Ecociudades y Bioclimática para una ciudad más compacta y sostenible frente al modelo único de viviendas unifamiliares.

El consejero de Vivienda y Urbanismo de Castilla-La Mancha ha defendido el abandono de un modelo de crecimiento urbanístico basado exclusivamente en casas unifamiliares y amplias superficies de césped, ya que éste, en su opinión, se ha revelado “ineficiente a largo plazo”. Por el contrario, ha defendido proyectos públicos como el futuro Ecobarrio de Toledo o las viviendas bioclimáticas de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.



El consejero de Vivienda y Urbanismo, Alejandro Gil, ha insistido en el papel de las Administraciones públicas como motoras de la “transformación urbana que precisan nuestras ciudades”, desde el punto de vista tanto material y arquitectónico como social, “con apuestas cada vez más decididas en materia de medio ambiente, de ordenación del transporte o del intercambio comercial”, por citar algunos apartados.


En su opinión, ese “cambio de filosofía” implica el abandono de un modelo de crecimiento urbanístico como el actual, que se ha revelado “ineficiente a largo plazo” en cuanto a consumo de energía y en cuanto a aprovechamiento de suelo.


Gil, que ha inaugurado en Toledo la jornada “Ecociudades: concepto, desafío y beneficios”, organizada por la plataforma de estudios técnicos y sociales “Global Encuentros”, ha recordado que, “sin querer demonizar”, los desarrollos residenciales basados exclusivamente en viviendas unifamiliares y en espacios ajardinados con césped “generan más inconvenientes de tráfico, abastecimiento de agua y gasto en combustibles fósiles” que una expansión compacta, alternada con bloques en altura.


En este sentido, ha destacado los Planes de Ordenación del Territorio (POT) que su departamento tiene en marcha para el Corredor del Henares y para la comarca de La Sagra, que “impondrán mayor racionalidad y sostenibilidad” al auge urbano de ambas áreas, así como el proyecto de Ecobarrio diseñado por la Consejería de Vivienda y Urbanismo en la denominada “Fase Quinta” del barrio de Santa María de Benquerencia de Toledo.


Esta iniciativa, que ha calificado de “pionera” junto a otras experiencias públicas en la localidad navarra de Sarriguren o en Ferrara (Italia), incorpora notables elementos de calidad urbana y respeto medioambiental como “parques poblados de especies vegetales autóctonas, de bajo consumo hídrico, amplias superficies peatonales, sistemas de recogida y reciclaje de aguas pluviales para el riego de zonas verdes y viales perimetrales que reducen el tránsito de vehículos”.


El Ecobarrio de Toledo, que en opinión del responsable regional “estará ya en obras el próximo año”, se completa con más de seiscientos inmuebles públicos totalmente ecológicos, “ya que se dotarán de las máximas innovaciones de ahorro energético y se levantarán con técnicas y diseños respetuosos con la naturaleza”.


Por último, Gil ha subrayado la reciente entrega de 264 viviendas bioclimáticas en Albacete, Torralba de Calatrava (Ciudad Real), Cuenca y Guadalajara “y los trabajos ahora en marcha de otras 60 casas ecológicas en Toledo capital”.

 
 
Patrocinio Oro
Patrocinio Plata
Patrocinio Bronce
Salir de la versión móvil