Nuevo PGOU de Valencia, desarrollo urbano en torno a espacios verdes

El Pleno Municipal aprobará, de manera provisional, la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Valencia, una vez realizadas las revisiones y ajustes para adaptarlo a las realidades social, legislativa y económica actuales. El nuevo documento prevé un desarrollo para Valencia vertebrado en torno a los grandes espacios verdes y un horizonte de aplicación de 15 años.

El nuevo PGOU se vertebra en torno a una gran infraestructura verde. El objetivo es que en el futuro, una persona pueda ir andando desde el Parque de Cabecera, por el Jardín del Turia, dé la vuelta a la Marina, recorra la playa de la Malvarrosa, decida ir a las playas del Sur y a L’Albufera en bicicleta, o recorrer perimetralmente la ciudad. La Alcaldesa Rita Barberá ha presentado hoy la revisión simplificada del Plan General de Ordenación Urbana, que será aprobada por la Comisión de Urbanismo el próximo jueves y, una vez ratificada de manera provisional por el Pleno el día 26, sometida a información pública por un plazo de 45 días.

La Alcaldesa ha informado a los medios de comunicación del contenido de esta revisión, acompañada por el Concejal de Urbanismo, Alfonso Novo. Se trata de la segunda exposición pública del documento, dado que se ha hecho necesario incluir las modificaciones legislativas tanto estatales como autonómicas que se han producido durante la tramitación, así como incorporar las nuevas realidades demográficas, estadísticas y de desarrollo urbano (fruto de los cambios en la situación económica del país y del contexto mundial, entre otros).

Con la nueva Revisión del Plan General de Ordenación Urbana, Valencia se anticipa a su futuro”. La Alcaldesa ha destacado los grandes trazos que definen el documento revisado, cuyo horizonte de aplicación es el año 2030. Este nuevo marco temporal permite considerar escenarios de estabilidad económica y demográfica. Para ello, se ha revisado el crecimiento demográfico de la ciudad, estudiando la evolución de los últimos 20 años, lo que determina una ciudad de alrededor de 850.000 habitantes.

En cuanto a la estructura urbana, el Plan determina un desarrollo que se vertebra en torno a una gran infraestructura verde. Esta nueva forma de estructurar la ciudad se plantea a través de un sistema de espacios abiertos, en los que no se podrá edificar (huerta, Albufera, playas, grandes parques y plazas), y todo ello interconectado mediante corredores, a través de recorridos peatonales y ciclistas.

Se trata –ha indicado la Alcaldesa- de una forma innovadora de estructurar la ciudad, con la que incluso nos adelantamos a la nueva ley urbanística (LOTUP), y conseguimos mejorar de la sostenibilidad medioambiental, económica y social y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

De hecho, uno de los criterios principales del Plan es la sostenibilidad como eje estratégico de crecimiento. Para ello, incorpora elementos novedosos que no existían en el momento de iniciar la revisión, como los criterios de movilidad sostenible recogidos en el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PUMUS).

Además, se ponen en valor de manera decidida los activos con los que cuenta Valencia: su valioso Patrimonio ambiental (huerta, el Parque Natural de L’Albufera y playas, todo dentro del término municipal); su singular Patrimonio urbanístico (barrios históricos, Bienes de Interés Cultural y Bienes de Relevancia Local); sus Parques urbanos y espacios de interés (Ciudad de las Ciencias, Marina Real, grandes equipamiento, etc.) y su topografía, ya que la orografía plana de la ciudad y su clima excepcional invitan a pasear y a utilizar la bicicleta.

Pero a todo ello se unen las necesidades de desarrollo en aspectos fundamentales como facilitar el acceso a la vivienda, la evolución demográfica, la previsión de nuevas reservas de suelo dotacional público que resuelvan las necesidades estructurales de la ciudad, y crear suelo para la implantación de nuevas actividades generadoras de riqueza y empleo.

En cifras, ello supone que se reduce la clasificación de más de 432.000 m2 de suelo de huerta periurbana, y un crecimiento de 415 hectáreas sobre la superficie del término municipal (lo que supone que la ciudad va a crecer ocupando menos de un 3% del término). Es decir, que el crecimiento previsto para la ampliación de la ciudad en los próximos 20 años es muy inferior al previsto por el Plan General del año 1988, y por otras ciudades de su entorno inmediato o de tamaño similar.

En este contexto, uno de los objetivos principales del documento pasa por facilitar el acceso a la vivienda. Tal como ha explicado la Alcaldesa, el Plan establece la exigencia de destinar en los nuevos desarrollos residenciales una reserva mínima de al menos el 50% de la edificabilidad para la VPP (Vivienda de Protección Pública), que incluso puede llegar al 100% (como es el caso de los sectores de Tavernes y Alboraya). Hay que recordar, en contraste, que la legislación vigente prevé un 30% de reserva mínima.

Asimismo, ha explicado que se ha optado por no contratar personal externo para la nueva redacción del documento, que se ha realizado con funcionarios municipales, lo que ha permitido un ahorro de cerca de 3 millones de euros.

Finalmente, y a preguntas de los periodistas, el Concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, ha añadido que, a diferencia del Plan de 1988 que no preveía herramientas económicas que hicieran posibles los desarrollos urbanos previstos, esta nueva revisión del Plan sí prevé estos mecanismos. Para ello, se establece la consecución de suelo y de dotaciones con cargo al desarrollo de cada sector urbanizable, y no mediante el recurso a expropiaciones con cargo a las arcas públicas, como se hacía hasta ahora.

 
 
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