El consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, ha presentado a los agentes económicos, sociales y políticos el documento de bases para el Pacto Nacional para la transición energética de Cataluña. El acto da inicio al proceso de diálogo y de concertación para definir un nuevo modelo energético de futuro, que debe permitir que Cataluña se convierta en una economía y una sociedad de baja intensidad en el consumo de recursos materiales, baja intensidad energética y bajas emisiones de carbono.
La aprobación definitiva del Pacto Nacional para la transición energética está prevista para el mes de diciembre. El proceso de concertación se inicia con la constitución de una mesa de negociación que estará integrada por una Mesa de entidades, en el que estarán representados los sectores económico, social y energético, una Mesa de partidos políticos y el comité coordinador del Pacto, que estará presidido por el secretario de Empresa y Competitividad, Pedro Torres. Estos órganos serán los encargados de, recibir, proponer y analizar aportaciones, y prolongarán su trabajo hasta finales de año.
El documento de bases presentado por el consejero identifica la sostenibilidad como principio básico de la nueva política energética catalana, en sus diferentes vertientes: económica, social y ambiental, e integra retos como la seguridad y competitividad del suministro energético; el acceso a la energía como un derecho fundamental de las personas y la lucha contra el cambio climático. La intención es extender el debate a todos los aspectos relacionados con la energía, desde la disminución de la dependencia del exterior y la mejora de infraestructuras de interconexión internacionales hasta la pobreza energética, la defensa de los derechos de los consumidores o la participación de los ciudadanos en la toma decisiones, pasando por el impulso del autoconsumo, el fomento de la eficiencia energética en los diferentes sectores económicos y en la edificación, la promoción de la economía circular, el avance en las redes inteligentes o la definición de un marco legal y normativo propio para Cataluña en el ámbito de la energía, entre otros.
El objetivo es alcanzar un modelo energético competitivo y sostenible, 100% renovable a largo plazo, y una economía no dependiente de los combustibles fósiles en el horizonte 2050. Para conseguirlo, el Pacto Nacional para la transición energética será la pauta para la elaboración de políticas energéticas en Cataluña, se alineará con los objetivos establecidos por la UE para los años 2020 y 2030, y deberá dar respuesta a los retos que afronta Cataluña en materia de energía, como son la gran dependencia de los recursos fósiles y los impactos crecientes sobre el medio del actual modelo energético.