Metropol Parasol en Sevilla

Antiguo convento medieval y posterior mercado central devenido en un terreno prácticamente abandonado durante décadas, La Plaza de la Encarnación abre finalmente sus puertas reconvertido en un nueva catedral urbana de usos múltiples.

“Metropol Parasol” ofrece el potencial de convertir a la antigua Plaza de la Encarnación de Sevilla en un nuevo centro urbano contemporáneo. Este espacio ubicado en el centro de la densa estructura del casco histórico de Sevilla ofrece una gran variedad de opciones, desde la presentación de la historia de la ciudad hasta actividades comerciales y de ocio.

 

Su lograda infraestructura convierte a la plaza en un espacio viviente y el destino elegido por turistas y vecinos.

El diseño basado en grandes estructuras en forma de hongos, a cargo del arquitecto alemán Jürgen Mayer H, se compone de cuatro niveles permeables y entrelazados de forma continua.

El subsuelo posee una plataforma de visita con restos arqueológicos encontrados en los cimientos y que detuvieron temporalmente al proyecto.

El primer nivel, contiene una plaza peatonal cubierta y un mercado de 2.155 m2 de superficie con capacidad para varios puestos de venta.

En el segundo nivel se ubica una plaza de 3.000 m2 elevada a cinco metros sobre el mercado destinada a convertirse en foro urbano para actuaciones y espectáculos.

En el tercer nivel se encuentra un restaurante con capacidad para 300 personas y finalmente en el cuarto nivel, un balcón panorámico de libre acceso a través de una pasarela que serpentea encima de los Parasoles con vistas a todo el casco antiguo de Sevilla.

Los parasoles en forma fúngica y con una trama que se asemeja a los píxeles, enmarcan toda una estructura que no está tipológicamente definida, generando un continuo juego de sombras cambiantes a lo largo del día.

La estructura de madera de Metropol Parasol es de unos 150 m de largo, 75m de ancho y 28m de alto. Se trata de elementos de madera micro-laminado Kerto-Q dispuestos en una retícula ortogonal de 1,50 m a 1,50 m.

El canto de los elementos de madera depende del funcionamiento estructural: así, en la zona perimetral con menos cargas es de 30 cm y en la transición a los troncos es de unos 300 m aprox.

El espesor variable de la estructura de madera, resultado de un cálculo en 3D se sitúa entre los 7 cm y 22 cm, dependiendo de las necesidades estructurales de cada elemento.

La estructura ortogonal de madera está arrostrada por barras diagonales que se ubican por debajo de las pasarelas. La estructura de madera de Metropol Parasol tiene, por lo tanto, el comportamiento de un entramado laminar bidireccional.

Como la estructura de madera no tiene cubierta y debe ser protegida de la intemperie, los arquitectos han desarrollado un nuevo sistema capaz de conservar la madera. Se trata de un revestimiento de poliuretano de 2 a 3 mm impermeable pero permeable al vapor.

Junto con un acabado final de pintura, este revestimiento constituye una alternativa completamente inédita y desconocida para este tipo de superficies.

Crucial para el desarrollo del Metropol Parasol han sido las más de 3.000 uniones en las intersecciones de la madera. Para solucionarlas, los ingenieros de Arup y Finnforest Merk desarrollaron una innovadora conexión a través de barras de acero encoladas, de fácil optimización para un rápido montaje en obra.

Un análisis térmico reveló a los ingenieros de Arup que el clima cálido del sur de España sería un reto especial para las uniones (tal como confirmaron los resultados de la simulación térmica y los ensayos hechos por el Instituto Fraunhofer). Los especialistas de Arup y Finnforest Merk debieron, entonces, desarrollar un nuevo proceso de encolación, capaz de soportar las altas temperaturas de Sevilla. Éste método especial fue desarrollado con la ayuda de los especialistas de WEVO-Chemie y el experto de pegamentos Borimir Radovic. Finalmente, los ensayos llevados a cabo por la Universidad de Augsburgo y la Universidad de Stuttgart en Alemania confirmaron el diseño propuesto.

Para poder concretar la construcción real del diseño ganador, los arquitectos contrataron los servicios de la ingeniería internacional Arup, la cual llevó a cabo investigaciones experimentales para alcanzar la solución más adecuada. Durante las investigaciones previas, se estudiaron diversas geometrías estructurales complejas para comprobar la viabilidad de dicha estructura en materiales como acero, hormigón o plástico. Todas las investigaciones fracasaron no sólo en cuanto al presupuesto estimado, sino también respecto a la posibilidad de su verificación estructural.

Finalmente, a través de programas informáticos desarrollados por los ingenieros de Arup, éstos pudieron extraer del modelo geométrico en 3D de los arquitectos, la información necesaria para el análisis estructural. Así, se decidió desarrollar la estructura en madera micro-laminada (Kerto) protegida de la intemperie por un concepto desarrollado por los arquitectos que se basa en un recubrimiento de poliuretano impermeable.

Según Jan Peter Koppitz, ingeniero que desde la oficina de Arup Madrid dirigía el proyecto, “Como el cálculo estructural requería de un análisis en 3D de gran complejidad compuesto por elementos finitos, desarrollamos un programa iterativo capaz de determinar el espesor de los elementos de madera en cada una de las uniones de la estructura para su adecuada optimización. Finalmente, los datos del modelo en 3D del arquitecto se integraron junto con nuestros datos y con el modelo virtual del contratista de la madera”.

Las dimensiones de la estructura dependían de la distribución de esfuerzos en cualquier elemento dentro de la estructura. Pero estos esfuerzos dependían, a su vez, del peso y el espesor de los elementos de madera (es decir, de las dimensiones de la estructura). El problema era, entonces, que dichas variables sólo representaban los datos de partida de cálculo estructural.

En definitiva, toda la estructura sólo podía calcularse de manera iterativa, es decir, a través de un cálculo por etapas. Así, para cada paso de cálculo, se debía leer nuevamente los datos de partida de los resultados obtenidos en el paso de cálculo anterior y los resultados de este nuevo paso de cálculo proporcionarían los valores para el paso siguiente. Con el tiempo, se llevaron a cabo tantos pasos iterativos como fueran necesarios hasta lograr que el cálculo converja, el equilibrio en la estructura se cumpliese y en ninguna unión los esfuerzos superaran su capacidad.

El éxito de este proyecto sólo ha sido posible gracias a un equipo de diseño integrado por arquitectos, ingenieros de estructuras, ingenieros de instalaciones y especialistas en seguridad contraincendios que trabajaron coordinadamente junto al contratista de madera. Un requisito previo para alcanzar con éxito la planificación ha sido el intercambio de información entre todos los agentes implicados durante la fase de diseño, incluyendo al contratista general, tanto en Alemania como España. Gracias a este intercambio, los datos del diseño del arquitecto (JMH) pudieron integrarse directamente en los programas de cálculo de los ingenieros estructurales (Arup) y el contratista de madera (FFM) y luego procesarse electrónicamente.

Como conclusión, Jose de la Peña, Director de Proyecto de Arup, sostiene que: “Este tipo de construcciones siempre son impactantes y debatidas en las ciudades, tal como ocurrió en su día con la torre Eiffel de París. Estoy seguro que al final la ciudad de Sevilla estará orgullosa de tener un nuevo símbolo de modernidad y tecnología sin antecedente en ninguna otra parte del mundo”.

Datos del proyecto

 
 
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