Nuevo Informe del Banco Mundial sobre pobreza y cambio climático

 
El Banco Mundial ha publicado un nuevo informe antes de la conferencia internacional de París bajo el título ‘Shock Waves: Managing the Impacts of Climate Change on Poverty’ (Grandes cataclismos: Cómo abordar los efectos del cambio climático en la pobreza) en el que muestra que el cambio climático es una grave amenaza para las personas más pobres de todo el mundo, con el poder de empujar de nuevo a la pobreza a más de  100 millones de personas en los próximos 15 años.

El informe, financiado por del Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR, por sus siglas en inglés) y el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID, por sus siglas en inglés), combina los resultados de las encuestas de hogares en 92 países. En él se describen las estructuras demográficas y las fuentes de ingresos con los más recientes resultados de modelación sobre los impactos del cambio climático en la productividad agrícola y los precios de los alimentos, los desastres naturales, tales como las olas de calor, las inundaciones y sequías, y las enfermedades sensibles al clima y otras consecuencias para la salud.
 

Las regiones más pobres del planeta, África al sur del Sahara y Asia meridional, serán las más afectadas, tal y como refleja el informe. Además, añade que los impactos climáticos afectarán en mayor medida a la agricultura, siendo el sector principal de fuente de ingresos, seguridad alimentaria, nutrición, empleo, o ingresos de exportaciones de los países pobres, como los anteriormente mencionados. Así, para 2030, las pérdidas de rendimiento de los cultivos podrían significar que los premios de los alimentos estén un 12% más altos en promedio en África al sur del Sahara.

El impacto del cambio climático sobre los precios de los alimentos en África podría llegar al 12 % en 2040 y al 70 % para 2080, un golpe perjudicial para aquellas naciones en donde el consumo de alimentos de los hogares más pobres asciende a más del 60 % del gasto total.

El informe sostiene que en los países más pobres, los recursos nacionales pueden ser insuficientes para poner en marcha estas medidas, y el apoyo internacional será esencial. Además, la presión sobre los hogares pobres, que gastan hasta un 60% de sus ingresos en alimentos, podría ser aguda; puesto que la desnutrición resultante podría conducir en África un aumento del 23% en los casos de retraso grave del crecimiento. Además, según refleja el informe, un calentamiento de entre 2ºC y 3ºC podría aumentar hasta un 5% el número de personas en riesgo de contraer paludismo, es decir, más de 150 millones de personas contraerían esta enfermedad y serían más frecuentes los casos de diarrea. En conjunto, el incremento de estas enfermedades podría causar la muerte de 48.000 niños menores de 15 años en 2030.

En este informe expresa con claridad que será imposible poner fin a la pobreza si no adoptamos medidas firmes para reducir la amenaza del cambio climático y disminuir radicalmente las emisiones nocivas, ha expresado Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial. De ahí, la necesidad de proteger a decenas de millones de personas para evitar que caigan en la pobreza extrema debido al cambio climático.

Sin embargo, añade algo de luz a este cataclismo planteado e insta a poner en práctica iniciativas de desarrollo que mejoren la resilencia de los pobres. En esta línea, el Banco Mundial aporta medidas específicas para ayudar a las personas a enfrentar las crisis climáticas, como desarrollar sistemas de alerta temprana y protección contra las inundaciones, así como introducir cultivos resistentes al calor. Al mismo tiempo, considera que se deben acelerar las medidas para reducir las emisiones y planificarlas para proteger a los pobres.

Esos esfuerzos de mitigación deberían ser diseñados para garantizar que no representen una carga para los pobres. Por ejemplo, lo que se ahorre al eliminar los subsidios a los combustibles fósiles podría reinvertirse en planes de ayuda a las familias pobres para que estas puedan afrontar los mayores costos de los combustibles. De lo contrario, las crisis agrícolas y la mayor incidencia de las enfermedades, podrían provocar solo en India, que 45 millones de personas más fuesen empujadas de nuevo por debajo de la línea de la pobreza para 2030.

El director superior para el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial, John Roome, afirma que tenemos la capacidad de terminar con la pobreza extrema, incluso de cara al cambio climático. Pero para tener éxito, habrá que integrar las consideraciones climáticas en la tarea de desarrollo. Y debemos actuar rápidamente, porque a medida que los impactos climáticos aumenten, también lo harán las dificultades y el costo de erradicar la pobreza.

Stephane Hallegatte, economista superior del Banco Mundial que dirigió el equipo que elaboró el informe, considera que el informe demuestra que no se puede acabar con la pobreza y combatir el cambio climático de manera aislada: las dos cosas se lograrán con mucha más facilidad si se abordan conjuntamente. Y de aquí a 2030, un buen desarrollo informado en relación con el clima nos da la mejor oportunidad que tenemos de prevenir los aumentos de la pobreza debido al cambio climático.

Otra de las conclusiones extraídas del informe es que a largo plazo, solo los esfuerzos inmediatos y continuados por reducir las emisiones mundiales salvarán a los pobres de los impactos climáticos y serán los Gobiernos los que deberán elaborar políticas de mitigación. De este modo, como muestra un análisis realizado a 20 países en desarrollo, los programas de reducción de las emisiones bien diseñados que fortalezcan la productividad de la agricultura y protejan los ecosistemas podrían beneficiar a entre 20 y 50 millones de hogares de ingreso bajo para 2030 a través de pagos por servicios de los ecosistemas.

*Puede descargar el Informe completo en nuestra biblioteca.

 
 
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