La Asociación Empresarial Fotovoltaica nace con el objetivo de apoyar una regulación estable y un crecimiento sectorial ambicioso.

Trece de las mayores empresas fotovoltaicas españolas han constituido la Asociación Empresarial Fotovoltaica, que reúne entre sus socios y miembros más del setenta por ciento de la inversión del sector y una parte sustancial de la facturación nacional de esta energía. La agrupación de empresas se ha fijado como propósito fundacional "apoyar un marco regulatorio estable, que permita alcanzar los objetivos de crecimiento ambicioso del sector. Se trata de alcanzar a medio plazo la paridad con los costes de generación del sistema eléctrico", según ha declarado hoy en rueda de prensa Juan Laso, presidente de la asociación.

La Asociación Empresarial Fotovoltaica cuenta como socios fundacionales con Bergé Generación, BP Solar, Fotowatio, Gamesa Solar, Gestamp Solar, Guascor Solar Corporation, Isofotón, Grupo Isolux Corsán, Grupo OPDE, Siliken, Solarpack, Solaria y T•Solar. Representan más del setenta por ciento del sector, con unas inversiones acumuladas de unos ochocientos millones de euros, una capacidad de producción de más de 800 megavatios al final de 2008, y casi cinco mil puestos de trabajo directos.

Juan Laso, que además de presidente de la Asociación Empresarial Fotovoltaica es consejero delegado de T•Solar, detalló como uno de los grandes retos para la nueva agrupación de empresas "incrementar gradualmente la eficiencia de la energía solar fotovoltaica, hasta alcanzar en el medio plazo la paridad con los costes europeos de la producción eléctrica de origen fósil".

Añadió además la necesidad de "impulsar la calidad y la tecnología del sector fotovoltaico y la autoproducción española de toda la cadena de valor", así como "convertirnos en líderes mundiales de energía fotovoltaica. Si España ha conseguido ser líder mundial en energía eólica, nada debería impedirnos aprovechar nuestras muchas horas de sol para serlo también en energía fotovoltaica".

Carlos Navarro, vicepresidente de la Asociación Empresarial Fotovoltaica y además presidente de Siliken, destacó en la misma rueda de prensa el especial interés de diálogo con el Gobierno con que nace su agrupación empresarial. “Queremos solicitar al Gobierno un marco regulatorio estable, con horizonte a cuatro años, que permita planificar y realizar las inversiones productivas de este sector. Así se generará empleo altamente cualificado, y permitirá intensificar nuestra posición como industria competitiva con capacidad de exportación”.

“Conviene ser conscientes”, prosiguió Navarro, “de que una capacidad productiva integrada de la industria fotovoltaica española contribuirá significativamente a reducir nuestra dependencia energética de países terceros, con el drenaje de divisas que ello supone. Hay que tener en cuenta que con la industria integrada somos capaces de producir electricidad a partir de una mina de cuarzo. Nuestro petróleo es el Sol".

"Dentro del objetivo de la Unión Europea y del propio Gobierno de España de alcanzar el cuarenta por ciento de la energía eléctrica de fuentes renovables, la Asociación Empresarial Fotovoltaica considera realista que la tecnología fotovoltaica aporte en 2016 el 4,7 por ciento de la generación eléctrica (el 11 por ciento de las renovables), lo cual supone una potencia fotovoltaica acumulada de 10 gigavatios La producción de energía fotovoltaica permitiría reducir una importación de gas equivalente a 26 millones de barriles de petróleo solo en ese año, y si los calculamos a doscientos euros por barril, resultaría un ahorro anual de 5.300 millones de euros", concluyó Navarro.

"Queremos garantizar un horizonte para la inversión en capacidad productiva de la industria fabricante, y promover un incremento de los programas de I+D. Abogamos por introducir una normativa de calidad exigente y niveles rigurosos de inspección que impidan la entrada de productos foráneos inferiores al estándar, con la consiguiente desconfianza de los productores de electricidad en los productos y en el mercado", resumió Laso.

Apuesta por la calidad

En la rueda de prensa intervino también Javier Gorbeña, vicepresidente de la Asociación Empresarial Fotovoltaica y además consejero delegado de Bergé Generación, quien alertó del riesgo de que el intenso crecimiento sectorial fotovoltaico en España desemboque en la reducción de los estándares exigibles de calidad.

“El mercado no está habituado a exigir certificados de conformidad, y de un tiempo a esta parte se ha detectado un incremento espectacular de las importaciones de módulos fotovoltaicos y otros equipos de baja calidad procedentes de países terceros cuyos fabricantes no respetan el cumplimiento de los estándares internacionales generalmente aceptados”, señaló.

Para prevenir ese estado de cosas, la Asociación Empresarial Fotovoltaica propugnará el cumplimiento de determinadas normas técnicas para instalar sistemas fotovoltaicos susceptibles de ser apoyados con fondos públicos, y que deberían extenderse tanto a los equipos utilizados como a fabricantes, instaladores y otros actores del mercado, y solicitará que dichas exigencias técnicas sean recogidas de forma oportuna por la Administración.

Seis mil empleos de alta cualificación

Por su parte, Carlos Navarro explicó que el auge del sector fotovoltaico mundial se ha producido gracias a los apoyos tarifarios aprobados por las distintas administraciones nacionales, y que en 2008 cumplen su décimo aniversario en buena parte de los países occidentales. Esos regímenes de ayudas han permitido que la industria mundial haya pasado de 150 megavatios operativos en 1998 a 4.000 megavatios el año pasado y a unos 6.000 megavatios previstos para el final de 2008, de los que unos 680 megavatios de instalarán este año en España.

“España también ha evolucionado gracias al apoyo de una tarifa de conexión a red”, opinó Navarro, “pero no tanto como otros países que han tenido mayor estabilidad que nosotros. En concreto, Alemania se ha aupado como líder mundial indiscutible gracias a la planificación cuatrienal con que desarrolla esta tecnología. Anteriormente fue Japón la que, gracias al apoyo directo de su gobierno a la tecnología fotovoltaica, se convirtió hasta 2006 en líder mundial”.

Con todo, el vicepresidente de la Asociación Empresarial Fotovoltaica subrayó que España ha crecido significativamente en capacidad industrial, y consideró crucial que en esta década se haya incorporado toda una cadena de valor que integra “silicio metalúrgico, silicio electrónico, obleas, células, módulos, componentes electrónicos y sistemas fotovoltaicos”.

“En estos momentos”, prosiguió Navarro, “los niveles de integración de toda la cadena de valor no son de 680 megavatios, ya que gran parte de los aumentos de capacidad están en construcción, pero nuestra estimación es que, con un par de ejercicios de horizonte estable, conseguiríamos la integración completa”.

A su juicio, el crecimiento mundial de la producción en un 40 por ciento anual permite a la tecnología fotovoltaica conseguir reducciones de coste de entre el 5 y el 7 por ciento anual. “Desde las empresas estamos viendo con nitidez que una cadena de valor integrada puede consolidarse dentro de unos cinco años, y tener entonces el mismo coste que el precio de la tarifa eléctrica de los medianos y pequeños consumidores en hora pico, que es cuando la energía fotovoltaica se produce”.

Añadió que en esta fase de integración la industria está creando unos seis mil empleos directos de muy alta cualificación, derivados de los procesos de silicio electrónico, de silicio en capa delgada, obleas, células y módulos en construcción, y que vendrán a sumarse a los 17.000 empleos directos y diez mil indirectos ya creados.

Diálogo con Red Eléctrica Española

La Asociación se declaró también dispuesta a cooperar en el fortalecimiento de las redes de distribución y transporte eléctrico. Su presidente comentó su propósito de "mantener un diálogo constante y fluido con Red Eléctrica Española, con las compañías distribuidoras y con las Comunidades Autónomas para permitir evacuar a la red la electricidad generada".

Consideró necesario además armonizar con toda la transparencia posible "los impuestos y tasas locales aplicados a la inversión y explotación de instalaciones solares, así como de las inversiones exigidas por las compañías distribuidoras para la conexión de las instalaciones a la red".

Soluciones y respuestas nuevas

Juan Laso justificó la conveniencia del paso adelante dado en el hecho de que el sector ha crecido "tanto y tan deprisa" que ha superado los moldes asociativos existentes hasta ahora. "El futuro exige soluciones y respuestas nuevas; una visión más a largo plazo de las inversiones, del modelo industrial y de la tecnología del sector fotovoltaico, y las empresas que vamos a protagonizar ese futuro debemos mostrarnos más activas en la representación, el diálogo y la interlocución del sector".

A su juicio, en la última década el desarrollo del sector fotovoltaico en España ha sido tan intenso que las cuotas y subvenciones empezaban a sedimentar determinados productos con poco valor añadido para la industria, mientras a la vez se constituía un tejido industrial de vanguardia e innovador. "Hemos alcanzado la suficiente madurez para cosechar de cara al futuro y separar el grano de la paja. El sector se ha internacionalizado mucho, y va a hacerlo todavía mucho más deprisa en adelante, y para competir en champions necesitamos contar en el terreno de juego con el equipo fotovoltaico nacional más representativo. Por eso hemos constituido la Asociación Empresarial Fotovoltaica", indicó.

 
 
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