Medidas pasivas y fachada ventilada transforman un hotel de Vigo en viviendas de baja demanda energética

Tras su rehabilitación integral, el Hotel Galicia, ubicado en Vigo, se ha convertido en un edificio de viviendas con baja demanda energética. Con sistemas sostenibles como la fachada ventilada y medidas pasivas, como la ventilación cruzada, el edificio ha conseguido la primera certificación Passivhaus de viviendas plurifamiliares de su comunidad autónoma.

Fachada del antiguo Hotel Galicia tras la rehabilitación integral.

La envolvente térmica se ha resuelto con una fachada ventilada de granito en el alzado principal y con fábrica de termo-arcilla y aislamiento tipo SATE en la fachada trasera. Se ha instalado 120 mm de aislamiento de lana de roca por el exterior, más 40 mm por el interior en las fachadas, además de 200 mm de aislamiento XPS en cubierta y 160 mm de lana de roca en el forjado en contacto con el sótano.

Se ha conseguido un importante aprovechamiento térmico mediante un diseño metódico de las zonas de día y noche en la distribución de cada vivienda. A través del patio interior medular, se aprovecha la ventilación cruzada que aporta refrigeración natural. Para el control térmico, el edificio cuenta además con celosías de madera en la fachada principal y estores en la trasera. El sistema de calefacción/refrigeración se compone de un conjunto de bombas de calor que suplen a un suelo calefactante/refrigerante y fancoils que controlan los niveles higrotérmicos de las viviendas.

Disminución de la demanda energética

Los valores de la transmitancia térmica de todos los elementos de la envolvente alcanzan un valor inferior a 0,2 W/m²·K. Las ventanas de altas prestaciones térmicas con valores Uw inferiores a 1 W/m²·K, completan la envolvente térmica. Estos valores de aislamiento térmico de la envolvente duplican las prestaciones térmicas mínimas establecidas en el nuevo documento HE 1 del CTE, según indica Energiehaus Arquitectos, quien ha llevado a cabo la certificación del estándar Passivhaus para el edificio. El arquitecto y Passivhaus Designer encargado del proyecto ha sido Leonardo Llamas Álvarez.

Su estructura original se ha conservado después de un complejo trabajo de saneamiento y refuerzo.

El edificio tiene una demanda de calefacción de 13 kWh/m² anuales, una demanda de refrigeración de 5 kWh/m² anuales y una demanda de energía primaria no renovable de 95 kWh/m² anuales. Se realizó un ensayo BlowerDoor de infiltraciones en cada una de las viviendas del edificio y el valor n50 medio obtenido ha sido de 0,4 renovaciones a la hora. El valor obtenido en el ensayo de BlowerDoor es diez veces superior a los valores límites de permeabilidad al aire establecidos en el documento HE 1 del CTE reduciendo así al mínimo las pérdidas energéticas a través de las infiltraciones.

Las medidas tomadas en la envolvente térmica, la reducción de las infiltraciones, junto con el control de la ventilación con un sistema de alta eficiencia, suponen una reducción del 80% en la demanda de climatización con respecto a un edificio que cumpla estrictamente el CTE.

 
 
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