La compañía AGC reitera una vez más su compromiso con la protección del medio ambiente y la sostenibilidad a través de la certificación Cradle to Cradle (C2C) de sus productos de vidrio. Para la compañía, la industria debe centrarse en el diseño de productos que no solamente sean saludables, sostenibles y reciclables, sino también que no resulten perjudiciales para el medio ambiente, logrando así una ‘huella verde’ que ayude a la conservación de la biosfera.
La filosofía del Cradle to Cradle consiste en examinar los materiales en función de cinco categorías: Salud de los materiales, Gestión del agua, Reutilización de los materiales, Energías renovables y Equidad social, con el fin de encontrar los materiales que minimicen el impacto y maximicen los beneficios.
Certificación Cradle to Cradle de los vidrios de AGC
En general, los productos de AGC especializados en aislamiento térmico, tales como el Stopray e ipasol, han sido galardonados con la certificación Bronce. Además de la certificación general en la categoría Bronce, las subcategorías de Energías Renovables y Gestión del Agua recibieron la certificación Plata, mientras que las subcategorías Reutilización de materiales y Equidad social recibieron el nivel Oro.
A diferencia de otros productos de vidrio, la certificación Cradle to Cradle del vidrio aislante implica un número más importante de participantes, ya que no solamente se certifica el vidrio, sino que se certifica también a todos los demás componentes necesarios para la construcción del doble y triple acristalamiento, incluidos los intercalares, adhesivos, selladores, etc., que deben cumplir criterios fundamentales. Como resultado, este complejo proceso de certificación implica a varias docenas de proveedores y a todas las plantas de producción. La certificación pone de relieve el compromiso del Grupo AGC con la protección del medio ambiente y la sostenibilidad.
Además de la seguridad que conlleva el uso de productos que aseguran una gran excelencia, que no contienen sustancias tóxicas y son reciclables, el uso de productos certificados C2C también aporta un impacto positivo en la certificación LEED y las normas DGNB, ya que proporciona puntos para obtener la categoría de certificación ecológica. Los arquitectos pueden crear edificios en los que, idealmente, todo es reciclable y en los que se ha demostrado que las personan alcanzan una mayor productividad gracias a su bienestar.