Liderado por la Fundación Tecnalia Research & Innovation, el proyecto europeo Iceberg ha desarrollado soluciones innovadoras, basadas en principios de economía circular, para la producción de materiales con alto valor procedentes de los residuos de construcción y demolición (RCD) más comunes. Las principales estrategias abordadas se han centrado en soluciones digitales para mejorar la planificación de las demoliciones y la gestión de los residuos, nuevas tecnologías de separación y reciclado de materiales y el ecodiseño y la fabricación de nuevos productos a partir de materiales reciclados para la construcción.
En términos de volumen, los residuos de construcción y demolición son el mayor flujo de residuos de la Unión Europea. La gestión adecuada de los RCD y los materiales reciclados puede tener importantes beneficios en términos de sostenibilidad y calidad de vida. Además, puede proporcionar importantes beneficios para la industria de la construcción y el reciclaje de la Unión Europea, ya que impulsa la demanda de materiales de construcción reciclados.
Consorcio del proyecto Iceberg
El proyecto Iceberg, que comenzó en mayo de 2020 y ha finalizado en abril de 2024, ha contado con un presupuesto de 15.667.498 euros, de los que la Unión Europea ha aportado 12.997.935 euros del Programa Marco de Investigación e Innovación Horizonte 2020.
Un total de 35 organizaciones públicas y privadas con una amplia experiencia en el sector de la construcción y del medio ambiente de España, Alemania, Bélgica, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Reino Unido y Turquía forman parte del consorcio del proyecto.
La participación española está representada por la Fundación Tecnalia Research & Innovation, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Fundación Gaiker, la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco-Ihobe, el Grupo Keraben, y las empresas Lenz Instruments, Serikat, Lezama Demoliciones y Viuda de Sainz.
Soluciones para recuperar materias primas contenidas en los RCD
La iniciativa se ha marcado como objetivo principal desarrollar y poner en práctica nuevas soluciones, tanto tecnológicas como no tecnológicas, para lograr una mayor recuperación de materias primas contenidas en los residuos de construcción y demolición e incorporar conceptos de economía circular a la cadena de valor del sector de la edificación; por ejemplo, el uso de los materiales recuperados de los RCD como materias primas secundarias en nuevas aplicaciones destinadas al propio sector de la construcción.
Durante las primeras anualidades, el trabajo del consorcio se centró en el desarrollo y el escalado de diversas soluciones tecnológicas. Entre otras, se ha desarrollado una herramienta basada en BIM (Building Information Modeling) para la planificación de las obras y la cuantificación de los RCD, costes e impactos ambientales en proyectos de demolición.
También se ha creado una plataforma basada en blockchain para asegurar la trazabilidad de materiales y productos desde el fin de vida de los edificios hasta su comercialización como materiales secundarios o productos reacondicionados y se ha desarrollado un equipo transportable basado en una cámara hiperespectral, inteligencia artificial y actuadores soplantes para la identificación y separación automática de fracciones mezcladas de residuos de construcción y demolición.
Asimismo, el proyecto ha desarrollado técnicas de reciclado, purificación y mejora de propiedades de materiales recuperados, incluyendo el hormigón, los cerámicos, la madera, el yeso laminado y los productos aislantes.
Nuevos productos primarios y secundarios
En la primera fase, la iniciativa ha desarrollado nuevos productos primarios: ecocemento y cerámicos con 25% y 70% de materiales reciclados provenientes de RCD, árido reciclado de hormigón carbonatado de absorción reducida, fibras recicladas y bioresinas derivadas del tratamiento y la pirólisis de madera, polioles obtenidos mediante el reciclado de residuos de poliuretano (PUR).
Asimismo, Iceberg ha diseñado y fabricado nuevos productos secundarios: bloques mediante carbonatación -sin cemento y desmontables-, placas de yeso laminado con 35% de yeso reciclado, paneles de fibra de madera reciclada y bioadhesivos y mantas superaislantes mediante aerogeles fabricados a partir de residuo de hormigón con árido silíceo, entre otros.
En el caso del hormigón, las soluciones Iceberg permiten eliminar las pérdidas de material valorizable mediante el uso de tecnologías avanzadas (ADR=recuperación cinemática en seco y HAS=separación por lecho fluidizado de aire caliente). Estas, de forma conjunta, permiten recuperar árido y finos reciclados y partículas ultrafinas para su uso como adición al cemento.
Para la madera, se han validado soluciones que permiten generar productos de mayor valor añadido (fibras de morfología optimizada, fibras con tratamiento alcalino, bioadhesivos), en contraposición al actual infrareciclado, basado en una reducción de tamaño o combustión.
Aplicación de las soluciones en seis casos de estudio
En la segunda mitad del proyecto, las soluciones fueron aplicadas a escala industrial en seis casos de estudio en diferentes lugares de Europa (España/Francia, Bélgica, Finlandia, Holanda, Reino Unido y Turquía), cubriendo varias tipologías de construcción comunes (residenciales y no residenciales), prácticas de ejecución y múltiples materiales de construcción que representan más del 85% del entorno construido europeo.
En cada caso de estudio se cubrieron los siguientes aspectos: auditoría previa a la demolición de los edificios elegidos; ejecución de la rehabilitación/demolición selectiva; gestión de residuos; producción de nuevos productos circulares de construcción; instalación y uso de los productos en espacios representativos de edificios; demostración del nuevo servicio de trazabilidad digital de materiales de construcción; simulación de desmontaje fácil de los nuevos productos de construcción en maquetas; y evaluación del consumo de materiales, energía y agua.
Los productos fueron analizados mediante metodologías de ciclo de vida, desde la perspectiva medioambiental y económica. Los resultados muestran que, en general, los productos Iceberg tienen un mejor rendimiento que sus contrapartes comerciales actuales, tanto en términos ambientales como económicos, cuando se evalúan a nivel de producto, principalmente debido a la recuperación de materiales de desecho y la reutilización de materias primas, lo que reduce la dependencia de recursos vírgenes.
En algunas soluciones, especialmente aquellas intensivas en el uso de energía, se deberá seguir mejorando los procesos y optimizando los equipos industriales.
Economía circular en la industria de la construcción
El proyecto ha contribuido a formular recomendaciones políticas, normativas y educativas en el ámbito de la economía circular en la industria de la construcción. Resulta especialmente importante identificar y modificar las normas y procesos de compra pública que bloquean el uso demostrado de materiales recuperados en nuevos productos o proyectos. Igualmente se ha confirmado la necesidad de mejorar el conocimiento y la percepción de una construcción más circular por parte de profesionales y ciudadanos.
Finalmente, se han concluido entre otros los siguientes informes, de carácter público, que tras la aprobación por parte de la Comisión Europea quedarán accesibles en la página web del proyecto: Recomendaciones para instrumentos políticos y legales, Contribución al sistema de estandarización y Evaluación Técnica Europea (ETA), Actitudes sociales sobre la circularidad de productos para construcción, y Módulo formativo para cursos de Formación Profesional sobre Economía Circular en construcción.