El último informe sobre la aplicación de la Directiva europea de tratamiento de aguas residuales indica que todavía se deben mejorar los indices de cumplimiento.

Entre 2007 y 2013, se habrán gastado unos 14.000 millones de euros en toda la UE en infraestructura de recogida o tratamiento de aguas residuales en virtud de la Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas, cuyo objetivo es garantizar que los residuos industriales y humanos no afecten negativamente a la salud humana y al medio ambiente.

El último informe sobre la aplicación de la Directiva, correspondiente al período de 2007/2008, indica que se está progresando adecuadamente, pero todavía pueden mejorar los índices de cumplimiento en materia de recogida y tratamiento. El informe revela que los Estados miembros más antiguos de la UE (UE-15)1 han mantenido unas buenas normas de tratamiento de las aguas residuales y han mejorado el tratamiento de aguas sensibles, mientras que los nuevos Estados miembros (UE-12) han mejorado globalmente la recogida y el tratamiento.

Janez Potocnik, Comisario europeo de Medio Ambiente, se ha congratulado del informe en las declaraciones siguientes: «Es positivo observar que vamos por el buen camino. Todos tenemos que seguir esforzándonos en conjunto por dar una respuesta eficaz a este grave problema».

Las principales conclusiones del informe son las siguientes:

Próximas etapas

La Comisión asistirá a los Estados miembros mediante la financiación de proyectos recurriendo a los Fondos de cohesión; otras instituciones de la UE también desempeñan un papel importante en la financiación, como el Banco Europeo de Inversiones (BEI). En cuanto al cumplimiento, la Comisión adoptará medidas dinámicas a efectos de la colaboración con los Estados miembros, cuando sea posible, y seguirá tomando medidas legales contra los países que se queden atrás en la aplicación, sobre todo cuando presenten graves retrasos y lagunas.

Antecedentes

La Directiva sobre las aguas residuales urbanas dispone que las aguas residuales se recojan y traten en cualquier zona que genere una contaminación de las aguas equivalente a la de un población de más de dos mil personas. Hay casi 23.000 zonas de este tipo en la UE-27, que producen una carga contaminante de las aguas residuales equivalente a aproximadamente 550 millones de habitantes. La Directiva dispone el tratamiento biológico de las aguas residuales («tratamiento secundario») y tiene que procederse a un tratamiento más riguroso en las zonas acuáticas especialmente sensibles, que exigen un grado de protección más alto.

En los Estados miembros de la UE-15, la Directiva tenía que aplicarse plenamente en el momento del informe, pero se concedieron prórrogas a los países de la UE-12 en sus tratados de adhesión. En 2007/2008, el plazo para aplicar totalmente la Directiva aún no había concluido en Bulgaria, Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia y Rumanía.

Un estudio de la Comisión realizado el año 2000 calculó que unos 152 000 millones de euros se invertirían en infraestructuras de tratamiento de las aguas residuales a lo largo del período 1990-2010. Los fondos de la UE son fundamentales para la financiación de las infraestructuras de recogida y tratamiento, especialmente en la UE-12. Los fondos han ayudado anteriormente a países como Irlanda, España, Italia y Grecia a conseguir enormes mejoras desde la década de 1990, llegándose a cuadruplicar las cifras de tratamiento secundario en algunos casos.

La UE mejora el grado de cumplimiento mediante medidas ejecutivas rigurosas. En 2007, por ejemplo, la Comisión presentó demandas contra Bélgica, España, Luxemburgo y el Reino Unido en relación con la Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas.

Este es el sexto de los informes de ejecución de esta Directiva. Transcurridos veinte años, la situación del tratamiento de las aguas residuales en Europa ha mejorado considerablemente.

Puedes acceder al informe copleto desde nuestra Biblioteca.

 
 
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