El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha renovado su inscripción en el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono del Ministerio para la Transición Ecológica de España. El sello otorgado consta de tres secciones: Cálculo, Reducción y Compensación, y este año ha conseguido alcanzar el segundo nivel de reconocimiento Reducción, gracias a las actuaciones llevadas a cabo para conseguir una mayor eficiencia energética en sus instalaciones y reducir las emisiones asociadas.
La instalación aeroportuaria está inscrita en el Registro de huella de carbono desde diciembre de 2015, dentro de la sección de Cálculo.
Se trata de un registro de carácter voluntario, regulado por el Real Decreto 163/2014, que nació con una doble finalidad: por un lado, fomenta el cálculo y la reducción de la huella de carbono por parte de las organizaciones y, por otro lado, permite reflejar el grado de esfuerzo acometido por las mismas en la lucha contra el cambio climático.
Reducción de emisiones
La reducción de emisiones se somete a la verificación periódica por parte de un organismo independiente, AENOR, de acuerdo a la Norma ISO 14064 de cuantificación de emisiones y reducción de gases de efecto invernadero.
Además, el aeropuerto madrileño cuenta con un sistema de gestión integrado de calidad y medio ambiente certificado por AENOR según las normas ISO 9001 e ISO 14001, y se encuentra adscrito al programa Airport Carbon Accreditation de ACI Europe.
Airport Carbon Acreditation
Por otro lado, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cuenta con el Nivel 2 de certificación dentro del programa Airport Carbon Accreditation del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI Europe), una acreditación que fue renovada en 2017.
Se trata de un programa voluntario de certificación anual que requiere definir compromisos ambientales específicos dentro de un proceso de mejora continua. Los aeropuertos participantes deben comunicar periódicamente sus emisiones de CO2 así como las medidas de reducción de emisiones llevadas a cabo.
Las mejoras introducidas paulatinamente desde 2010 para reducir las emisiones de CO2 asociadas a la actividad aeroportuaria, permitieron al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ser el primer aeropuerto español que se certificó en 2012 en este nivel.