiento, con un primer filtrado. Después, y gracias al empleo de reactivos químicos, se elimina la práctica totalidad de las micropartículas, alcanzando al final del tratamiento unos estándares de calidad elevados. Finalmente, el agua tratada es devuelta al Lago. Un anillo perimetral con 13 salidas de agua favorece la rápida y eficaz mezcla del agua tratada con la del Lago.

La Ciudad de Madrid depura el cien por cien de sus aguas residuales. A nivel europeo, el tratamiento que Madrid proporciona a los cursos fluviales que la atraviesan es un ejemplo. Desde hace años, nuestra ciudad depura el 100% de sus aguas residuales gracias a ocho instalaciones que tienen una capacidad en conjunto de nada menos que de 20.000 litros depurados cada segundo.

El Plan de Gestión de la Demanda de Agua y la Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua define importantes objetivos para los próximos años, entre ellos la necesidad de convocar a los agentes económicos así como al conjunto de los ciudadanos para lograr un uso de este recurso más respetuoso con el medio ambiente, de modo que en 2012 hayamos reducido el consumo un 12% respecto a lo previsto.

Historia

El Lago actual procede de la fusión de varios antiguos estanques: el Estanque Grande –situado sobre una laguna natural– y los estanques artificiales adyacentes. La construcción de estanques en la actual Casa de Campo se inició poco tiempo después de que Felipe II adquiriera en 1562 la finca de Vargas, aprovechando la topografía del valle del Meaques y el suficiente caudal de este arroyo para llenarlos. Su función era la de regular las corrientes para evitar posibles desbordamientos en épocas de fuertes lluvias y disponer de grandes masas de agua estable para el riego y la cría de peces destinados al consumo. Además, una de las distracciones de la Corte era navegar por los estanques en pequeñas embarcaciones y, a finales del siglo XIX y principios del XX, patinar sobre hielo cuando sus aguas se helaban. Una ciudad como Madrid debe cuidar al máximo esta pieza clave de su entorno natural. La Casa de Campo y su Lago son un patrimonio ecológico y cultural estrechamente vinculado a nuestra historia, que, además, está absolutamente integrado en la vida actual de los madrileños.

Conservación

El mantenimiento y conservación de la depuradora del Lago forma parte del contrato de Conservación y Mantenimiento de las Instalaciones Hidráulicas Ornamentales de la Ciudad de Madrid, que también se ocupa de la conservación de otros ecosistemas acuáticos urbanos como el estanque de El Retiro y el Lago del Palacio de Cristal. Incluye, además, 43 estanques ubicados en diferentes parques (Pradolongo, Tierno Galván, las Cruces, etcétera) y las más de 450 fuentes ornamentales de la ciudad, entre las que se encuentran las de La Cibeles, Neptuno, Apolo, las Cuatro Estaciones, la plaza de Oriente o el Ángel Caído.

Las labores de conservación consisten en la limpieza de los vasos, el tratamiento del agua circulante para asegurar su calidad y el ahorro de agua potable, y el mantenimiento de los equipos hidráulicos, eléctricos y de iluminación.

 
 
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