En pleno corazón de la Sierra de Madrid, una antigua cabaña agrícola de piedra ha sido rehabilitada integralmente como vivienda de alta eficiencia energética, cercana al estándar nZEB (edificios de consumo energético casi nulo). El proyecto, que conserva su carácter original, incorpora soluciones de Orkli como aerotermia, suelo radiante refrescante, ventilación mecánica y sistema solar térmico. Todo este sistema está gestionado mediante domótica zonificada iDomus, que permite un control preciso por estancias. El resultado es una vivienda que ha conseguido minimizar su huella energética al tiempo que maximiza el confort y la salubridad del aire interior.
La vivienda, rodeada de naturaleza y situada a más de 1.000 metros de altitud, fue concebida para facilitar el cambio de vida de una pareja procedente del entorno urbano madrileño, ambos comprometidos con la sostenibilidad ambiental. Su antigua función como cabaña de labranza de piedra le otorgaba un carácter especial que los propietarios decidieron preservar en la rehabilitación, integrando elementos originales y fusionándolos con soluciones tecnológicas de alto rendimiento.
El proceso de rehabilitación afrontó diversos desafíos. Al contexto climatológico de la sierra, con inviernos fríos, veranos cálidos y una marcada variabilidad en la humedad, se añadieron exigencias técnicas relacionadas con aislamiento térmico, climatización y domótica integrada. La rehabilitación debía responder tanto a la eficiencia como a la conservación patrimonial y la sostenibilidad, todo ello sin deteriorar la calidad ambiental interior ni la integración paisajística.
Soluciones adoptadas para una vivienda eficiente
Los sistemas implementados incluyen suelo radiante refrescante alimentado por aerotermia, ventilación mecánica de doble flujo, aislamiento avanzado en envolvente y cerramientos, ventanas de alta eficiencia, así como un sistema térmico solar para la producción de agua caliente sanitaria (ACS). Todos estos elementos, de la marca Orkli, están coordinados a través de una plataforma domótica capaz de centralizar el control de climatización, iluminación, calidad ambiental y seguridad.
El aislamiento, tanto exterior mediante sistema SATE como en la fachada ventilada cerámica, ha sido prioritario. Además, las ventanas de PVC triple acristalamiento aseguran hasta un 70% de reducción en pérdidas térmicas. La orientación de las aberturas ha sido estudiada para maximizar la captación solar pasiva, minimizando las ganancias térmicas indeseadas en verano y potenciando la entrada de luz y calor en invierno.
El suelo, uno de los elementos esenciales de confort, ha sido equipado con suelo radiante refrescante de última generación. Gracias a paneles Arima de Orkli con alta resistencia térmica en la zona del salón y mantas multicapa Mara en estancias de menor altura, se optimiza el grosor y se garantiza una distribución homogénea de la temperatura en toda la vivienda. El uso de hormigón pulido potencia la inercia térmica y responde eficazmente a las demandas tanto de calefacción como de refrigeración ante los cambios estacionales de la sierra.
Los propietarios destacan que, después de varios meses de uso, la sensación de homogeneidad térmica y estabilidad de temperatura ha mejorado significativamente su calidad de vida. Durante el invierno, logran mantener ambientes estables a 21°C; en verano, el modo refrescante del suelo aporta frescura sin las incomodidades de sistemas convencionales.
Ventilación y calidad del aire interior
La ventilación mecánica de doble flujo se instaló para garantizar la calidad del aire y una renovación eficiente en todos los espacios, misión relevante en una vivienda de alta hermeticidad. El equipo seleccionado, HVC 400 P1 de Orkli, proporciona un rendimiento térmico del 96%; óptimo para rehabilitaciones al ser sumamente silencioso y no superar los 46 dBA.
Este sistema opera mediante recuperadores de calor, transfiriecndo la energía del aire extraído al aire limpio que entra de fuera, lo que contribuye a reducir la necesidad de energía adicional para aclimatar el ambiente. Además, sus filtros G4 y F7 eliminan polen, partículas en suspensión y contaminantes, un aspecto muy valorado por la residente, profesional de la comunicación que pone especial atención en la salud ambiental por motivos personales y laborales.
El sistema, equipado con sensores de compuestos orgánicos volátiles, CO2 y humedad relativa, ajusta su funcionamiento en función de las condiciones internas y externas. Esto asegura no solo el confort, sino también una atmósfera saludable. Gracias a la capacidad de renovar entre 50 y 240 m³/h, el aire interior se mantiene óptimo incluso durante el uso de la chimenea, evitando condensación y saturación ambiental.
En términos de eficiencia energética, la principal aportación de este sistema es su eficiencia, ya que al preacondicionar el aire fresco entrante reduce la carga energética sobre los sistemas de calefacción y refrigeración, lo que, de nuevo, aún redunda en un mayor ahorro energético.
Aplicaciones de energía solar y gestión domótica
En la cubierta se ha instalado el sistema solar térmico Oksol Smart de Orkli, pensado para la producción de ACS sin necesidad de suministro eléctrico externo. El equipo integra panel solar, depósito acumulador y bomba de funcionamiento autónomo, aportando hasta 170 litros de agua caliente directamente, que se complementan con un tanque general de 500 litros para toda la vivienda.
El sistema aprovecha la energía solar para cubrir buena parte de la demanda diaria de agua caliente. Según los datos de la empresa y la experiencia de los usuarios, Oksol puede cubrir entre un 50% y un 70% del consumo de ACS, mientras Orkli estima que estos porcentajes pueden llegar hasta el 75% dependiendo del uso simultáneo en electrodomésticos.
Este montaje no solo reduce la dependencia de otras fuentes de energía, sino que optimiza la utilización de excedentes térmicos: durante las horas de mayor insolación, el calor restante se redirige al depósito principal, limitando el uso de la aerotermia y evitando aumentos innecesarios en la factura energética. Igualmente, en días nublados, la entrada de agua fría al depósito principal de ACS proviene siempre del Oksol, de tal forma que el consumo eléctrico de la aerotermia sea el menor posible.
Uno de los aspectos destacados es la seguridad sanitaria que aporta el sistema, ya que el agua no se acumula en condiciones que puedan favorecer la proliferación de bacterias como la legionela.
Sistema iDomus de Orkli
Para una gestión integral, la domótica juega un papel esencial. El sistema iDomus de Orkli permite controlar desde una única aplicación la climatización zonificada, la iluminación, la ventilación, el agua caliente y la seguridad. En este proyecto, se han instalado cinco termostatos independientes, uno por estancia, incluyendo funciones táctiles y conectividad wifi, lo que posibilita la personalización de las temperaturas en cada área de la vivienda y su control remoto.
La capacidad de zonificar la climatización, activando o desactivando la calefacción o refrigeración solo donde es necesario, ha implicado un importante ahorro energético y una mayor vida útil para los equipos. Los propietarios destacan la funcionalidad de poder ajustar el ambiente de una habitación para invitados de manera remota, o centrar el confort en zonas concretas según sus rutinas diarias.
La integración de sensores en todo el hogar permite regular el punto de rocío en estancias con suelo radiante refrescante, evitando la condensación. Además, el sistema contempla el control domótico de persianas, iluminación, alarmas contra incendios e inundaciones, centralizando la información para facilitar el manejo diario y el mantenimiento preventivo.
Instalación centralizada
La vivienda de 110 m² cuenta con una sala técnica donde convergen todos los sistemas: aerotermia, ventilación, depósitos de inercia para ACS, conexiones al sistema solar y a los sistemas auxiliares: chimenea y horno de leña. Desde ahí se distribuye el agua para el suelo radiante, el ACS y la ventilación, que se reparte a través de falsos techos y múltiples bocas de extracción y difusión a lo largo de la casa.
Un aspecto relevante es la discreción operativa de toda la instalación: la climatización zonificada permite evitar el funcionamiento continuo e innecesario de los equipos, automatizando el servicio solo en las estancias y momentos requeridos, lo que repercute en ahorro y en confort acústico. Cada estancia tiene, además, un monitor y termostato independiente, permitiendo ajustar la ventilación o el suelo radiante según las necesidades y preferencias individuales de los habitantes.
Para potenciar la calidad ambiental en cada momento, se emplea el sistema ZSaindari de Orkli, un asistente inteligente que monitoriza la calidad del aire, interpreta datos y genera informes de salubridad ambiental, contribuyendo a una gestión preventiva y proactiva del bienestar doméstico.
Gracias a esta suma de soluciones, la vivienda se perfila como un referente en rehabilitación sostenible, centrada en la eficiencia energética, la calidad ambiental y el respeto por la tradición constructiva local integrada con la innovación.