El Ayuntamiento de Los Realejos (Tenerife) ha iniciado la construcción de un nuevo parque urbano sostenible y refugio climático en el entorno de Toscal Longuera. La propuesta combina soluciones basadas en la naturaleza con el uso de tecnologías verdes, como sistemas de captación de agua de lluvia y energía solar fotovoltaica, integrados en un entorno de vegetación autóctona que mejorará la biodiversidad y la calidad del aire. El proyecto supone una inversión de 1.225.718 euros, financiados a través de una subvención gestionada por el Consistorio ante la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias.
El proyecto, pionero en el municipio y en la isla, transformará un espacio degradado y en desuso en un parque multifuncional, inclusivo y resiliente, adaptado a los desafíos del cambio climático. Entre las principales características del parque se incluyen áreas de sombra natural y artificial, zonas de descanso, merenderos, juegos infantiles inclusivos, instalaciones deportivas al aire libre, un sistema de captación de aguas pluviales, energía solar fotovoltaica y vegetación autóctona que contribuirá a mejorar la biodiversidad y la calidad del aire.
Modelo de infraestructura sostenible y resiliente
El diseño de este parque sostenible, de 1.896,13 m², busca aprovechar las características climáticas locales para crear un refugio climático que proporcione sombra, frescor y una mejora de la calidad del aire, convirtiéndose en un modelo de infraestructura sostenible y resiliente.
Dicha acción se realizará mediante la integración de soluciones basadas en la naturaleza, como la plantación de especies autóctonas, la mejora de la biodiversidad y el uso de tecnologías verdes, como, por ejemplo, sistemas de captación de agua de lluvia y energías renovables.
Este parque, además, no solo se posicionaría como un refugio frente al calor y las olas de calor urbanas, sino también como un espacio inclusivo y accesible para la comunidad local, ofreciendo áreas recreativas y educativas que promuevan la sensibilización ambiental. De este modo, el proyecto no solo mejorará la calidad de vida de los residentes de Toscal Longuera, sino que también serviría como un modelo de sostenibilidad para otros barrios y municipios de Tenerife.
Este proyecto se alinea con los objetivos de reducción de emisiones de carbono de los municipios de la isla, ya que los espacios verdes son conocidos por su capacidad de absorber CO₂ y mejorar la huella ecológica de las zonas urbanas.
Distribución de los espacios
La distribución del espacio responde a criterios de accesibilidad, integración paisajística y equilibrio entre zonas activas y de descanso. El acceso principal será desde la parte más baja del lindero este, en la calle Bolivia. Aquí se situará un espacio de entrada y transición, con las taquillas, el aseo autolimpiable y el aparcamiento de bicicletas. Esta entrada enfocará directamente hacia el espacio central.
El espacio central ocupará la zona más baja y viene diseñado con los juegos y las pérgolas centrales como un espacio continuo que acogerá los juegos inclusivos. Al sur se creará todo un talud utilizable con una zona de juegos infantiles de transición. Ahí se situarán las pérgolas de sombra más grandes y unas zonas de asiento.
La esquina sur acogerá los elementos de calistenia para ejercicio físico más destinado a personas adultas, junto a otra zona de estancia y descanso. Conectará visual y formalmente con el espacio central a través del talud y las letras corpóreas identificativas de Toscal Longuera, mientras que todo el lindero este será la rampa de acceso por debajo del 6% de desnivel.
Al norte de la entrada, en la parte más baja, se ubicará la zona de jardines y estancia, con sitios para práctica de yoga y para pícnic, así como el mantenimiento de la vegetación existente, en contraste con las zonas de mayor actividad hacia el otro lado del parque.