En torno al 90% de la población urbana de la Unión Europea está expuesta a concentraciones de contaminantes atmosféricos que Organización Mundial de la Salud considera nocivas para la salud. Así lo demuestra el último estudio sobre la calidad del aire en Europa que ha publicado la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA, por sus siglas en inglés).
Los automóviles, la industria, la agricultura y los edificios son los cuatro sectores que generan la contaminación atmosférica en Europa. Pese al descenso de las emisiones y de las concentraciones de ciertos contaminantes atmosféricos en las últimas décadas, de las elevadas concentraciones de otras sustancias que se detallan en el presente informe se deduce que el problema de la contaminación atmosférica en Europa sigue lejos de poder considerarse resuelto.
La primera parte del informe detalla los efectos nocivos que los contaminantes atmosféricos pueden provocar en los ecosistemas y la salud humana. Dependiendo de la concentración o la exposición a los mismos se señalasn estos efectos:
- Daños a la salud humana por la exposición a los contaminantes del aire o por la ingesta de los mismos al ser transportados por el aire y luego depositados en la cadena alimentaria.
- La acidificación de los ecosistemas, tanto terrestres como acuáticos, que conduce a la pérdida de flora y fauna.
- La eutrofización o el exceso de nitrógeno en los nutrientes de la tierra y en agua, que puede afectar a la diversidad de las especies.
- Los daños y pérdidas de rendimiento de la tierra que afectan a la agricultura, los bosques y otras plantas debido a la exposición al ozono (O3) a nivel del suelo.
- El impacto de los metales pesados y otros contaminantes orgánicos en los ecosistemas, debido a su toxicidad y bioacumulación.
- El impacto al cambio climático y los efectos indirectos sobre el clima.
- La reducción de la visibilidad atmosférica.
- El daño a los materiales de los edificios debido a la suciedad y la exposición a los contaminantes acidificantes y el ozono.
Respecto a los efectos negativos para la salud humana, el informe se hace eco de numerosos estudios que demuestran el impacto de los contaminantes del aire no solo en las vías respiratorias sino también en otros aspectos: desde efectos negativos en el crecimiento fetal, alergias en niños, efectos en el sistema nervioso o la función cognitiva, etc.
Actualmente, los dos contaminantes que siguen provocando problemas respiratorios, enfermedades cardiovasculares y reduciendo la esperanza de vida son las partículas en suspensión y el ozono troposférico. Estos nuevos datos científicos revelan que la contaminación atmosférica puede resultar nociva para la salud humana incluso en concentraciones inferiores a lo permitido actualmente. Según Hans Bruyninckx, Director Ejecutivo de la EEA la contaminación atmosférica provoca daños a la salud humana y a los ecosistemas. Una gran parte de la población vive en ambientes no saludables, si nos atenemos a los datos actuales. Para ser sostenible, Europa debe mostrarse ambiciosa e imponer requisitos legislativos más estrictos
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El Comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, en su discurso titulado Si crees que la economía es más importante que el medio ambiente, intenta aguantar la respiración mientras cuentas tu dinero afirmó que «la calidad del aire es un problema esencial para muchas personas. Las encuestas demuestran que una gran mayoría de la población sabe perfectamente cómo afecta la calidad del aire a la salud y cree que las autoridades públicas deben adoptar medidas en los ámbitos comunitario, nacional y local, incluso en época de austeridad y dificultades. Estoy dispuesto a responder a estas inquietudes a través de la revisión de la política de protección de la atmósfera que presentará próximamente la Comisión
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Entre 2009 y 2011, el 96 % de la población urbana estuvo expuesta a concentraciones de partículas finas (PM2.5) superiores a las indicadas en las directrices de la OMS y el 98% expuesto a concentraciones de ozono (O3) también superiores a las indicadas por la OMS. Si se tiene en cuenta los límites de estas concentraciones de contaminantes permitidos por la UE, el número de ciudadanos expuestos a estos contaminantes será menor porque en algunos casos los límites permitidos son menos estrictos que los aconsejados por la OMS.
El informe revela igualmente que la contaminación no se circunscribe únicamente a las ciudades sino que también alcanza valores elevados en determinadas zonas rurales. Las diferencias nacionales en el seno de la UE se presentan en una serie de documentos informativos desglosados por países y que acompañan a los resultados principales.
Se han registrado resultados positivos en materia de reducción de las emisiones de contaminantes atmosféricos; por ejemplo, se han reducido las emisiones de dióxido de azufre de las centrales eléctricas, del sector industrial y del transporte a lo largo de la última década, limitándose así el riesgo de exposición. La sustitución gradual de la gasolina con plomo también ha reducido las concentraciones de este metal, que afecta al desarrollo neurológico.
Respecto al problema medioambiental de la eutrofización, el informe destaca que sigue siendo un problema generalizado que afecta a la mayoría de los ecosistemas europeos que para resolverlo será necesario adoptar otras medidas adicionales aparte de la reducción de las emisiones de nitrógeno.
Algunas emisiones de contaminantes nitrogenados sí se han reducido en los últimos años, por ejemplo, las emisiones de óxidos de nitrógeno y amoniaco han descendido un 27 % y un 7 %, respectivamente, desde 2002. Sin embargo, la reducción de las emisiones no ha alcanzado los niveles esperados y ocho estados miembros están infringiendo los techos legales un año después del plazo fijado para su cumplimiento.
La Agencia Europea del Medio Ambiente intenta demostrar con este informe que los niveles de contaminación a los que está sometida el 90% de población europea son superiores a los límites máximos recomendados por la OMS, que son inferiores a los permitidos por la Unión Europea y por ello anima a las autoridades a imponer requisitos legales más estrictos y una politica ambiental más ambiciosa.
Puedes consultar los informes referidos en ese artículo en nuestra Biblioteca.