La ONU anima a los Estados a incrementar sus esfuerzos para recuperar la capa de ozono.

Desde 1995, el 16 de septiembre de cada año se celebra el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono. Esta fecha fue elegida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 49/114, para conmemorar la firma en 1987 del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. El lema elegido este año ha sido “Proteger la capa de ozono es salvar la vida en la Tierra”.


Tras el descubrimiento del agujero de ozono sobre la Antártida, la comunidad internacional reconoció la necesidad de reducir de forma drástica la producción y el consumo de los llamados compuestos clorofluorocarbonados (CFCs), diversos halones y bromuro de metilo, por ser éstos los causantes principales de la reducción de la capa de ozono. Estas sustancias se han usado como refrigerantes, propelentes, en la fabricación de espumas, como agentes contra incendios o como fumigantes contra plagas.


Esta conmemoración en todo el mundo brinda la oportunidad de centrar la atención y la acción en la protección de la capa de ozono en los planos mundial, regional y nacional. En sus 20 años de vida, ha logrado ser reconocido como uno de los acuerdos multilaterales más exitosos. España, como Estado Miembro del Protocolo de Montreal y su Enmienda participa activamente de las políticas para la protección de la capa de ozono, siendo el 8º país que más contribuye al Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal.


En España desde hace más de una década las emisiones de sustancias que agotan la capa de ozono vienen disminuyendo de forma continúa, habiéndose reducido a cero algunas de ellas. Únicamente se puede considerar que se mantienen estables las emisiones de CFC producidas debido a su uso en equipos antiguos comerciales o domésticos, las emisiones de Hidroclorofluorocarbonos (HCFC) generadas por el sector de la refrigeración, así como la de ambas sustancias por su utilización en la elaboración de espumas.


Los retos pendientes son la eliminación de los usos que aún quedan y evitar que lleguen a la atmósfera las sustancias que hay en equipos o aparatos antiguos. El bromuro de metilo, es una de las últimas sustancias cuyo uso queda por eliminar. Se emplea como fumigantes contra plagas y desde 1998 un proyecto nacional de búsqueda de alternativas, que ha sido referente a nivel mundial, está en marcha y ha permitido eliminar casi el 95% de este uso agrícola en España.


La protección de la capa del ozono forma parte de las políticas de prevención de la contaminación atmosférica del Ministerio de Medio Ambiente. El Gobierno ha elaborado un Anteproyecto de Ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera que aborda la gestión de la calidad del aire y la protección de la atmósfera a la luz de los principios de cautela y acción preventiva, de corrección de la contaminación en la fuente y de quien contamina paga. Esta Ley facultará y obligará a las comunidades autónomas ejercer un control más riguroso en esta materia. Esta Ley estará lista a finales de año y es de uno de los instrumentos que se enmarca dentro de la Estrategia Española de Calidad del Aire.


A finales del pasado mes de agosto se ha hecho público el Informe “Scientific Assessment of Ozone Depletion 2006” preparado por el Panel de Validación Científica del Protocolo de Montreal, que se realiza cada cuatro años. Las principales conclusiones de dicho informe son las siguientes:




  1. Se refuerza la hipótesis de que las sustancias antropogénicas peligrosas para el ozono han sido las responsables principales del adelgazamiento de la capa de ozono.


  2. El Protocolo de Montreal está funcionando. Existen evidencias claras de que las sustancias peligrosas para el ozono están disminuyendo y se empiezan a notar los primeros signos de una recuperación del ozono estratosférico.


  3. Las últimos resultados de las integraciones de los modelos químico-climáticos apuntan a que la recuperación de la capa de ozono de los efectos de las sustancias peligrosas se prolongará durante todo el siglo XXI y se retrasará unos quince años respecto a las previsiones anteriores realizadas en el año 2002.


  4. En estos momentos la variabilidad en las condiciones meteorológicas es la que está modulando el comportamiento del ozono sobre gran parte de las regiones en latitudes superiores a los 60º en ambos hemisferios. Los inviernos árticos más fríos de lo normal son cada vez más frecuentes desde mediados de la década de los 90 y la razón para ello no está clara, aunque podría relacionarse con una variabilidad natural a largo plazo o con algún mecanismo dinámico de origen desconocido.


  5. El incumplimiento del Protocolo de Montreal puede retrasar o incluso evitar la recuperación de la capa de ozono.


  6. Persisten aún grandes incertidumbres sobre las conexiones entre desaparición de ozono y el cambio climático, cuestión crucial para poder realizar previsiones de concentraciones futuras de ozono.

En estos momentos, y según informa el 2º Boletín de Ozono Antártico de 2006 publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) el 11 de septiembre, la región donde se observan valores de ozono inferiores a 220 Unidades Dobson (denominada región de “agujero de ozono”) es de unos 24.5 millones de km2, mayor que el área observada por las mismas fechas en 2005 y similar a la observada en 2003. En lo que respecta a su intensidad este Boletín informa que los valores de ozono total han caído rápidamente en los primeros días de septiembre hasta situarse en valores similares a los observados en 2005.


Red de Observación Nacional


El Ministerio de Medio Ambiente a través del Instituto Nacional de Meteorología (INM) comenzó su programa de observación de la capa de ozono a finales de la década de los ochenta, con la puesta en funcionamiento de un espectrofotómetro Brewer en su sede central en Madrid. En la actualidad la red de espectrofotómetros Brewer operada por el INM se extiende por el territorio nacional, vigilando de forma continua la columna total de ozono en La Coruña, Zaragoza, Madrid, Murcia, Izaña (Tenerife) y Santa Cruz de Tenerife. Los equipos de estas estaciones funcionan de forma coordinada con el instalado en El Arenosillo (Huelva), propiedad del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Las instalaciones del INM en el Observatorio Atmosférico de Izaña (Tenerife), constituyen el Centro de Calibración de ozono de la red de espectrofotómetros Brewer de Europa.


En marzo de 1992, el INM comenzó a medir el perfil atmosférico de ozono mediante la realización de sondeos semanales en su sede central de Madrid. En la actualidad, se realizan ozono-sondeos semanales en Madrid y Santa Cruz de Tenerife. Los datos obtenidos son ampliamente difundidos y se envían regularmente a los Centros Mundiales y contribuyen a la confección de los mapas de espesor total de ozono por encargo de la Organización Meteorológica Mundial. La Organización Europea de Explotación de Satélites Meteorológicos EUMETSAT próximamente pondrá en funcionamiento el instrumento GOME 2, a bordo del satélite polar meteorológico MET-OP que está previsto que sea lanzado el próximo día 7 de octubre de 2006. GOME 2 permitirá un control diario de los niveles de ozono total en la columna y perfiles verticales de ozono además de otros constituyentes atmosféricos relacionados con la destrucción del ozono.


En colaboración con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y con varias instituciones argentinas, el INM mantiene en la región antártica una red de estaciones para la vigilancia continúa del ozono y la radiación ultravioleta. Un informe más técnico sobre la capa de ozono elaborado por el INM se puede consultar en su página web.

 
 
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