Publicada en el DOGV la solicitud de autorización ambiental integrada de la planta de valorización energética de rechazos en Vall d’Alba (Castellón).


La solicitud de autorización ambiental integrada de la planta de valorización energética de rechazos en Vall d’Alba (Castellón), publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), estará sometida a información pública durante 60 días y no 30 como es habitual para garantizar la transparencia de este proyecto con aportación que mejoren esta iniciativa que permitirá mejorar la gestión de los residuos y reducir el número de vertederos.


Territorio y Vivienda quiere que la planta de Vall d’Alba se ajuste al cien por cien a los requisitos marcados por la recién aprobada Ley de Prevención de la Contaminación y la Calidad Ambiental, con la exigencia de este requisito que deberán solicitar determinadas actividades industriales antes del 31 de diciembre de 2006.


Esta planta permitirá la gestión de residuos en la Comunitat que en estos momentos produce 1,44 kilogramos de basura por habitante, es decir, menos que la media europea que es de 1,58 kilos.


Para la conselleria de Territorio y Vivienda, “la jerarquía de nuestro sistema de gestión de residuos es la reutilización, el reciclaje y la valorización, y en lugar de eliminación en vertedero apostamos por la conversión de estos residuos en energía”. Territorio y Vivienda sostiene que la valorización energética es medioambientalmente inocua y complementa perfectamente la política de residuos impulsada por la Generalitat.


Varias comunidades autónomas (Cataluña, País Vasco, Canarias, Madrid, Baleares o Canarias) y multitud de países con gran sensibilidad ambiental (Dinamarca, Suecia, Suiza, Alemania, Japón, etc) apuestan por la valorización energética. De hecho, la Unión Europea contempla el uso de esta tecnología como una pieza fundamental en las políticas de eliminación de residuos y tanto la legislación comunitaria como la española imponen unas condiciones muy exigentes sobre la entrega y recepción de residuos y sobre los requisitos técnicos de construcción y funcionamiento de las incineradoras.


Así, está probado estadísticamente que la implementación de políticas de valorización energética no aumenta la generación de basuras, dato que viene avalado por un hecho incontestable: los países de la Unión Europea que más residuos reciclan (Suiza, Holanda, Dinamarca o Alemania) son también los que mayor parte de sus residuos eliminan en forma de valorización energética.


Una tecnología sana


Un trabajo de la Universidad Rovira i Virgili ha establecido que los tubos de escape de los vehículos emiten más toxinas y metales contaminantes que la incineradora de residuos especiales ubicada en Constantí (Tarragona). Los investigadores de esta universidad catalana han llegado a esa conclusión tras comparar miles de exámenes realizados antes y después de la apertura de la planta. Además, la valorización energética contribuye a mitigar la problemática generada por los vertederos. Reduce la necesidad de éstos al aminorar la cantidad de basura almacenada –que es transformada en energía de naturaleza renovable- y evita prolongar la vida de los vertederos existentes y minimiza la necesidad de nuevas instalaciones de este tipo.


Países con una elevada densidad de población y notables problemas de espacio como Holanda o Japón apuestan decididamente por la valorización energética. El departamento dirigido por Rafael Blasco ha sometido la solicitud de autorización ambiental integrada, junto a la documentación exigida en la Ley de Prevención y Control Integrado de la Contaminación, y el estudio de impacto ambiental al trámite de información pública durante un periodo de 60 días, mediante su publicación en el DOGV y su exposición pública en el Centre d’Información i Documentació Ambiental de la conselleria de Territorio y Vivienda y en el Ayuntamiento de Vall d’Alba, para que puedan presentarse las alegaciones oportunas.


Valores límite de emisión


En la autorización ambiental integrada se fijan todas las condiciones ambientales exigibles para la explotación de las instalaciones y, entre otros aspectos, se especifican los valores límite de emisión de sustancias contaminantes, basados en las mejores técnicas disponibles y tomando en consideración las características de la instalación, su implantación geográfica y las condicionales locales del medio ambiente. En dicha autorización se integran todas las autorizaciones ambientales existentes relativas a producción y gestión de residuos, vertidos a las aguas continentales y desde tierra al mar, así como otras de carácter ambiental contenidas en la legislación sectorial, incluidas las referidas a compuestos orgánicos volátiles, de acuerdo con las directivas europeas.


La instalación está prevista para valorizar los rechazos procedentes de las plantas de tratamiento de residuos urbanos (papel y cartón, plástico y caucho, textiles, etc) y residuos del tratamiento mecánico de residuos. El tratamiento térmico de los rechazos permite aprovechar la energía calorífica contenida en ellos para su transformación en energía eléctrica y el aprovechamiento de las escorias de la combustión como materia de construcción. De otro modo, si se depositaran en vertedero no se llevaría a cabo esta valorización.


La planta se instalará en el Polígono Industrial de Vall d’Alba, constará de dos líneas de tratamiento, con una capacidad nominal de tratamiento de 22 T/h de rechazo, resultando una capacidad de 350.000 toneladas de rechazo tratado al año, y una producción eléctrica máxima de 40 MW h.


Está previsto que un principio se trate de una línea y en un horizonte de cinco a diez años la segunda, que incluyen ambas la recepción y alimentación de rechazos, horno-caldera de recuperación con generación eléctrica y depuración total de gases.


El vapor generado en la caldera se aprovecha para producir energía eléctrica. En la turbina de vapor se produce la expansión del vapor y se transforma la energía mecánica en energía eléctrica a través de un alternador. El vapor se enfría en un aerocondensador, recirculándose el agua condensada a la caldera. El combustible auxiliar es gas natural o gasóleo y se emplea para el arranque y cuando la temperatura de la cámara de combustión desciende por debajo de los 850 grados.


Técnicas de control y reducción de emisiones


El sistema de depuración de gases será de tipo semi-seco y estará constituido por un reactor de absorción donde se inyecta lechada de cal pulverizada para eliminar los contaminantes presentes en los gases. Después se añadirá carbón activo y finalmente se conducirán a un filtro de mangas antes de la salida al exterior por la chimenea.


Las emisiones atmosféricas deberán cumplir los valores límites de emisión establecidos en un Real Decreto sobre incineración de residuos. Para la eliminación de los óxidos de nitrógeno de los gases de combustión se empleará un sistema no catalítico de reducción (SNCR), la mejor técnica disponible, que consiste en inyectar un agente reductor (amoniaco o urea) en la cámara de postcombustión, consiguiendo transformar los óxidos de nitrógeno en nitrógeno y vapor de agua sin generar otros contaminantes secundarios.


Los productos resultantes de la depuración de gases se tratarán junto con las cenizas en la zona de tratamiento específica, donde se estabilizarán y solidificarán. Los residuos del fondo de la parrilla, escorias, se someterán a un tratamiento para extraer las fracciones valorizables contenidas (chatarra férrica y aluminio) y tras una maduración se podrán aprovechar como material de construcción.


En cuanto a los vertidos, plantean la incorporación de las aguas residuales industriales al horno caldera para la eliminación de los contenidos residuales mediante su incineración y la conversión del agua en vapor. No se realizan vertidos a cauce o red pública (vertido cero). Las aguas sanitarias y pluviales se evacuarán a los colectores municipales.


Minimización de impactos ambientales


La conselleria de Territorio y Vivienda, respecto a los posibles impactos ambientales, se basará en la legislación sectorial y en la de impacto ambiental. En el Estudio de Impacto Ambiental se aporta un estudio de dispersión de contaminantes en la atmósfera, según el cual los niveles de inmisión debidos al funcionamiento de la planta de valorización, no suponen un riesgo aparente para la salud de las personas y el medio ambiente, ya que en ningún caso se verían superados los umbrales de riesgo para la salud pública y el medio ambiente.


En el Programa de Vigilancia Ambiental se prevén las medidas necesarias para preservar la calidad del aire de la zona y se indica que todos los vehículos entrantes en las instalaciones, así como la maquinaria propia de la instalación dispondrán de la correspondiente ITV en regla para asegurar la minimización de las emisiones.


 
 
Patrocinio Oro
Patrocinio Plata
Patrocinio Bronce
Salir de la versión móvil