La empresa Tejas Verea y el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) han entregado en Sobrado dos Monxes (A Coruña) la segunda edición de los Premios Internacionales de Arquitectura Cubiertas Tejas Verea, en los que se han distinguido cuatro proyectos por su ejecución técnica, su adaptación al entorno y el uso innovador de las tejas cerámicas. El certamen, que ha duplicado el número de candidaturas respecto a su primera edición, se ha dirigido a profesionales de la arquitectura y ha reconocido obras de cubierta inclinada con teja cerámica Verea finalizadas entre 2021 y 2024.
Los premios han sido entregados por el decano del COAG, Luciano González Alfaya, y por el equipo de Tejas Verea, que han concedido 3.000 euros al ganador de la categoría Gama Eternal, 1.500 euros a cada uno de los proyectos premiados en la Gama Clásica y una mención especial en la categoría de nuevos usos de las tejas. Los galardonados han recibido además una figura conmemorativa de un cabaqueiro, el tejero tradicional gallego.
En el acto han participado también María Encarnación Díaz Rivas, directora xeral de Urbanismo, y José Luis Gil Pita, vocal de la Junta de Gobierno del COAG y miembro del jurado. La ceremonia ha tenido lugar en la casa rural Abeiro da Loba de Sobrado y ha finalizado con un house tour guiado por Luciano González y Miguel Estévez, arquitectos responsables de su rehabilitación.
Gama Eternal: Refuxos de Porto Quilmas
El premio en la categoría Gama Eternal ha recaído en los Refuxos de Porto Quilmas, un conjunto de siete cabañas situadas en el puerto natural de Quilmas, en Carnota (A Coruña). El proyecto, obra de los arquitectos Francisco Xabier Liñares y Alfonso Salgado Suárez, de Salgado e Liñares Arquitectos, se concibe como un eco de las primeras casetas tradicionales de pescadores, refugios de cubierta a dos aguas.
La obra se ha finalizado en 2024 y cuenta con una cubierta de 229,70 m². El jurado ha valorado el alto nivel de calidad de la cubierta, en la que se han empleado todas las piezas especiales de la teja Marsella de la Gama Eternal en acabado rojo. La instalación se ha realizado completamente en seco, sin morteros, con estructura de rastreles y una lámina impermeable transpirable.
Gama Clásica: Villa Carolina
Uno de los dos premios ex aequo en la categoría Gama Clásica ha sido para Villa Carolina, vivienda de recreo de 100 m² diseñada por el arquitecto Jorge Juan Cao Abad y situada en Cariño (A Coruña), en un promontorio abierto a la ría de Ortigueira. La obra, finalizada en 2024, cuenta con una cubierta de 50,4 m² ejecutada con teja curva de la Gama Clásica en acabado rojo.
La cubierta se ha planteado como la quinta fachada de la casa, la principal desde la carretera, y se ha resuelto mediante una cubierta a dos aguas con teja curva que integra la construcción con el entorno rural y con las edificaciones vecinas.
Destaca la relación entre la cubierta y la estancia que cobija, en la que la geometría de las vigas pared pauta y equilibra la direccionalidad del espacio, aprovechando un pequeño altillo para almacenaje. El proyecto incorpora una estructura basada en muros de carga de fábrica de bloque y losas de hormigón armado que conforman un sistema único e interrelacionado, así como pérgolas de viguetas prefabricadas orientadas a norte y sur que afinan la integración de la cubierta en el paisaje. El jurado ha valorado la cuidada ejecución de la cubierta, instalada según el Verea System, y la integración del proyecto en su entorno.
Gama Clásica: Catedral de Ciudad Rodrigo
El otro premio ex aequo en la Gama Clásica ha sido otorgado al proyecto de rehabilitación de las cubiertas de la sacristía de la Catedral de Ciudad Rodrigo, en Salamanca, dirigido por Emilio Sánchez Gil, Fernando Sánchez Cuadrado y Emilio Sánchez Cuadrado, de Sánchez Gil Arquitectos. La intervención, finalizada en 2023, abarca una superficie de 310 m² y se desarrolla en un ámbito de gran complejidad histórica, donde convergen elementos románicos, góticos, renacentistas y barrocos.
Se trata de una intervención de gran complejidad histórica y constructiva que ha asegurado la estabilidad y la estanqueidad de la cubierta, además de poner en valor el conjunto para permitir la visita turística y redescubrir la riqueza del edificio. El proyecto ha mantenido la geometría exterior original, pero ha despejado el espacio bajo la envolvente para potenciar la contemplación de las cubiertas originales de piedra de la catedral románica.
La nueva solución genera una sala diáfana organizada en torno a un pilar en forma de cruz y una estructura singular de madera, con lucernarios cuidadosamente diseñados para no ser visibles desde el exterior. El jurado ha destacado la solución adoptada mediante rastreles de madera y teja talón Verea, que mejora las prestaciones y reduce el mantenimiento, así como la dificultad de ejecución al emplear teja ‘vieja’ recuperada como teja cobija.
Los puntos singulares se han resuelto con pesebrones de plomo, y en el alero se ha optado por una pieza de pizarra volada con chapa de cobre como goterón para preservar la imagen histórica del conjunto.
Nuevos Usos de las Tejas Cerámicas: señalización del Spaşinho
La mención en la categoría de Nuevos Usos de las Tejas Cerámicas ha recaído en la señalización del centro de hidroterapia Spaşinho, situado en la desembocadura del Tambre, en Outes (A Coruña). El complejo cuenta con un circuito termal distribuido en distintos inmuebles y espacios unidos por un itinerario predeterminado.
Para señalizarlo, los diseñadores Ricardo Tubío y Xabier Rilo, de Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega, han utilizado como soporte informativo la teja plana de la Gama Eternal, fijada mecánicamente sin adhesivos. Han apostado por la cerámica como una solución atemporal vinculada históricamente al agua y presente desde siempre junto a la piedra o la madera.
El proyecto, finalizado en 2023, utiliza paneles informativos e indicadores direccionales realizados en teja, con gráfica grabada mediante chorreo de arena y pintado en bajorrelieve blanco. La gráfica se ha grabado mediante chorreo de arena y se ha pintado el bajorrelieve en blanco, aprovechando el color terroso y el acabado mate de las tejas para integrarlas en los espacios.
El jurado ha valorado el diseño y desarrollo de anclajes específicos que han permitido fijar las tejas en techo, pared y laterales, lo que ha añadido una notable dificultad técnica al proyecto. El símbolo del Spaşinho, el ‘zapatero’ o gerris lacustris, se ha incorporado en la señalética como representación de la ligereza y relación con las aguas limpias gallegas.